Cundinamarca será pionera en el lanzamiento del primer satélite ambiental de Colombia
Cundinamarca se prepara para dar un paso histórico en la gestión y protección del medio ambiente.
En un contexto donde la innovación tecnológica y la sostenibilidad se han convertido en prioridades globales, las autoridades de Cundinamarca anunciaron que liderarán el desarrollo del primer satélite colombiano especializado en monitoreo ambiental.
Se trata de un proyecto de gran envergadura que busca transformar la manera en que se observa, analiza y protege el territorio, marcando un antes y un después en las políticas ambientales del país.
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El anuncio oficial se realizó durante la Cumbre Internacional de Sostenibilidad e Innovación Ambiental 2025, un escenario en el que confluyeron autoridades, expertos y representantes de diferentes países para discutir los retos y oportunidades que plantea la crisis climática. Allí se presentó esta iniciativa que cuenta con el respaldo de Noruega y Emiratos Árabes Unidos, países que aportarán conocimiento, cooperación técnica y financiamiento para hacer realidad el satélite, que será diseñado en 2026 y se espera entre en operación en 2028.
De acuerdo con Alfred Ignacio Ballesteros, director de la CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca), este proyecto no solo representa un logro en materia tecnológica, sino que refleja la importancia de la cooperación internacional en la protección del medio ambiente.
Ballesteros subrayó que se trata de un ejercicio conjunto que permitirá al departamento acceder a nuevas capacidades científicas y consolidar un modelo innovador de monitoreo satelital.
¿Qué hará el satélite ambiental de Cundinamarca?
El satélite será una herramienta clave para la vigilancia del territorio. Contará con tecnología de última generación, incluyendo sensores ópticos, sensores de radar y analítica avanzada, lo que garantizará la obtención de información confiable incluso en condiciones climáticas adversas, como en presencia de nubosidad o variabilidad atmosférica.
Entre sus principales funciones se destacan:
- Fortalecer la gestión del riesgo en tiempo real, ofreciendo información oportuna para responder a emergencias naturales.
- Reconocer y monitorear ecosistemas estratégicos, vitales para la biodiversidad y el equilibrio ambiental.
- Apoyar la protección de los recursos hídricos y la biodiversidad, con datos actualizados para la toma de decisiones.
- Contribuir a la mitigación y adaptación frente al cambio climático, mediante información clave para las políticas ambientales.
La directora de la Agencia Espacial Colombiana, Pilar Zamora, afirmó que esta herramienta será determinante para observar el comportamiento de los territorios y garantizar que las decisiones en materia ambiental se tomen de manera oportuna y con respaldo científico.
Cooperación internacional
El proyecto cuenta con un fuerte respaldo internacional. Hauglie-Hanssen, director de la Agencia Espacial de Noruega, resaltó que el intercambio de conocimiento será esencial para el éxito de la misión, mientras que H. E. Salem Almarri, director del Centro Espacial de Emiratos Árabes Unidos, destacó que el satélite permitirá a la CAR “cuidar el medio ambiente desde el espacio”.
Estas alianzas reflejan no solo la confianza internacional en la capacidad de Colombia para desarrollar proyectos de alto impacto, sino también la necesidad de aunar esfuerzos globales para enfrentar la crisis climática.
Impacto en Cundinamarca y el país
La puesta en órbita del satélite beneficiará directamente a los 104 municipios bajo la jurisdicción de la CAR, brindando datos y herramientas que facilitarán la gestión sostenible del agua, el manejo de la biodiversidad y la adaptación a fenómenos relacionados con la variabilidad climática.
El alcance del proyecto no se limita al monitoreo desde el espacio. Se complementa con otras iniciativas en marcha, como la alianza entre la CAR, Corpoguavio y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). A través de esta articulación se está promoviendo la creación de brigadas forestales comunitarias en municipios como Huasca, Guatavita, La Calera y Sopó, con el objetivo de prevenir incendios y fortalecer la protección de corredores ecológicos estratégicos, entre ellos los del agua y el oso andino.
Para el representante del PNUD en Colombia, Claudio Tomasi, este trabajo conjunto busca garantizar la supervivencia de cerca de 17 millones de personas que dependen directamente de estos ecosistemas. En sus palabras, “el agua es vida” y su cuidado resulta indispensable para la sostenibilidad de la región y del país.
Un paso hacia el futuro ambiental de Colombia
Con esta iniciativa, Cundinamarca se consolida como un referente en la aplicación de tecnología espacial para la gestión ambiental. El satélite no solo permitirá vigilar desde el espacio la riqueza natural del departamento, sino que será una herramienta estratégica para enfrentar los desafíos del cambio climático y proteger la biodiversidad.
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La visión es clara: combinar ciencia, innovación y cooperación internacional para garantizar que las generaciones futuras hereden un territorio resiliente, sostenible y con recursos naturales protegidos.
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