Taller Teatro celebró sus 20 años de vida artística
En el marco del festival popular de teatro que se realizó el fin de semana en Soacha, Taller Teatro Grupo Experimental festejó sus veinte años de trabajo artístico. Con la presentación del grupo Junior Dance y la obra Pantomima Clown, los espectadores disfrutaron de una muestra del trabajo realizado por este grupo que completó dos décadas luchando por la cultura y el arte en el municipio.
Fredy Benavides, director del Taller Teatro Grupo Experimental de Soacha, reconoció que lo más importante a los largo de estos 20 años ha sido “la compañía de todos los muchachos que hicieron posible que llevemos tanto tiempo, desde el primer integrante hasta el último que entró hace tres meses, gracias a ellos porque creyeron en nuestro trabajo, nos han permitido que el público de Soacha viva experiencias, historias, rían, pero sobre todo, que la gente crea que es posible hacer arte de una forma decente y que lo podamos llevar a escena. Nuestra misión no es crear artistas, es formar gente, es resaltar al ser humano”.
Pero los 20 años son como Taller Teatro Grupo Experimental de Soacha, porque su director comenzó esta carrera artística hace cerca de 26 años.
“Esto nació en el colegio Bolívar en la sección nocturna en 1987, cuando un compañero llegó con la fiebre del teatro y empezamos a trabajar algunas propuestas. Terminamos el colegio, luego hicimos un evento que se llamó Festival Bolivariano de Teatro, de allí empezamos a capacitarnos en un lado y otro, y años después decidimos fundar un grupo, que posteriormente se llamó Taller Teatro”, explicó.
Y es que el grupo se ha convertido en un estilo y una forma de vida, incluso para las nuevas generaciones, así algunos ya hayan pasado a formar parte de la historia de Taller Teatro, y hoy sean reemplazados por sus hijos y descendientes.
“Yo empecé como a los 12 años con el grupo y luego entramos a una etapa de formación porque el teatro y el arte es la vida, luego empezamos a trabajar con el colectivo de artistas y cultores de Soacha, donde le apostamos a una formación desde la cultura. Yo por ejemplo soy trabajadora social, y hoy puedo asegurar que no es lo mismo lo que enseña la universidad y la academia, que lo que uno transmite y percibe con el cuerpo, entonces Taller Teatro se convirtió en un estilo de vida que me llevó a ser lo que soy hoy, a estructurarme como persona, como profesional, como ser humano, porque finalmente eso es la cultura, sentir”, manifestó Diana Zulay Medina Benavides, quien estuvo vinculada alrededor de diez años y hoy tiene a su hijo de cuatro años dentro del grupo.
Jóvenes, como Óscar Iván Mantilla, hoy entregan su vida a esta fiebre, pasión, arte o profesión, así no sea reconocida como tal.
“Aunque ingresé por una colaboración con mi tío Fredy, la verdad me quedó gustando, me di cuenta que el arte y el teatro son parte de mi vida y gracias a ello he escalado mucho. Son 20 años en donde no se ha parado, pero hemos tenido un trabajo gratificante y queremos que sea un poco más reconocido en el municipio por sus habitantes, por eso la idea es llegar mucho más allá del centro de Soacha, y este año vamos a ir hasta las comunas y los corregimientos para hacernos conocer más”.
A pesar del poco apoyo que el municipio brinda al teatro en Soacha, la consigna es seguir hasta que la vida les permita. No en vano todos coincidieron en responder lo que significa para ellos Taller Teatro:
“Es mi vida. Mientras Dios me permita vivir, soñar y hacer teatro, ahí estaremos”, respondió el director del Grupo, Fredy Benavides.
“Después de mis padres, sigue Taller Teatro, es una forma de vivir, y aunque en Soacha y en Colombia el teatro no es muy bien pago, uno hace lo posible por estar ahí y por tener siempre presente que esta es la vida que uno quiere llevar, esto es lo que quiero estudiar, y por más dificultades que hayan, siempre quiero salir adelante y seguir con este sueño”, aseguró Óscar Iván Mantilla.
“Significa mi vida, mi estructura, mi base de vida”, puntualizó Zulay Medina.
Durante los 20 años de Taller Teatro, son cerca de 200 personas las que han pasado por el grupo. Hoy, son alrededor de 70 niños y jóvenes de Soacha, Granada y Sibaté los que están vinculados al grupo, los mismos que seguirán luchando y entregando todas sus cualidades artísticas, pero sobre todo, sus dones de gente a una comunidad un poco escéptica al teatro, pero con la ilusión de seguir dejando huella en un municipio donde sus dirigentes no valoran ni reconocen al talento local.
“El teatro es un viaje al interior de nosotros mismos, por eso el teatro no es pararse para que nos aplaudan en un escenario, es reconocernos como seres humanos y lograr proyectarnos al futuro”, finalizó Fredy Benavides.