Seis meses después acusan de desaparición forzada a madre y padrastro de Sara Sofía Galván

El caso de la niña Sara Sofía Galván revive con la acusación formal de la Fiscalía en contra de Carolina Galván y Nilson Díaz por desaparición forzada contra la menor.

Prácticamente seis meses después de reportar la niña como desaparecida, los dos presuntos responsables son acusados de desaparición forzada.  El argumento es que la fiscal del caso no tiene otra manera de vincularlos a un proceso penal, pues no se puede hablar de homicidio sin un cuerpo. “Los jueces no fallan con supuestos y ante ellos no se puede sostener. ‘Creo o supongo que la niña está muerta’. Si no hay cuerpo, no se puede hablar de homicidio”, dijo el abogado penalista Gildardo Acosta.

Pero la decisión de la Fiscalía de acusarlos de desaparición forzada y no de homicidio puede cambiar de rumbo la investigación, y lo que quiere la familia Galván son resultados.

El pasado viernes 23 de julio, la fiscal 54 especializada a cargo del caso sustentó ante un juez los hechos y argumentos consignados en el escrito de acusación que presentó el pasado 11 de junio. Parte del documento indica que “la hipótesis que más ha cogido fuerza es que la niña falleció” y que su cuerpo lo metieron en un costal blanco, lo amarraron con un cordón y lo arrojaron al río Tunjuelito, en el barrio Class Roma (localidad de Kennedy).

Sin embargo, la experiencia en búsqueda de algunos expertos los hace pensar que la niña no fue arrojada al Tunjuelito. Quizá murió, pero dejaron su cuerpo en otro lado. Por ejemplo, Ederley Torres, coordinador de emergencia de la Defensa Civil Colombiana (seccional Bogotá) y quien lideró el operativo de búsqueda del cuerpo de la pequeña en el río Tunjuelito durante 24 días seguidos, le dijo a El Espectador:

“Es muy remota la posibilidad de encontrar el cuerpo a estas alturas (seis meses después) y que, de haber sido arrojada allí, existe la posibilidad de que su cuerpo se haya descompuesto rápidamente, en parte, debido a la presencia de roedores y aves de rapiña”. En su experiencia en búsqueda de cuerpos en condiciones parecidas, encontrar uno no tarda más de 20 días. “Queda uno con ciertas dudas de si realmente el cuerpo fue arrojado al río o si pudo haber sido desaparecido de otra forma”, aseguró.

Ahora se espera el juicio para los implicados, pero lo que realmente quiere la familia es claridad en el proceso, saber qué fue lo que realmente pasó y en dónde está el cuerpo de la menor Sara Sofía Galván.

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