¿Y Soacha qué Señor Gobernador?
El interés de la reflexión desde este espacio sobre el despropósito en que incurrió el primer mandatario departamental Álvaro Cruz Vargas al no tener en cuenta en su equipo de gobierno ningún hijo oriundo o adoptivo de esta tierra, no radica en ninguna ambición personal ni mucho menos en alguna frustración burocrática o política. Las pocas veces que los gobiernos departamentales les han dado oportunidad a nuestros compatriotas para asumir la dirección de importantes cargos departamentales se podrían contar con los dedos de las manos.
¿Qué razones han asistido al nuevo mandatario para ignorar el derecho ganado de nuestros coterráneos de formar parte de los equipos que han dirigido y dirigirán los destinos del departamento? ¿Será que tales decisiones tienen fundamento en la creencia que los profesionales de Soacha no son dignos de confianza del nuevo gobernador o no los considera lo suficientemente competentes para dirigir una secretaría o cuando menos una dirección?
La realidad es que el poder de decisión en la conformación del equipo de gobierno del mandatario no descansa en su voluntad ni en su poder; en su lugar quienes deciden e imponen las cuotas burocráticas en el departamento son los círculos de poder de senadores, representantes y diputados del departamento en cuyas regiones y provincias tienen grandes intereses económicos junto a reconocidos empresarios, creyendo los primeros que todavía los ciudadanos de Soacha son solo sus súbditos y el municipio su feudo político y su coto de caza de votos.
Ni los casi cerca de 50 mil votos que aportó Soacha para la elección del gobernador, ni el hecho que el municipio haga el aporte mas alto al PIB departamental y nacional, ni que el municipio sea uno de los mayores receptores del desplazamiento, ni los casi 800 mil habitantes de los cuales mas de la mitad viven en la pobreza y la pobreza absoluta, han sido razones suficientes para reconocer por méritos la participación de nuestros ciudadanos en la dirección del gobierno departamental.
Y así como para el nuevo gobierno departamental todas estas realidades le son insignificantes y seguramente indiferentes, creemos que así será el monto de los recursos que le transferirán al municipio para sumarlos a los exiguos que generan las rentas locales y que absorben los diversos programas de asistencia social y los gastos de funcionamiento de la administración municipal que recién empieza a administrar.
angelhumbertotarquino@yahoo.es
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