Aplazar, un verbo de moda
Si algo esperaban con optimismo los habitantes de diferentes sectores del municipio de Soacha que apoyaron la campaña del alcalde Juan Carlos Nemocón M, e incluso muchos que no la apoyaron, era la rendición de cuentas del gobierno de la administración “Bienestar para todos” que estaba prevista para el día 17 de Agosto. Sin embargo, por razones “logísticas”, el acto se debió aplazar.
Los seguidores de la actual administración y los ciudadanos en general no se habían sobrepuesto de esa noticia cuando la prensa nacional anunció que la entrada en servicio del TM para fin de año se debía aplazar. Esta vez se denunció que presuntas irregularidades en la adjudicación de la licitación para la contratación del traslado de las redes de servicios, podría postergar la entrega de las obras y los inicios de las operaciones.
Días antes, quizá un mes y medio atrás, se informaba que la entrega de las obras de la sede de la Institución Educativa Municipal las Villas sede “Varón del Sol” también se debía aplazar; según los contratistas, porque no se les había pagado, y según los responsables de la administración, por asuntos o causas inherentes al diseño del proyecto. Y ni qué decir de la sede “La fábrica” de la misma Institución. Hace algo más de dos años que las obras se tuvieron que suspender y la entrega prevista en el contrato se debió aplazar…..indefinidamente.
Pero no sólo las obras que requiere el municipio con urgencia para el bienestar de los ciudadanos han sido objeto de sistemáticos aplazamientos. Luego de un año, el premio de 25 millones de pesos ofrecido por el Alcalde a las Juntas de Acción Comunal que ganaran el concurso al barrio mejor embellecido aún no se ha hecho realidad. Por lo visto la entrega del premio también se debió aplazar.
Vale la pena recordar que cuando se terminó el contrato entre la Universidad de Cundinamarca y Colsubsidio para la prestación del espacio donde funciona la Biblioteca Pública, se acordó trasladar los libros a las instalaciones de la Casa de la Cultura, pero por razones que muy pocos o nadie conoce, el traslado también se debió aplazar.
El secretario de Gobierno Oscar Giovanni Ramírez, quien durante su posesión se comprometió a recuperar el espacio público y a reubicar a los vendedores “ambulantes”, que ya no son ambulantes sino permanentes, luego del inició de algunas campañas de sensibilización y nuevas propuestas de recuperación y operativos, sin ninguna explicación para la ciudadanía, la recuperación y la reubicación se debió aplazar…indefinidamente.
Incluso, hasta la sanción disciplinaria impuesta por la Personería Municipal de Soacha al secretario de educación Juan Miguel Méndez Molano en razón a su incapacidad médica, también se debió aplazar.
Así mismo hay otras obras que se han venido postergando en algunos casos indefinidamente, a pesar de su importancia para colmar la paciencia de los ciudadanos. También se ha sabido que las Estaciones de Policía que se habían comprometido a construir en cada comuna del municipio, producto de un acuerdo interinstitucional según un informe de prensa, también se tuvieron que aplazar…indefinidamente.
Y hasta la conmemoración de la Independencia de Cundinamarca de debió aplazar, pues siendo un acontecimiento que cronológicamente ocurrió el 16 de Julio, se terminó conmemorando el 16 de agosto, es decir un mes después.
angelhumbertotarquino@yahoo.es
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