Atracción fatal I » Los Ungidos»

“El humorista no hace otra cosa que detectar las incoherencias de la vida real y enfocarlas con una sonrisa para que el prójimo también las vea”

Millor Fernandes


Aunque la lista de precandidatos a la alcaldía de Soacha es bastante larga, tan larga que casi no cabría intentar escribirla en un rollo de papel higiénico familia, casi duplica la lista de aspirantes de cualquier partido político al concejo municipal, sólo unos pocos serán los ungidos.

La actual lista se parece mucho no sólo en el número sino en los nombres a la que logré diseñar hacia fines de año recogiendo los comentarios de las tertulias, los corrillos y las propias declaraciones de algunos que hoy están tras la unción. El sencillo ejercicio lo realizaba justo cuando se produjo la suspensión temporal del alcalde, suspensión que dicho sea de paso, también produjo en su momento un alud anticipado de aspirantes a reemplazarlo en el cargo, aunque fuese transitoriamente como en efecto ocurrió.

Durante los últimos años, el cargo a la alcaldía se ha ido pareciendo cada vez más a los imanes que recogen la chatarra en los grandes hornos de fundición, en los que todos los hierros viejos, oxidados y corroídos como algunos de los actuales candidatos, se sienten atraídos por su magnética fuerza, porque una buena parte de ellos ya son justamente eso, chatarra. Debo confesar que yo también he sentido la misma atracción cuando paso frente a ella.

En estos días pasé por ahí, y en efecto también me sentí atraído. Como no pude resistir la fuerza de su mágica y magnética atracción, me dispuse a entrar, y cuando se me requirió presentar mi identificación y someterme a la consabida requisa, por un momento pensé que no era posible, que luego de 40 años de ingresar a este sitio, como lo hago a mi casa, debía identificarme y aceptar la requisa de rigor.

En fin, ingresé, salude a varios empleados y luego de permanecer por espacio de unos minutos, me dispuse a salir cuando me encontré con un alto funcionario al cual le expresé mi sorpresa y asombro y le hice la siguiente reflexión: “No entiendo por qué piden identificación y someten a requisa a los ciudadanos, yo creo, le dije al funcionario con un dejo de ironía, que la identificación y la requisa se debería realizar a la salida y no a la entrada a la alcaldía, para que nadie, absolutamente nadie se lleve nada que le pertenezca al municipio”. El funcionario y dos policías que se encontraba cerca y escuchaban mis palabras, soltaron la carcajada.

Pero volviendo al tema que me ocupa, realicé una breve revisión de los estatutos de la mayoría de los partidos, y lo primero que me llamó la atención es que casi ninguno de ellos, por no decir que todos, no contiene ningún procedimiento o mecanismo en sus estatutos que establezca la forma para que sus electores puedan escoger sus candidatos.

Ello lleva concluir sin mucha dificultad que al final los nombramientos serán hechos por el más secular método de la dedocracia no obstante el desarrollo de la participación política. Las primeras víctimas de este machista método serán las mujeres que aspiran a recibir la unción.
El método de la dedocracia, del cual no son muy amigos las precandidatas y tampoco varios precandidatos, no tendrá acogida porque a ellas no les produciría la satisfacción deseada y el temor de los precandidatos a tan maniático método de la dedocracia se explica por el simple hecho de que se pueda parecer al indeseable examen de la próstata.

Continuará, y no se sabe hasta cuando, prevaleciendo al interior de los partidos la antidemocracia, el tráfico de influencias y el poder del dinero.

El consenso en estos partidos se impone con los de arriba y no con los de abajo, es decir con los electores. Las encuestas, aunque manipulables, tampoco son atractivas a no ser que sean para medir la imagen de las precandidatas como en los reinados de belleza, y de la consulta ni hablar.

A consulta irán sólo aquellos que después de la unción resulten quemados. Espero que ninguno presente quemaduras de tercer grado para que luego les de la ocasión de demandar al municipio por dejarlos jugar con pólvora. La política suele ser explosiva; y quienes insistan en este mecanismo, seguramente querrán saber si al menos cuentan con el apoyo de sus esposas o sus esposos para que les alivien las quemaduras.

angelhumbertotarquino@yahoo.es

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