Ruptura del asfalto e inseguridad, preocupación de la comunidad en el Libertador

El barrio Libertador de la comuna seis, actualmente presenta la ruptura total del pavimento en sus calles y vías principales, con el agravante de no tener respuesta de la administración municipal y la incertidumbre que enfrentan al no saber si fueron incluidos en el presupuesto de 2013.


Debido a la construcción de la Institución Educativa Las Villas, las vías se han deteriorado aún más, motivo que obligó a la comunidad a pedir ayuda al municipio, sin que éste se haya manifestado claramente.

Entre las más afectadas están las Calles 1ª y 14, y la Carrera 2ª, vía que actualmente presenta el mayor daño y que requiere un arreglo total, a pesar de la colaboración del Señor Juan Medina, quien llevó un recebo suministrado por la Empresa Alfagrés, logrando tapar los huecos más profundos, pues los vehículos no podían cruzar por el daño que les causaba.

“Hace 25 años fue pavimentado el sector, aunque últimamente no hemos tenido respuesta de ninguna administración, se han radicado derechos de petición a infraestructura y la respuesta es que cuando haya presupuesto, que está en el banco de proyectos; han realizado visitas midiendo los daños pero sostienen que presupuesto no hay. Se ha tocado la puerta de la nueva administración y ahora esperamos que ellos sí nos brinden la ayuda para nuestro barrio, en el mes de Junio se radicó un carta a infraestructura aunque no hemos tenido respuesta a nuestra solicitud”, sostuvo Amanda Acosta, presidenta de la JAC del barrio El Libertador.

El daño en las calles es evidente y hasta molesto para la comunidad, pues la movilidad de los vehículos ha hecho que se incremente el deterioro del pavimento, debido a que los carros buscan las vías que actualmente se encuentran en condiciones favorables, precisamente para evitar que los huecos causen daños a los automotores.

“La comunidad ha atacado en varias ocasiones a la Junta de Acción Comunal y la culpan de no hacer nada frente al daño de las calles, pero sin tener en cuenta que se han enviado oficios a la administración municipal y la respuesta que sostienen es que no hay plata. Se ha intentado en varias ocasiones hablar con el Alcalde Juan Carlos Nemocón, en la reunión que él tuvo en la comuna seis se intentó entregarle información y contarle lo sucedido, pero no fue posible; esperamos que los documentos que se han llevado sean leídos y nos colaboren con lo que pide la comunidad debido a que nos sentimos muy olvidados”, anexó Edilma Flor Niño, Secretaria de la JAC de El Libertador.

La señora Nieves Sáenz, habitante del barrio, agregó: “Las calles están en muy malas condiciones y eso perjudica a toda una comunidad, hace 25 años fue la pavimentación del barrio y hasta el día de hoy no le han hecho ningún mantenimiento, vemos que cada día las calles están mas deterioradas, pedimos que nos apoyen para su mejoramiento debido a que las vías son la cara amable de nuestro barrio”

Adicionalmente a los daños colaterales que ha causado la ruptura del pavimento y el malestar de toda una comunidad, la inseguridad que se vive a diario en el municipio ha hecho que la delincuencia toque las puertas del Libertador, preocupando a sus residentes por los constantes atracos y la venta de estupefacientes que se evidencian, a pesar de que son vecinos del Caí de Policía del Chicó.

“La inseguridad está en las puertas de nuestras casas, ya uno no puede ni salir, tenemos mucho menor consumiendo drogas en la calle, los jóvenes se mueven en bicicletas, armados, las casas de nuestros propios vecinos son expendió de drogas y no se hace nada; a la media noche llegan niños desde los 9 hasta los 12 años en promedio a comprar, el vandalismo crece cada día en la comunidad y aumenta la inquietud de qué pasará y qué se hará para que puedan colaborar y prestar mas atención a las necesidades de seguridad que se están viviendo en todo Soacha”, contó Lucía Restrepo*.

La comunidad pide que los bares que funcionan en cercanías a sus viviendas tengan más control por parte de la Policía, pues la música de estos establecimientos sobrepasa el volumen reglamentario, ocasionando malestar e intranquilidad. Esto se presta para que los jóvenes estén hasta altas horas de la noche en la calle, esperando a quién atracar para el consumo de sustancias.

“Los puntos críticos que tiene el barrio en temas de inseguridad son en la parte trasera del Caí de la Policía, allí atracaron a un señor de la tercera edad, le pegaron un tiro en la rodilla; el último atraco fue en una tienda donde violentaron las chapas y sacaron todo lo del local. Otro sitio complicado es la Calle 13, bajando por el Colegio Las Villas, son lugares críticos y hasta el momento la Policía no ha hecho nada, ocasionado por el constante cambio de comandante”, finalizó Sandra Quijano*.

El barrio cuenta con alarmas instaladas con presupuesto de la misma comunidad, pero la delincuencia las ha dañado en varias ocasiones, interrumpiendo su uso y funcionalidad.

Redacción : Jessica Quintero

*Nombres cambiados por seguridad.

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