Sin palma de cera, Soacha celebra el Domingo de Ramos
Hoy comienza formalmente la Semana Santa en el mundo cristiano con la celebración del Domingo de Ramos, pero no basta con las campañas para evitar que la gente utilice la palma de cera. Esta semana se firmó un pacto en el Parque Agroecológico Ozagua, ubicado en la vereda Perico de Sibaté, entre la CAR y líderes de la iglesia católica para desestimular el uso de esta especie que ya ve amenazada su existencia.
El Domingo de Ramos (conocido al principio como Pasha), se originó en la Iglesia de Jerusalén al final del siglo III o comienzo del siglo IV. Las ceremonias consistían en oraciones, himnos y sermones a medida que la gente recorría los numerosos lugares santos dentro de la ciudad. Para el siglo V, la celebración se había extendido hasta Constantinopla. Pero fue hasta los siglos VI y VII que se añadió la bendición ritual de las palmas. Una procesión en la mañana reemplazó a la nocturna, y para el siglo VIII la Iglesia Occidental celebraba «Dominica in Palmis» o «Domingo de Ramos.»
Posteriormente se extendió a todo el mundo cristiano y los feligreses acudían a las iglesias con palmas para recordar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. No obstante, desde hace unos 15 años las autoridades colombianas advirtieron que de seguir comercializando la palma de cera, en poco tiempo su existencia se vería amenazada.
Comenzó entonces un trabajo entre la iglesia y las autoridades ambientales para convencer a los feligreses que acudieran a la celebración, pero con otro tipo de plantas.
Para el caso de Soacha y Sibaté, en los últimos 4 años se ha logrado consolidar un trabajo articulado con las diferentes parroquias y diócesis que, a través de sus líderes religiosos, han dado mensajes contundentes a los fieles, con el fin de desestimar cada vez más el uso de la palma de cera y de vino, contribuyendo además con la protección de la fauna, que en épocas de turismo y descanso, sufren el tráfico ilegal en los principales corredores viales del país.
El 2019 no es la excepción, y gracias al encuentro liderado por la Regional Soacha de la CAR, y el apoyo de su Dirección de Cultura Ambiental y Servicio al Ciudadano, se abrió un espacio con los líderes de las Diócesis de Bogotá, Soacha, Engativá, Girardot, Facatativá y Zipaquirá donde se consolidó la estrategia para la semana mayor, y se organizó la agenda que dará continuidad a temas ambientales de importanci, que los líderes religiosos, a través de la parroquial social, seguirán trabajando con sus feligreses.
Monseñor Jaime Alberto Mancera de la arquidiócesis de Bogotá, participó del encuentro que se adelantó en el Parque Agroecológico Ozagua, ubicado en el municipio de Sibaté, en la vereda Perico. Allí, a través de un recorrido por los diferentes microclimas, fuentes hídricas, tipos de bosque y diversidad de animales domésticos, hizo un llamado a la reflexión: “A partir del documento del papa Francisco sobre la importancia de hacer todo lo que esté en nuestras manos por cuidar nuestra casa común, invitamos a toda persona de fe a cuidar nuestros recursos, y cambiar los hábitos y las costumbres que hacen daño al planeta a través de la formación; celebrar la fe, también está ligado a celebrar las fechas ambientales que durante el año tenemos”.
Parte de los compromisos y conclusiones del encuentro, es que se dejó pactada la estrategia conjunta autoridad ambiental – iglesia, para la semana mayor; la cual consiste en el apoyo que darán los líderes espirituales desde sus iglesias, a la socialización de las estrategias de sensibilización a través de las eucaristías, tanto para prevenir el tráfico ilegal de fauna silvestre, como para el evitar el uso de la palma para la elaboración de ramos.
Apoyo: Yessica Cepeda Villarraga, CAR Soacha
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