Piloto colombiano al servicio del narcotráfico cayó en Bogotá: usaba nombre falso

Un piloto colombiano desapareció del radar por años, mientras la justicia internacional lo buscaba por su papel en operaciones aéreas del narcotráfico. Fue hallado en Bogotá, oculto tras una identidad falsa.

Llevaba una vida discreta, con lujos, sin levantar sospechas. Pero tras su fachada se escondía uno de los hombres más buscados por narcotráfico en el Caribe. Édgar Armando Burbano Benavides, piloto colombiano requerido por República Dominicana, fue capturado en Bogotá por liderar operaciones aéreas clandestinas al servicio de redes criminales.

Las autoridades dominicanas lo acusan de ser pieza clave en una red internacional de tráfico de drogas. Su especialidad: operar aeronaves modificadas, despegando desde pistas no autorizadas en Colombia, con rutas diseñadas para eludir los radares y entregar cargamentos de estupefacientes a carteles del Caribe.

Uno de los episodios más graves que lo vinculan al crimen organizado ocurrió en 2017, cuando, según reportes oficiales, ingresó irregularmente al aeropuerto de La Romana, en República Dominicana, en una aeronave no registrada proveniente de Cartagena. Al aterrizar, apagó las luces, se dirigió a un extremo sin iluminación y permaneció allí 15 minutos. Durante ese tiempo, se presume, descargó un alijo de droga antes de escapar.

“El piloto se encargaba de garantizar que la mercancía llegara sin ser detectada. Usaba su experiencia para coordinar vuelos clandestinos y realizar despegues en zonas remotas, lejos del control de las autoridades”, explicó el coronel Gonzalo Córdoba, jefe de Interpol Colombia.

De acuerdo con las investigaciones, desde 2020 había dejado la aviación comercial y se dedicaba exclusivamente a vuelos chárter y operaciones al margen de la ley. Su conocimiento técnico y logístico lo convertía en un eslabón fundamental para asegurar el éxito de las rutas ilegales.

A pesar de su prontuario internacional, Burbano llevaba una vida de aparente tranquilidad en un exclusivo sector del norte de Bogotá. Vivía en un apartamento de alta gama, conducía vehículos de lujo y mantenía un bajo perfil: evitaba el contacto con vecinos, no asistía a reuniones sociales y no tenía presencia en redes. Su rutina pasaba desapercibida, pero su estilo de vida ostentoso —alejado de cualquier actividad laboral conocida— fue lo que finalmente despertó las sospechas de las autoridades.

Ahora, tras su captura en Bogotá, Burbano quedó a disposición de la Fiscalía, que adelantará el proceso de extradición hacia República Dominicana por delitos relacionados con narcotráfico y lavado de activos.

Foto: Policía Nacional

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