A propósito del Día sin carro, Soacha se compromete a cuidar la calidad del aire
Si bien es cierto la jornada del Día sin carro y sin moto busca disminuir sus estándares ambientales, la calidad del aire es otro de los temas pendientes que Bogotá tendrá que resolver con sus vecinos. Por eso ayer se firmó un acuerdo de voluntades para formalizar la Mesa Regional por la Calidad del Aire Bogotá-Cundinamarca-región.
El problema de contaminación ambiental en Cundinamarca no es de sólo Bogotá y Soacha, los municipios de la sabana también lo hacen en altas proporciones, por lo tanto es necesario tomar medidas urgentes para mejorar la calidad del aire.
La Mesa Regional por la Calidad del Aire Bogotá-Cundinamarca-región, aunque fue creada en 2008, no ha logrado unificar acciones conjuntas, por eso este miércoles los Ministerios de Ambiente y de Salud, el Ideam, la Gobernación de Cundinamarca, la Alcaldía de Bogotá y las administraciones locales de Cota, Cajicá, Chía, Facatativá, La Calera, Funza, Madrid, Mosquera, Nemocón, Sibaté, Soacha, Tocancipá y Zipaquirá firmaron el pacto y se comprometerán a concertar acciones a corto y largo plazo.
Con la firma del pacto se pretende unificar los protocolos de acción y optimizar los recursos financieros para la conformación de una mesa técnica que pueda evaluar el impacto de los focos de contaminación.
Para la Secretaría de Movilidad de Cundinamarca, el 60% de los vehículos que ruedan por el departamento no cumplen con los estándares permitidos en la emisión de gases contaminantes.
El pacto no significa, como dicen algunos, que se abra el camino para la creación del área metropolitana, se trata de un compromiso serio para descontaminar el aire que comparten alrededor de 15 millones de habitantes en Bogotá y sus alrededores.
Expertos en movilidad aseguran que es clave reducir el número de viajes habituales entre Bogotá y sus vecinos, y apostarle a sistemas integrados de transporte basados en el modo férreo, como el tren de cercanías. Así mismo plantean que los municipios de la sabana deben convertirse en puertos secos para que llegue el transporte de carga y se distribuya en vehículos más pequeños para su ingreso a la capital.
Para el caso del municipio de Soacha, resultados de los últimos estudios indican que se lanzan al aire 2.450 toneladas de gases contaminantes al año.
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