Según investigaciones, los lunares de manos y pies sí pueden ser cancerígenos
Los lunares o lesiones que van apareciendo, con el paso de los años, en las palmas de las manos y las plantas de los pies o las uñas de personas adultas pueden ser cancerígenos y su aparente estado de inofensivos lleva a que no sean diagnosticados a tiempo, situación que hace más complejo su tratamiento.
Así lo prueba una investigación adelantada por el Departamento de Patología de la Universidad Nacional, el cual precisa que estas lesiones se manifiestan como una mancha café oscura o negra, con bordes irregulares, su pigmentación es variable y su tamaño aumenta gradualmente.
Las lesiones pueden ser benignas y malignas, pero debido a sus características y ubicación llegan a pasar desapercibidas, comentó Viviana Leticia Arias, docente del Departamento de Patología del centro de educación superior. Expresó que si bien tales lesiones son conocidas como lunares, médicamente las lesiones benignas se llaman nevus.
“Los lunares son lesiones benignas, pero tienen una contraparte opuesta (maligna) conocida como melanoma; es importante hacer un diagnóstico apropiado porque son frecuentes en nuestro medio y tienen alta mortalidad”, dijo la docente.
De acuerdo con ella, al inicio los lunares no presentan ningún tipo de molestia, por lo que muchas personas no les prestan atención y estos siguen evolucionando. “Simplemente se percibe como un lunar que va creciendo con el tiempo; cuando alcanzan los 10 milímetros se consideran sospechosos de malignidad”.
En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Cancerología (INC), centro de referencia oncológico del país, se encontró que este subtipo de melanoma presenta una incidencia de alrededor del 40 por ciento de los casos.
Un estudio del INC (entre 2006-2010) probó que la localización más frecuente en las mujeres fue en los pies (incluyendo plantas, dedos y uñas), con el 32 por ciento, seguido por cabeza y cuello con el 29 por ciento y la tercera localización más frecuente fueron las piernas, con 14 por ciento.
En contraste, en los hombres la localización más frecuente fue cabeza y cuello con 32 por ciento, seguido por los pies con 31,7 por ciento, y el tronco con 15,2 por ciento.
Fuente: ElColombiano.com
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