Debatido proyecto por monopolio de licores
El diálogo se generó en torno al proyecto de Ley que busca permitir una mayor competencia y unificar los tributos entre licores nacionales e importados, pues las tarifas se modificarían con un impuesto al consumo por un tributo de 200 pesos por grado de alcohol y un 25% según el valor, sobre el precio final del producto.
Durante el Foro de Licores que se llevó a cabo en la Universidad Javeriana, analistas y representantes del gremio expusieron sus puntos de vista sobre el Proyecto de Ley 189 de 2016 del Senado: “Por el cual se fija el régimen propio del monopolio rentístico de licores destilados, se modifica el impuesto al consumo de licores, vinos, aperitivos y similares, y se dictan otras disposiciones”.
Para el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, el articulado dentro de la Ley determina una pérdida en el mercado de los productos insignia de la Empresa de Licores de Cundinamarca, a lo que agregó que por este hecho, el departamento dejaría de recibir una cantidad cercana a los 250 mil millones de pesos en los próximos seis años, lo que generaría un hueco fiscal en el sistema de seguridad social, teniendo en cuenta que es dinero que aporta a la salud de los cundinamarqueses.
Sin embargo afirmó que espera puedan “ser incorporadas unas salvaguardas que garanticen, que el departamento no vaya a perder esa cantidad tan importante y podamos reducir ese impacto quizá a cero”.
Por otro lado, según Guillermo Botero, presidente de Fenalco, con la Ley se esperaría un alza desmedida en los precios de licores como el aguardiente, lo que genera un problema directamente relacionado con el aumento del contrabando. Y afirmó que “en la medida en que se suba el impuesto, empieza a bajar el recaudo y se crean incentivos para el contrabando”.
Para el representante de Asovinos, Nelson Izaciga León, el proyecto viola principios fundamentales como la proporcionalidad, la igualdad y la racionabilidad, porque considera que no hay equidad tributaria al tratar temas disimiles de forma igualitaria. Debido, según él, a que la carga tributaria para el vino seria de un 238% mientras que hay botellas de champagne que pagan $3.000 de impuesto.
Ángela Vega Gómez
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