El presidente dejará contratada una obra que cambiaría la forma de moverse en Bogotá y Cundinamarca.

La movilidad en Bogotá y Cundinamarca sigue siendo uno de los mayores retos urbanos del país. En medio de debates persistentes sobre el futuro del transporte público, el presidente Gustavo Petro volvió a poner sobre la mesa una de sus propuestas más emblemáticas como exalcalde: una red de tranvías que conecte a la capital con municipios vecinos como Zipaquirá, Soacha y Facatativá.

A través de un mensaje en su cuenta de X, el mandatario aseguró que durante su periodo como alcalde se dejaron listos cuatro estudios técnicos en fase de factibilidad para desarrollar corredores férreos como alternativa al modelo de buses articulados. Según explicó, estos estudios aún están vigentes.

Los corredores propuestos incluirían una línea por la carrera Séptima hasta Zipaquirá; otra por la avenida 68, desde la calle 100 hasta la avenida Boyacá; una ruta hacia Facatativá por el occidente de la ciudad; y una conexión desde un futuro metro subterráneo hasta la estación férrea de Soacha.

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A pesar de esta visión, Petro señaló que la administración de Enrique Peñalosa detuvo estos proyectos en favor de nuevas troncales de TransMilenio, a las que calificó como “sucias, ineficientes y urbanicidas”.

En el caso específico del trayecto hacia Zipaquirá, el presidente indicó que la Gobernación de Cundinamarca fue el único actor que logró conservar parte de la propuesta, aunque en una versión debilitada. Ante esto, planteó entregar formalmente al departamento la responsabilidad de esos corredores y cofinanciar su construcción mediante vigencias futuras.

La propuesta contempla que la línea a Zipaquirá se conecte con la Séptima hasta la calle 19 en el centro de Bogotá, donde podría integrarse con el sistema metro. Asimismo, el presidente instó al alcalde Carlos Fernando Galán a considerar la reconversión de las troncales de la avenida 68 y Soacha en corredores férreos.

Tranvía Zipaquirá – Bogotá quedará contratado

El presidente Gustavo Petro manifestó públicamente su interés en dejar firmado el contrato del tranvía entre Zipaquirá y Bogotá antes de que termine su mandato, a finales de 2025. Su intención es blindar el proyecto para que no pueda ser reversado por futuros gobiernos, como ocurrió con otros grandes planes de infraestructura en el pasado.

En un reciente discurso, el mandatario de los colombianos describió esta obra como una solución de transporte “limpia, rápida y digna”, que permitirá conectar municipios de la Sabana con el centro de Bogotá en menos de una hora.

Según el mantario, para su gobierno es una prioridad firmar el contrato en 2025 bajo el esquema de vigencias futuras, el mismo mecanismo que permitió asegurar el financiamiento del Metro elevado de la capital del país.

“El tiempo se agota”, advirtió Petro, al subrayar que no se trata solo de un proyecto de movilidad, sino también de planificación del territorio, acceso al agua, y protección ambiental. Según Petro, este tipo de infraestructuras deben pensarse como instrumentos para frenar la expansión urbana desordenada y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.

Bogotá Humana le entregó a Bogotá cuatro estudios en estado de factibilidad en 4 ejes de tranvías que se conectarían al metro subterráneo a diversos puntos: troncal séptima desde el centro hasta Zipaquirá, troncal 68 desde la calle 100 con séptima hasta la Boyacá con 68, la…

— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 14, 2025

Aunque no se han revelado detalles técnicos del “tranvía”, todo apunta a que la propuesta de Petro se alinea directamente con el Regiotram del Norte, que ya está en curso bajo la administración departamental y nacional. La gran diferencia estaría en la urgencia con que el presidente quiere dejarlo contratado y financiado antes de cerrar su periodo. Cabe mencionar que para el Regiotram de Occidente ya se entregó el corredor férreo.

Una apuesta por el futuro de la Sabana

Si bien la conexión férrea entre Zipaquirá y Bogotá no es una idea nueva, la presión del presidente Petro por materializarla antes de 2026 ha reactivado el debate público sobre su viabilidad, el costo y su impacto urbano.

Por ahora, el proyecto del Regiotram del Norte se mantiene como uno de los pilares del plan de movilidad regional, y su avance depende de que se firme la cofinanciación entre el Gobierno Nacional, la Gobernación de Cundinamarca y el Distrito. La expectativa está puesta en lo que ocurra en los próximos 12 meses: si se concreta el contrato, la región podría estar más cerca de contar con un sistema de transporte moderno, ambientalmente responsable y verdaderamente transformador.

¿De qué se trata el Regiotram del Norte?

El Regiotram del Norte es uno de los proyectos de transporte más ambiciosos para Bogotá y Cundinamarca. Se trata de un sistema ferroviario 100 % eléctrico que busca conectar a Zipaquirá, Cajicá y Chía con el centro de la capital, a través de un corredor de casi 49 kilómetros de longitud.

Según el diseño inicial, este tren de cercanías contará con cerca de 17 estaciones, distribuidas en Bogotá y municipios de la Sabana, y tendría la capacidad de movilizar hasta 189.000 pasajeros diarios, reduciendo el tiempo promedio de viaje entre Zipaquirá y Bogotá de más de dos horas a solo 40 minutos o una hora.

La obra utilizará parte de la infraestructura férrea existente, pero incluirá nuevos puentes peatonales y vehiculares, estaciones elevadas y otras adaptaciones urbanas. El sistema será exclusivamente para pasajeros, y ya se confirmó que el transporte de carga se realizará por una vía paralela independiente.

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Entre sus beneficios también se destaca la reducción de emisiones contaminantes, ya que se espera que la operación del Regiotram del Norte evite la emisión de cerca de 60.000 toneladas de CO₂ cada año, convirtiéndolo en una apuesta central por la movilidad sostenible en la región.

Actualmente, el proyecto se encuentra en fase de estructuración técnica y financiera. Se prevé que la viabilidad completa sea aprobada en julio de 2025, y que el contrato de obra se adjudique en 2027. La construcción arrancaría entre 2028 y 2029, con entrada en operación hacia 2031.

Foto: Montaje – Pixabay y Presidencia de la República

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