Sembrar para transformar: en Ciudad Bolívar, la juventud cultiva alimentos, sueños y futuro
En medio de los retos sociales y ambientales que enfrenta Ciudad Bolívar, una huerta comunitaria se ha convertido en un símbolo de transformación, conciencia ambiental y dignificación del territorio.
Gracias a la articulación entre el Centro Forjar Restaurativo, la Fundación Iñaki Diverso, la Secretaría de Integración Social de Bogotá y World Vision, este espacio ha germinado no solo alimentos, sino también nuevas oportunidades para jóvenes y familias en situación de alta vulnerabilidad.
La iniciativa surgió en el marco de la primera fase de Youth Ready, con el propósito de fortalecer procesos de transformación personal, resiliencia comunitaria y sostenibilidad ambiental. Los jóvenes identificaron la creación de la huerta como respuesta a problemáticas urgentes en sus barrios: la inadecuada gestión de residuos, la falta de educación ambiental y la inseguridad alimentaria.
Entre los jóvenes está Freddy Gordillo, quien en cumplimiento de una sanción con Prestación de Servicios a la Comunidad (PSC) decidió sembrar algo más que plantas: un proyecto de vida. Movido por el deseo de alimentar a su esposa e hijo con productos saludables, Freddy impulsó la huerta, que rápidamente se transformó en un motor de cambio colectivo.
“La historia de Freddy nos recuerda que la lucha por la dignidad humana es un esfuerzo permanente, y que incluso en los escenarios más difíciles florecen las mejores esperanzas cuando hay voluntad, apoyo y conciencia ambiental, señaló John Villamil, gestor territorial del Centro Forjar Restaurativo.
Hoy, la huerta comunitaria beneficia directamente a 40 personas de este sector del sur de Bogotá, promoviendo el autocultivo, la seguridad alimentaria, la educación ambiental y la integración social. Además, el proyecto ha incorporado innovaciones como un panel solar con reflector donado, que genera energía limpia y sostenible, y la realización de una olla comunitaria que fortaleció la unión barrial.
La huerta también ha motivado la clasificación de residuos, la recolección responsable de basuras y el compromiso ambiental colectivo, convirtiéndose en un espacio donde familias acceden a alimentos frescos, encuentran un lugar de encuentro y ofrecen a las nuevas generaciones un ejemplo de resiliencia.
Este proyecto confirma que la transformación social es posible cuando se unen la voluntad de cambio y las oportunidades reales. Con apoyo institucional y liderazgo comunitario, la huerta de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, florece como prueba de que la esperanza también se cultiva.
Foto: World Vision