Brasil aumenta explotación ilegal de madera en amazonía colombiana
Pará, el estado amazónico desde el que se exportaron los miles de cargamentos de madera sin control, es un foco de deforestación. Brasil exportó miles de cargamentos de madera desde un puerto amazónico sin autorización de la agencia federal de medio ambiente durante el pasado año, aumentando el riesgo de que fueran procedentes de tierras deforestadas ilegalmente, dijeron a Reuters dos fuentes con conocimiento del asunto.
Pese a un alerta de las autoridades aduaneras de Europa y Estados
Unidos a Brasil sobre el tema, el presidente de la agencia ambiental
brasileña (Ibama, por su sigla original) cambió las regulaciones para
eliminar las autorizaciones de exportación previamente requeridas, según
un documento interno visto por Reuters.
Los cambios realizados
por el presidente de Ibama, Eduardo Bim, invalidaron la opinión técnica
de cinco analistas de la agencia, que argumentaban que las
autorizaciones de exportación deberían permanecer en vigor.
Las
dos fuentes del Ibama, que han trabajado directamente en la inspección
de la madera y que hablaron bajo la condición del anonimato por miedo a
las repercusiones profesionales, dijeron que los cambios debilitan aún
más la capacidad de Brasil para controlar la exportación de madera
deforestada ilegalmente.
La agencia respondió a las preguntas de
Reuters con una descripción técnica detallada del proceso actual de
exportación de madera, sin mencionar la necesidad previa de una
autorización separada del organismo.
El Ibama se refirió a las
autorizaciones de exportación otorgadas por la Dirección General de
Impuestos Federales, diciendo que sólo se conceden después de hacer una
referencia cruzada con el sistema de supervisión de la madera del país
para verificar que es de origen legítimo. El organismo todavía puede
hacer inspecciones puntuales de los cargamentos de madera destinados a
la exportación, dijo.
Pará, el estado amazónico desde el que se exportaron miles de cargamentos de madera sin control, es un foco de deforestación.
Durante
los 12 meses hasta julio de 2019, Pará representó el 40% de toda la
deforestación ilegal de la Amazonia brasileña, según datos del Gobierno.
Los 3.862 kilómetros cuadrados destruidos allí en un año representan un
área similar al archipiélago africano de Cabo Verde y superior al
estado estadounidense de Rhode Island.
El Amazonas es la selva
tropical más grande del mundo y su protección se considera vital para
frenar el cambio climático debido a la gran cantidad de gases de efecto
invernadero que absorbe y almacena.
La destrucción de la Amazonia
aumentó el año pasado, provocando protestas mundiales, y algunos
líderes extranjeros y ecologistas culparon a las políticas del
presidente Jair Bolsonaro por alentar la acción de madereros, ganaderos y
especuladores de tierras ilegales.
Bolsonaro ha dicho que es
injustamente demonizado y el hecho de que gran parte de la Amazonia siga
en pie muestra que Brasil es un modelo de conservación.
Fuente. Agronegocios
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