El guardián silencioso que volvió a aparecer en la cuenca baja del río Bogotá
Su presencia es señal de un ambiente sano, pero también un recordatorio de lo frágil que es su permanencia.
En lo profundo de los bosques que bordean la cuenca baja del río Bogotá, un depredador esquivo mantiene el equilibrio natural. El jaguar, máximo regulador de la cadena alimenticia en estos ecosistemas, controla poblaciones, preserva la diversidad y es un indicador de que la naturaleza sigue viva y funcional.
Por eso, la reciente confirmación de un ejemplar macho adulto en los municipios de Apulo y Tocaima ha encendido tanto la esperanza como la alerta. La noticia llegó tras varios reportes ciudadanos desde mayo, que motivaron a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) a enviar un equipo técnico a recorrer la zona.
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La inspección inicial, realizada junto a propietarios de predios, dejó pistas claras: huellas y rastros que apuntaban a un felino de gran tamaño. Con esa evidencia, se instalaron diez cámaras trampa que, semanas después, captaron las imágenes y videos que no dejaron dudas: un jaguar se mueve libre en este territorio.
“Desde que tuvimos conocimiento del espécimen desplegamos acciones para iniciar un monitoreo constante y analizar su comportamiento, con el fin de definir cómo protegerlo, siempre priorizando la seguridad de la comunidad y la conservación de la especie”, explicó el director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros.
Los expertos recuerdan que, a pesar de su relevancia ecológica, el jaguar está catalogado como “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a la pérdida de hábitat y la cacería ilegal.
Esta última es una amenaza real, por lo que Ballesteros hizo un llamado contundente: “No intenten cazar ni hacerle daño. Es un delito, una infracción ambiental y, sobre todo, una responsabilidad de todos protegerlo. Hoy tenemos más de seis felinos rehabilitados en nuestro Centro de Atención y Valoración en Tocaima listos para regresar a su hábitat”.
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La CAR insta a la comunidad a no acercarse ni interactuar con el animal, a reportar cualquier avistamiento o indicio a la línea 3165244031, disponible las 24 horas, y a proteger su hábitat, evitando la degradación de bosques y fuentes hídricas. Además, advierte que la cacería de fauna silvestre está prohibida por ley y conlleva sanciones económicas y penales.
Foto: CAR