Procuraduría propone política pública para proteger el arte urbano en Bogotá
En Bogotá, donde los muros se han convertido en lienzos de protesta, memoria y arte, la Procuraduría propuso crear una política pública que proteja el grafiti y reconozca su valor como expresión cultural, dejando atrás su estigmatización como vandalismo.
En una ciudad donde los muros hablan, la Procuraduría General de la Nación puso sobre la mesa una propuesta para que, en lugar de ser silenciados, esos mensajes coloridos y contestatarios reciban el respaldo del Estado.
Durante la primera mesa interinstitucional sobre arte urbano, el organismo de control planteó la necesidad de crear una política pública que proteja el grafiti en Bogotá y reconozca su valor artístico y cultural.
La reunión convocó a representantes de distintas entidades distritales, entre ellos miembros del equipo de espacio público de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, funcionarios del Instituto Distrital de las Artes (IDARTES), y delegados de la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Derecho de Autor.
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También estuvo presente Rafael Núñez, un reconocido vocero de los artistas grafiteros, quien llevó la voz de quienes muchas veces trabajan al margen de la legalidad, no por elección, sino por falta de normativas claras.
La Procuraduría insistió en la urgencia de actualizar la normativa vigente para permitir una práctica responsable del grafiti, ordenada y respetuosa del espacio público, pero también protectora del trabajo de los artistas urbanos.
La propuesta incluye el fortalecimiento de herramientas jurídicas que permitan la defensa de estas obras frente a su destrucción injustificada, así como la diferenciación clara entre manifestaciones artísticas y actos vandálicos.
“El grafiti no es crimen, es expresión”, fue uno de los mensajes que surgió de la mesa, donde se destacó la necesidad de acabar con la estigmatización que pesa sobre los grafiteros.
Para el Ministerio Público, reconocer el grafiti como parte de la identidad bogotana es un paso clave hacia una ciudad más incluyente y culturalmente diversa.
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Además del componente normativo, se solicitó mayor apoyo institucional para los artistas, rutas claras para el ejercicio de sus derechos de autor y garantías para evitar procedimientos excesivos que limiten la libre expresión en el espacio urbano.
Con esta iniciativa, la Procuraduría busca que Bogotá avance hacia un modelo que respete tanto el derecho ciudadano al espacio público como la libertad creativa que por años ha teñido sus calles de crítica, arte y memoria.
Foto: Procuraduría General de la Nación
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