Víctimas de Bogotá y Soacha recibieron millonaria indemnización

Alrededor de 350 grupos familiares de víctimas de la violencia de Bogotá y Soacha recibieron 3.000 millones de pesos por concepto de indemnización administrativa de la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas.


La entrega se hizo en medio de un acto simbólico titulado ‘Semillas de Vida’ que estuvo presidido por Jorge Sánchez, director de la territorial Central de la Unidad para Las Víctimas que comprende los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Tolima y Bogotá y Soacha y Claudia Arámbula, directora regional del Departamento para la Prosperidad.

El auditorio del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación se llenó con más de 400 personas entre víctimas y familiares. Fue necesario agregar varias sillas en la últimas filas para darles espacio a todos los asistentes.

Jorge Sánchez, director de la territorial central de la Unidad destacó el trabajo en conjunto con las entidades de nivel nacional y local. «Esto se hace en el marco de una estrategia con las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas y con el Sistema Distrital de Atención a las víctimas mediante el acompañamiento de los programas de vivienda gratuita. Funcionarios de la Unidad visitaron cinco proyectos de vivienda gratuita, cuatro en Bogotá y uno en Soacha.

Las jornadas, que se realizaron en agosto y septiembre, generaron toda una articulación con las mesas de acompañamiento para recibir en los salones comunales la documentación necesaria y resolver dudas y orientarlos frente al acceso a la indemnización administrativa». En este esfuerzo estuvieron presentes el Centro de Memoria Histórica, el Departamento para la Prosperidad Social, la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza y la Unidad.

Durante el acto simbólico se les entregó a los asistentes una carta con un fragmento de la canción Siembra que decía: «Siembra justicia con cariño, que tu cosecha sea la riqueza de esta tierra y esta tierra es tu herencia y tu raíz». En la parte inferior de la carta había unas semillas de girasol y un texto de la dirección territorial central al respecto: «Esta semilla de girasol representa la esperanza en la que podemos creer desde los nuevos lugares en los que decidimos ser, habitar y transmitir raíces; traemos con nosotros parte de nuestra tierra, de nuestro arraigo, de nuestras costumbres, de nuestras construcciones en las historias de vida.

Ahora estamos invitados a orientarnos a la luz del sol, orgullosos de las victorias alcanzadas y la gran capacidad de trabajo, paso a paso en el camino con el deseo inagotable de ir logrando nuestros sueños».

Saiyuri Adrada, profesional psicosocial de la dirección territorial central, fue una de las personas que estuvo al frente de esta dinámica. «El acto simbólico es algo que la Unidad quiso regalarles para construir significado de esta indemnización. Tiene la intención de ser un ejercicio de resignificación del lugar de donde vienen y de los oficios que ejercieron.

Las semillas de girasol sirven para decirles que ellos pueden generar un espacio propio y dejar raíces en el lugar donde decidan ubicarse y también que esta indemnización es una posibilidad de girar sus sueños hacia la luz y los deseos que quieran realizar.

Al concluir varias víctimas manifestaron su alegría por la jornada. María Beyanit Guerrero, desplazada de El Tigre, Meta, dijo: «Siento mucha felicidad y agradezco al gobierno por el apoyo que nos ha dado, pienso que es una oportunidad para seguir adelante una nueva vida».

Unidad de Víctimas

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