Fundación Madre Teresa de Calcuta está estrenando sala multisensorial
Gracias al aporte de la empresa privada de Bogotá, la Fundación Madre Teresa de Calcuta puso a disposición de sus beneficiarios y de la comunidad de Soacha, una nueva sala multisensorial en la que se podrá ofrecer una mejor atención a las personas que requieran actividades especiales para tratar discapacidades cognitivas o sensoriales.
La sala funciona desde finales de noviembre del año pasado, y aunque inicialmente se proyectó para trabajar con los niños en condición de discapacidad, ha abierto sus servicios a otras poblaciones, particularmente aquella que proviene de colegios, a fin de ayudar a que algunos de estos niños superen sus dificultades de aprendizaje, pues la idea es que el número de usuarios de esta sala se incremente:
“Gracias a la empresa privada nos fue dotada una sala multisensorial que llamamos ‘Angelita Torregrosa’, la cual está a cargo de la Fundación Madre Teresa de Calcuta. Inicialmente trabajamos con niños en condición de discapacidad cognitiva, pero queremos hacer llegar este mensaje a la comunidad, ya que los beneficios de la sala los podemos llevar a otros niños y niñas de aula regular, que puedan presentar problemas de atención, concentración, memoria, e incluso aprendizaje, algo que constituye un proceso más complejo.
Estimulando sus sentidos ellos pueden mejorar algunos de esos procesos, así como también los problemas a nivel de equilibrio, y a nivel motor, gracias a que tenemos los equipos específicos para trabajar en estas situaciones”, explicó Ivonne Escobar, Coordinadora de Gestión de la Fundación Madre Teresa de Calcuta.
Así funciona la sala
César Gutiérrez, profesional de la Fundación Madre Teresa de Calcuta, encargado de manejar la sala y de trabajar con las personas que acuden a esta, explicó cómo funcionan las nuevas instalaciones, y qué beneficios se pueden obtener allí:
“La sala multisensorial está dividida en dos partes, la primera es visual, auditiva y multimedia, en donde estamos trabajando todo lo que tiene que ver con estímulos visuales de seguimiento, fijación, y mucha movilidad ocular. También se está trabajando en la parte de integración auditiva, y estamos empezando a trabajar en nociones más especiales, enfocadas hacia la parte pedagógica. La otra parte es estimular la parte perceptiva y táctil, allí lo que se busca es generar en ellos una respuesta sensorial, es decir, sensaciones de percepción corporal con razones de equilibrio y enderezamiento.
Estas salas sensoriales se diseñaron principalmente para chicos que tenían algún déficit sensorial, entonces como primera medida, lo que hicimos fue una valoración de esos sistemas sensoriales, para detectar si algún sistema tiene un registro deficiente o muy alterado, que es lo que puede estar produciendo una dificultad en los procesos de aprendizaje. Este proceso es muy beneficioso para los chicos que estén en edades de cero a cinco, o siete años”, expresó Gutiérrez.
Dentro de la Fundación, para el caso de la sala multisensorial, existen dos enfoques: niños y jóvenes que hacen parte de la fundación (personas con retardo mental, autismo o parálisis cerebral), y muchachos que vienen remitidos por diferentes colegios desde el área de psicología (es decir, que presentan dificultades en el habla, o problemas que no son derivados de la conducta).
Para mayores informes, quienes deseen hacer parte del proceso de la Fundación Madre Teresa de Calcuta, pueden contactarse con la entidad dirigiéndose a la sede principal de la institución (Cr. 6 No. 11 – 51), a la sede B (Cll.12 No. 9 – 51), en Soacha, o llamando a los teléfonos 5763072.
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