Alcalde Galán confirma cambio en el pico y placa de Bogotá: ‘no se eliminará’

El alcalde habló sobre los estudios que adelanta la Secretaría de Movilidad, para mejorar el modelo que dejó Claudia López.

En 1998, durante la administración de Enrique Peñalosa, se implementó por primera vez el pico y placa en Bogotá, una iniciativa con la que se planteó reducir la cantidad de vehículos en circulación y aliviar la creciente congestión vehicular.

A pesar de que muchos ciudadanos ven la restricción como una solución transitoria e inequitativa, no solo se ha mantenido vigente, sino que ahora se perfila para una transformación profunda, que no ha aborda la eliminación definitiva como los dueños de automotores quisieran.

El alcalde Carlos Fernando Galán prometió revisar a fondo el modelo actual, consciente del desgaste social y urbano que se ha generado en los últimos años. Este proceso, lo ha liderado desde 2024 con estudios técnicos de los que se han conocido propuestas como:

  • Pico y placa por zonas: En lugar de aplicar la restricción de forma generalizada, se estudiará un modelo que restrinja la circulación según zonas con mayores niveles de congestión. Esto permitiría una aplicación más justa y focalizada.
  • Pico y placa los sábados: Esta posibilidad, ya evaluada en administraciones anteriores, vuelve a tomar fuerza. La alta movilidad en fines de semana, especialmente hacia salidas y entradas de la ciudad, ha motivado este debate.
  • Activación del carro compartido: Galán ha planteado permitir que vehículos con al menos tres ocupantes circulen sin restricción. Para garantizar su cumplimiento, se instalarán cámaras de reconocimiento automático de placas (LPR) que verificarán si los carros cumplen con este requisito.
  • Mayor vigilancia con tecnología: Estas mismas cámaras ayudarán no solo a vigilar el cumplimiento del carro compartido, sino también a detectar infracciones como mal parqueo o circulación indebida.

Esta promesa no ha sido olvidada: “Sí, vamos a modificar el pico y placa, pero con evidencia y planeación”, ha dicho en entrevistas recientes.

Galán ha sido tajante en este punto: no hay espacio suficiente en Bogotá para que todos los conductores salgan al mismo tiempo. Por eso, insiste en mantener y reforzar la medida, aunque reconoce que requiere ajustes importantes. Una de sus estrategias ha sido el fortalecimiento de los operativos contra el mal parqueo, uno de los factores que más deteriora la movilidad diaria en las principales vías de la ciudad.

A esto se suma un fenómeno preocupante: muchos ciudadanos han optado por comprar un segundo vehículo o motocicleta para evadir la restricción, lo cual genera nuevas presiones sobre la malla vial. El Distrito está analizando este efecto para plantear soluciones estructurales que no promuevan este tipo de evasión.

Para nadie es un secreto que Bogotá enfrenta un colapso vial agravado por el boom de obras públicas. Según el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), hay más de 1.000 frentes activos, incluyendo la construcción del Metro, el Regiotram y ampliaciones viales estratégicas.

La proyección para 2025 es aún más crítica: las obras crecerán un 30 %, lo que mantendrá a Bogotá en un “campo de construcción” constante, como lo describió la secretaria de Movilidad, Claudia Díaz.

¿Y el Metro? ¿Será suficiente para eliminar el pico y placa?

Aunque muchas esperanzas están puestas en el Metro de Bogotá, lo cierto es que su sola entrada en funcionamiento no garantizará la eliminación del pico y placa. La primera línea estaría lista en 2028, pero aún faltarían obras de la segunda (subterránea) y la tercera línea, que llegaría hasta Soacha, lo cual prolongaría el proceso hasta 2032 o incluso 2035.

Además, el Regiotram de Occidente y el del Norte, que conectará a Bogotá con municipios como Facatativá y Zipaquirá requerirán cierres hasta mediados de 2030. Por lo que el pico y placa persistirá mientras no exista un sistema de transporte realmente robusto, multimodal y confiable, que incluya al Metro, TransMilenio, SITP y los Regiotram.

¿Sigue el pico y placa solidario?

Mientras tanto, el modelo solidario de pico y placa, que permite a los ciudadanos pagar por circular en días de restricción, sigue operando. Solo en 2024 se recaudaron más de 400 millones de pesos con esta modalidad, fondos que se han destinado al fortalecimiento de TransMilenio y el SITP.

Aunque ha sido defendido por el Distrito como una alternativa viable, también ha recibido críticas por beneficiar a quienes pueden pagar y excluir a quienes no, perpetuando una brecha de movilidad.

Nuevo pico y placa en Bogotá

En una reciente entrevista con el programa Alerta Bogotá, el alcalde Galán reiteró que los estudios para modificar el pico y placa siguen en marcha. Por lo que se visualizan cambios en el pico y placa en 2026 o incios de 2027. O podría quedar como una hoja de ruta para el próximo alcalde.

Lo anterior coincidiría con el avance de varias obras viales en la ciudad, aunque importantes arterias como la Avenida 68, la Calle 13, la Primero de Mayo e incluso la Avenida Caracas seguirían con cierres parciales. Una de las pocas excepciones sería la Avenida Boyacá, donde sí se ha registrado un progreso significativo en las intervenciones.

Sin embargo, no hay una propuesta estable, «todavía no se sabe si volverán a la rotación anterior o si mantendrán la actual, pero lo cierto es que la medida no se eliminará por ahora”, apuntaron en la mesa radial.

Por ahora, el pico y placa se mantiene como lo diseñó Claudia López en 2023, la cual funciona así para los particulares: de lunes a viernes, de 6:00 a.m. a 9:00 p.m. En días pares, pueden circular las placas terminadas en 6, 7, 8, 9 y 0, mientras que en días impares pueden circular las placas terminadas en 1, 2, 3, 4 y 5

Foto: Alcaldía de Bogotá

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