¿Qué implica filtrar información militar?

Posted on 12 de abril de 2013 by Periodismo Público

Para poder entender los alcances de filtrar información militar a los medios, es necesario desarrollar un mundo imaginario, un país a donde un soldado o un ciudadano del común, teniendo acceso a información privilegiada, en este caso coordenadas militares para despejar zonas, se atreviera a entregarlas de forma irresponsable a los medios de comunicación, con ningún objetivo más que divertirse un rato.

Es evidente que ese ciudadano o soldado sería juzgado con el peso de la Ley, sería condenado por traición a la patria y vilipendiado por todos aquellos que defienden la institución castrense pues pone en peligro la vida de cientos y cientos de soldados.

Es necesario citar algunas circunstancias que podrían aclarar más el escenario que estamos creando, en un país imaginario, un joven crea un grupo en una red social, un espacio en el que generalmente todo el mundo escribe una que otra tontada, y de forma “jocosa” supuestamente amenaza al hijo del Presidente de esa República. El primer mandatario utiliza su poder y por intermedio de una Agencia de Inteligencia Internacional dan con el paradero de este joven y lo meten preso por más tiempo del permitido, teniendo que liberarlo tras el encierro ilegal sin disculpa alguna. ¿Qué pasa día tras día con las amenazas de las que son víctimas personalidades del sector democrático de ese país imaginado? ¿Las agresiones a través de las redes sociales son de diferente categoría? ¿Por qué no se utiliza el poder del Estado para arrestar a estos delincuentes virtuales que atentan contra la imagen de estas personalidades que lideran la oposición de ese país imaginado?

Otro ejemplo para que caractericemos este país, o mejor lo caricaturicemos. ¿Qué pasaría si en este país imaginario, los hijos del presidente utilizaran su situación privilegiada y obtuvieran información que los beneficia directamente? Mirémoslo más detalladamente, el presidente tiene dos abnegados capullos que quieren triunfar en el mundo de los negocios, y haciendo uso indebido de su estatus de hijos del presidente manipulan información para su beneficio y con esto logran comprar a muy bajo precio predios que se valorizan de forma estrepitosa, y con las ganancias de estos negocios, todos ellos “legales”, invierten y ponen sus dineros en paraísos fiscales.
Uno más, en este país imaginario el presidente de la República en su afán por pacificar el territorio saturado de bandidos, vándalos, terroristas y delincuentes logra que tras una maniobra espectacular en el Congreso transformen la Constitución Política para permitir su relección. Esto tras la denuncia de millares de personas que se oponen a esta aberrante acción.

Ahora bien, teniendo en cuenta todas las acciones anteriormente descritas; es claro que si la misma persona, el presidente de ese país imaginario, ya por fuera del ejercicio presidencial filtra información confidencial de las Fuerzas Armadas y las lleva a los medios alternativos de comunicación, es decir a las redes sociales, pues en este país imaginario no pasará nada, pues todo parece indicar que esa persona que abuso de su figura para atentar contra la integridad y buen nombre de un joven y que contrariamente no defendió a los que se oponían a su régimen; el mismo personajillo que permitió que sus vástagos se apropiaran de terrenos con engaños y falacias para luego defenderlos por hacer negocios “turbios e ilícitos” para tener cuentas en paraísos fiscales; el mismo que fue capaz de entregar notarias, embajadas y otras cosas a cambio para ser aprobada su relección; ese señor tiene impunidad en ese país que quedo carcomido por la corrupción en la justicia y en los órganos de control tras dos gobiernos de ese señor. Gobiernos de régimen dictatorial y violador de los derechos.

Pero claro, el ciudadano o el soldado que se atreva a filtrar información puede ser llevado a la más alta pena, o puede ser causa de cambiar nuevamente la Constitución de ese país y legalizar la Pena de Muerte, con la que el señor presidente de ese país imaginario ya ha juzgado a muchos y desaparecido a unos tantos.