Qué es y cómo funciona una campana extractora de cocina
Entender cómo funciona una campana extractora te ayuda a cocinar con aire más limpio, menos grasa en superficies y un ambiente seguro.
Además, si buscas renovar tu equipo, un extractor de cocina adecuado mejora la ventilación y reduce olores desde el primer día.
Antes de elegir modelo o tipo de instalación, conviene aclarar que es una campana extractora y por qué su diseño influye en la eficacia. En términos simples, capta el aire con humos y partículas, lo filtra y luego lo expulsa al exterior o lo recircula depurado al ambiente.
Cómo funciona una campana extractora: paso a paso
La campana se sitúa sobre la zona de cocción. Un motor mueve uno o más ventiladores que aspiran el aire cargado de vapor, grasa y olores. Ese aire atraviesa filtros metálicos o sintéticos para retener la grasa, y según el sistema, se dirige a un ducto que lo evacúa al exterior o pasa por filtros adicionales para devolverlo limpio a la cocina.
El rendimiento depende de tres factores: caudal (m³/h), presión disponible para vencer pérdidas en el ducto y captura efectiva del aire bajo la campana. Un buen diseño de conducto (diámetro adecuado, pocos codos, trayecto corto) evita ruido excesivo y caídas de rendimiento. Los filtros deben mantenerse limpios para no bloquear el flujo.
Tipos de funcionamiento e instalación
Existen dos modos. Extracción al exterior: la campana conduce el aire hacia fuera a través de un conducto; es la opción más eficaz para expulsar humedad y calor. Recirculación: cuando no hay salida al exterior, la campana devuelve el aire a la cocina después de pasarlo por filtros antigrasa y de carbón activado que reducen olores. Ambos modos pueden coexistir según el modelo.
Las configuraciones de montaje más comunes son: pared (chimenea vertical), isla (sobre cocinas centrales), empotrables o telescópicas (integradas en muebles) y bajo mueble. La elección depende del diseño de la cocina, altura del techo y posibilidades reales de trazar un conducto con buen diámetro.
Guía rápida: dimensiones, caudal y altura
Para dimensionar, estima el caudal multiplicando el volumen de la cocina por 10 recambios/hora como punto de partida. En cocinas abiertas o con hábitos de fritura frecuente, eleva a 12–15. Si el ducto será largo o tendrá codos, prioriza modelos con mayor presión y diámetros amplios para compensar pérdidas.
En cuanto a altura de instalación, sitúa el borde inferior de la campana típicamente entre 55–65 cm sobre encimeras de gas y 50–60 cm sobre superficies eléctricas o de inducción (verifica el manual del fabricante). Mantener esta distancia favorece la captura del penacho de vapor sin comprometer la comodidad al cocinar.

Mantenimiento que marca la diferencia
La limpieza de los filtros antigrasa es clave. Si son metálicos, lávalos cada 2–4 semanas (mano o lavavajillas, según indique el fabricante). Los filtros de material no lavable deben sustituirse cuando se saturen. En recirculación, el carbón activado suele renovarse cada 3–6 meses, en función del uso.
También conviene pasar un paño sobre la carcasa y la zona de iluminación para evitar acumulaciones de grasa. Un mantenimiento regular reduce el ruido, mantiene el caudal real y alarga la vida del motor. Aprovecha para revisar el estado del ducto y las uniones si tu sistema es de extracción.
Errores frecuentes y cómo evitarlos
Un error habitual es elegir una campana sólo por aspecto sin considerar caudal, presión y diámetro del conducto. Prioriza modelos que especifiquen caudal útil y recomendaciones de instalación (diámetro mínimo, número de codos aceptable). Si tu cocina es abierta al salón, apunta a caudales mayores.
Otro fallo común es instalar demasiado alto o con filtros sucios. Ambas situaciones reducen notablemente la capacidad de captura. Ajusta la altura, mantén filtros limpios y usa la campana desde el inicio de la cocción, no cuando el humo ya es visible.
Diferencias clave con otros equipos
Conviene aclarar que es un extractor de cocina en sentido estricto: es un ventilador mural o de ventana que expulsa aire al exterior, pero no siempre integra sistema de filtrado de grasa ni campana de captura amplia. En cambio, las campanas suman captura, filtrado y, si aplica, recirculación, ofreciendo control más completo sobre humos y olores.
Si no puedes abrir un ducto al exterior, la recirculación es una alternativa válida. Asegúrate de contar con filtros de carbón de calidad y de seguir los intervalos de recambio. Aunque no elimina la humedad como la extracción, mejora claramente el confort y la higiene del ambiente.
Buenas prácticas de uso
- Enciende la campana 2–3 minutos antes de cocinar para establecer flujo de aire estable.
- Usa potencia media para cocciones suaves y alta para sellar o freír.
- Deja la campana encendida 5–10 minutos tras terminar para renovar el aire residual.
- Mantén cerradas puertas cercanas para dirigir el flujo hacia la campana.
- Evita reducir el diámetro del ducto o sumar codos innecesarios.
Señales para cambiar filtros
- Olor persistente incluso con uso frecuente.
- Aumento de ruido sin incremento de extracción.
- Superficies más grasosas que de costumbre.
- Indicadores de saturación (cuando existan).
Cuidados adicionales
- Revisa iluminación integrada y sustitúyela por tecnología eficiente cuando sea posible.
- Comprueba periódicamente las rejillas de salida al exterior (si aplica) para evitar obstrucciones.
Seguridad en la cocina
- Mantén distancia de seguridad con llamas y evita flambear bajo la campana.
- No cubras rejillas ni salidas; pueden recalentar el motor.
- Revisa que el cableado y la toma estén en buen estado.

Elegir e instalar bien una campana mejora la calidad del aire, reduce la limpieza posterior y aporta seguridad. Conocer sus componentes, diferencias entre extracción y recirculación y las necesidades reales de caudal te permite acertar desde el inicio.
Ahora que sabes cómo funciona una campana extractora, aplica las recomendaciones de instalación, mantenimiento y uso para disfrutar una cocina más limpia y silenciosa durante años.
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