A $10 mil se consiguen celulares de alta gama en el mercado negro

Tras un recorrido por la calle 13 con la Avenida Jiménez, durante más de seis horas, se pudo establecer que la venta de celulares robados es una de las actividades más conocidas en ese sector de la capital del país.


Es muy común escuchar historias sobre el hurto de estos aparatos electrónicos, en las que se evidencian distintas modalidades.

Una de ellas es el «cosquilleo» donde la víctima no logra percatarse de que lo están robando. Otra es el «raponeo»; la persona se encuentra hablando por el móvil o escribiendo algún mensaje de texto, y en un segundo le quitan el celular. La tercera, un de las más violentas, es cuando el delincuente recurre a las armas blancas para intimidar a sus víctimas. En algunos casos, hieren o matan a quien se resista.

Alias «El negro» es un joven de 29 años de edad, procedente del departamento del Chocó. Él es una de las tantas personas que se dedican al robo de celulares en el centro de la capital del país.

«El Negro», conocido por los comerciantes del sector, reveló cómo se venden los celulares robados en el llamado ‘mercado negro’.

«Si uno se roba un lote (10 celulares), no importa la marca que sea, uno le plantea el negocio al dueño del centro comercial. Él selecciona la mercancía; si sólo se queda con 5 celulares, uno le pide 200 mil pesos y ellos los arreglan… Le ponen carcasas nuevas y los revenden como nuevos… Ellos en sus negocios los ofrecen al cliente en 150 mil pesos cada uno», señaló.

Dijo que «me robo un celular y lo vendo en 10 mil pesos… Ellos (en el ‘mercado negro’) le cambian la carcasa y lo dejan nuevo, y luego lo venden hasta por 100 mil pesos», subrayó.

Según se indicó, uno de los problemas que enfrentan quienes roban un celular, es que el aparato sea reportado por su dueño.

De acuerdo con las autoridades, después de que un celular es reportado, este queda obsoleto. Afirmaron que lo único que se puede salvar es la tarjeta madre, pero advirtieron que este dispositivo electrónico sale del país y se vende a otras mafias de Ecuador y Venezuela.

El robo de celulares se convirtió en una mafia que cobra la vida de varios colombianos, señalan las autoridades.

Consideran que es un ‘mercado negro’ que deja millones de pesos en ganancias, y advierten que así exista la Ley 1453 de 2011, también conocida como Estatuto de Seguridad y Convivencia Ciudadana, que establece medidas para restringir la operación de celulares robados, esta mafia no se detendrá.

Tomado de: http://www.rcnradio.com

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