Acción popular para detener estación de gasolina en embalse de San Rafael fue aceptada

Los residentes del sector buscan proteger esta fuente de agua, que surte el líquido al 70% de Bogotá y los municipios aledaños.


Parece que la lucha de la Veeduría para la Cuenca Alta del Río Bogotá y de los habitantes de una vereda ubicada en el kilómetro 12 de la vía Bogotá-La Calera, para frenar la construcción de la estación de gasolina El Manantial muy cerca del embalse San Rafael, empezó a surtir efecto. El Tribunal Administrativo de Cundinamarca aceptó la acción popular interpuesta por abogados del consultorio jurídico de la Universidad de Los Andes en contra de la Corporación Autónoma Regional, la Alcaldía de La Calera, el Ministerio de Minas y Energía, y la sociedad Prolub Combustibles y Lubricantes.

La acción popular busca proteger los derechos al goce de un ambiente sano, seguridad y salubridad pública y la prevención de desastres previsibles técnicamente. Según los habitantes, el riesgo es muy alto, pues el embalse surte el líquido al 70% de Bogotá y los municipios aledaños y un eventual derrame de 4 litros de gasolina es suficiente para envenenar 3 millones de litros de agua.

La lucha de quienes se oponen a la construcción de la estación de combustible empezó en 2012, después de que se solicitara a la Alcaldía de La Calera le diera la licencia de construcción y a la Corporación Autónoma Regional (CAR), el permiso ambiental. En ese entonces, varias entidades, como la Secretaría de Gobierno de Bogotá y la Empresa de Acueducto de la ciudad, anunciaron que podría existir un alto peligro por la construcción de esta obra.

El 26 de junio de 2013, el secretario de Planeación del municipio, William Alberto Jiménez, otorgó a María Lilia Pérez Rodríguez, dueña del predio, la licencia número 116 para “demolición parcial, ampliación y adecuación de uso para una estación de servicio”. A pesar de esto, la licencia fue condicionada al cumplimiento del programa de manejo ambiental. La CAR hizo inspecciones en la zona y emitió un auto en el que aseguró que no era posible construir la estación de gasolina, pues es una zona de reserva de la cuenca del río Bogotá y hay un nacimiento de agua.

Con este hecho, los opositores iniciaron un proceso legal, que le pidió como medida previa la suspensión provisional de la licencia mientras se solucionaba este problema. Sin embargo, el Ministerio de Ambiente sacó la resolución número 130 del 31 de enero de 2014, sobre realinderamiento de la zona de reserva forestal de la cuenca del río Bogotá. En ese documento excluyó de la zona de reserva un gran número de propiedades, entre ellas el sitio de disputa.

La CAR, entonces, expidió la resolución 130 del 21 de mayo, en la que levantó la restricción para adelantar la obra. Ante ese panorama, los ambientalistas y defensores de este espacio decidieron interponer una acción popular, que fue presentada al tribunal administrativo de Cundinamarca para impedir el funcionamiento y distribución de combustible en ese sector y que ahora es aceptada por el alto.

Actualmente, la Corporación Autónoma Regional (CAR) está evaluando el plan de consistencia presentado por los operadores de la bomba, para que establezcan acciones si existe un riesgo de contaminación. Vale la pena recordar que la administración de La Calera y la propia CAR permitieron la construcción de dicha estación de servicios.

Fuente: Elespectador.com

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