¿Quién duerme mejor, hombres o mujeres?

Debido al estrés, factores genéticos y preocupaciones, el insomnio es una de las enfermedades que más ataca a la población adulta. Sin embargo hay quienes lo padecen de forma más frecuente.


Las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecer insomnio que los hombres, debido, fundamentalmente, a los cambios físicos y hormonales, la ansiedad y una mayor exposición a la falta de hierro. Estos son algunos de los últimos hallazgos que se discuten estos días en la XXI Reunión Anual de la Sociedad Española de Sueño (SEC), celebrada en Burgos.

«Aunque el insomnio es el trastorno más frecuente entre la población general, en las mujeres se da el doble de prevalencia que en los hombres», explica Francisco Campos, miembro de la SEC. Estas diferencias, además, se ven acentuadas por la edad: el insomnio afecta aproximadamente al 35 por ciento de las mujeres pre-menopáusicas, y esta cantidad se eleva hasta alrededor del 50 por ciento después de la menopausia. Durante esta etapa se producen cambios hormonales que se traducen en alteraciones físicas, fisiológicas y psicológicas. Todo esto puede conducir a trastornos como el insomnio y la apnea del sueño. Un problema añadido es que el diagnóstico de estas patologías en ocasiones puede ser complicado ya que «por motivos sociales, las mujeres podrían ser reacias a informar o consultar algunos síntomas típicos de ciertas alteraciones, como el ronquido», indica Campos. Sin embargo, es importante acudir al médico ya que el tratamiento de la apnea del sueño permite reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares asociado a este tipo de trastornos.

Otro periodo en la vida de la mujer en el que las alteraciones del sueño se acentúan es el embarazo. Estos cambios ocurren especialmente a partir del tercer trimestre de gestación en el que los cambios físicos y hormonales son mayores, los despertares más frecuentes y el aumento de estrógenos reduce la duración del sueño REM. Además, pueden aparecer otros síntomas como el ronquido o el síndrome de las piernas inquietas, que consiste en un impulso incontrolable de moverse y andar cuando se está descansando. Sin embargo, «si bien parece que la calidad del sueño se mantiene alterada en el postparto inmediato, probablemente por los cambios hormonales y la preocupación por el recién nacido, la calidad del sueño se restaura durante el año posterior al parto» ha afirmado Campos.

Fuente: Muy interesante

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