Diez expertos responden: ¿qué le espera a la Bogotá del 2018?
Durante el 2018, Bogotá contará con el mayor presupuesto de su historia: $ 20,9 billones. La cifra permite creer que de enero a diciembre se vivirá una dinámica de desarrollo, según distintos analistas.
Tras dos años desde la llegada de la actual Administración, la ciudadanía espera que en los dos siguientes el Distrito no solo esté en obra sino en consolidación de proyectos. Algunos tan neurálgicos como la renovación de la flota de la fase uno de TransMilenio, la definición de las condiciones finales para la troncal de la carrera 7.ª, así como la puesta en marcha de los nuevos semáforos, el parqueo en vía y el nuevo esquema de aseo figuran entre los desafíos complejos.
Por si fuera poco, un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial debe ser promulgado antes de diciembre, y este será la brújula para los años venideros. La responsabilidad con este documento es tal que definirá si Bogotá se queda con un modelo del siglo XX o avanza hacia una ciudad sostenible, metropolitana y amigable con la gente, tal como lo plantea la Agenda Urbana definida por ONU-Hábitat (2016).
Pero una urbe no es solo infraestructura y cemento, por lo que los logros en educación deben ser mantenidos y a la vez aumentados, poniendo énfasis en la matrícula en etapas tempranas y secundaria, sin descuidar el acceso a la educación superior, renglón con el que la capital aún se encuentra en deuda. La seguridad, sector con el mayor aumento en inversión de recursos, debe seguir en mejoría, como lo ha hecho en años previos. Además, el incentivo de la economía local a partir de las fortalezas conocidas debe conjugarse con una apuesta por la economía naranja o de la creatividad, aspecto en que el Gobierno se ha mostrado interesado.
Finalmente, los expertos sostienen que el 2018 traerá una oferta cultural variada e internacional, en interacción con países de la región y de Europa. Como se puede notar, los analistas coinciden en que serán 365 días para evaluar, discutir y calificar. Un tiempo bisagra de cara al futuro. Esto dicen los expertos.
El año de la innovación urbana
Mónica de Greiff, presidenta de la cámara de comercio de Bogotá.
Con el presupuesto más alto que haya tenido la Administración Distrital, la ciudad verá la entrega de obras necesarias para mejorar la calidad de vida de una parte importante de la población; el diseño de otras que contribuirán a mejorar la movilidad; y la contratación de otras fundamentales para la integración y competitividad regional.
Será el año para concretar apuestas novedosas de renovación urbana que con una clara visión económica deberán posicionar a Bogotá como una ciudad creativa. Es el caso del Distrito que alojará algunas de las industrias creativas más dinámicas de nuestra economía en la zona del antiguo ‘Bronx’.
Como miembro de la Alianza Best Cities que la reconoce como una de las mejores ciudades para realizar eventos de talla mundial y después de acoger encuentros globales como la Cumbre de Premios Nobel de Paz y One Young World, Bogotá debe capitalizar ese gran esfuerzo, y consolidar el posicionamiento internacional que hemos logrado.
Bogotá ha hecho notables esfuerzos para reducir la pobreza y la miseria, pero son insuficientes. Por eso, la importante dinámica empresarial y el impulso económico derivado de la inversión público privada que observaremos este año, deben generar verdaderas oportunidades de empleo digno e inclusión de poblaciones marginadas. Además deberá consolidar los proyectos orientados a mejorar la cobertura y calidad a los servicios de salud y el acceso a la educación.
Esto supone dos grandes retos para la Administración: formular participativamente un adecuado Plan de Ordenamiento Territorial que reconozca y promueva la vocación productiva de nuestra región, y reforzar los esfuerzos para comunicar adecuadamente todas estas iniciativas a la ciudadanía, involucrarla en su apropiación y hacerla partícipe de las transformaciones que vivirá nuestra capital.
Luis Ángel Guzmán, director Grupo SUR, Universidad de los Andes.
Luis Ángel Guzmán, director del grupo de Estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR), de la Universidad de los Andes, señala que hoy la gente quiere ver ejecución y ver que las cosas ya se están haciendo en términos de infraestructura del transporte. En esa medida están entre de los principales retos que tiene la Administración Distrital para este año sacar adelante la licitación de la primera línea de metro, empezar la construcción de TransMilenio por la carrera 7.ª y cambiar la flota de buses de la fase uno de TransMilenio.
Aunque tiene su reserva por ser un metro elevado, puntualiza que “ya la decisión de que es en superficie está tomada y lo peor que puede pasar es que no se haga nada”, agregó Guzmán.
El cambio de flota de la fase uno, apunta el experto, no solo es para mejorar las condiciones de los buses sino que tiene que ver con el tema ambiental, y en este caso la Administración Distrital fijó como uno de los requisitos para los oferentes de buses que estos deben contar con tecnología que cumpla mínimo con la norma de estándar ambiental Euro V y la norma colombiana. “Este cambio de la flota es superclave para la ciudad, en lo concerniente a mejorar los índices de contaminación y movilidad”, manifestó Guzmán.
Existen, finaliza el analista, otros proyectos que se deben sacar adelante como el cobro en vía, la nueva semaforización, adecuar y habilitar nuevas ciclorrutas y vías seguras para el peatón, y seguir con la baja en el número de muertos en accidentes de tránsito. A propósito, una de las grandes meta en el sector vial será lograr reducir la muertes en siniestros viales en un 15 por ciento en el 2019.
Un año sombrío y de promesas incumplidas
Celio Nieves, concejal del Polo Democrático.
El panorama para el 2018 es sombrío. Hoy no se conoce el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), y se siguen omitiendo los conceptos emitidos por expertos que sustentaron la declaratoria de la Reserva forestal Thomas van der Hammen en 2011. A esto hay que sumarle que con operación del nuevo esquema de aseo por un valor superior a los $ 4,8 billones y que fue adjudicado por 8 años, no se tuvo en cuenta el fin de la vida útil del relleno sanitario de Doña Juana.
Esto con el argumento de que no existen alternativas al enterramiento y que no se cuenta con sitios para disponer los residuos, justificando el funcionamiento del relleno por varias décadas más, a costa del detrimento de la calidad de vida y de la salud de los habitantes de Usme y Ciudad Bolívar, quienes han soportado esta situación durante 30 años.
En cuanto a la agenda educativa hay promesas incumplidas, puesto que de los 30 colegios nuevos en lotes nuevos que Peñalosa prometió solo se han entregado dos, los cuales venían en proceso de contratación con la anterior Administración. Los datos de matrícula del preescolar de los últimos dos años demuestran que bajó del 97 por ciento al 82 por ciento, así como la matricula oficial general. Frente a la supuesta avalancha de obras nuevas y el diseño de otras tantas, con lo que se proyecta invertir más de 9 billones de pesos en el 2018, son proyectos que constituyen más un pliego de buenas intenciones que un programa objetivo de realizaciones. Y si no se ponen en ejecución estas obras, la administración Peñalosa pasará a la historia como el gobierno de mayores promesas incumplidas.
‘Esperamos que sea un nuevo paradigma’
Nelson Cubides, concejal del partido Conservador.
“Este año Bogotá tiene un reto, ejecutar el presupuesto de $ 20,9 billones, el más alto de su historia”, advierte el concejal Nelson Cubides. Y llama la atención sobre los temas de seguridad y movilidad como los sectores que a su juicio tienen más expectativas.
Dice que seguridad “tuvo un crecimiento en la asignación económica del 45 por ciento frente al 2017, lo que esperamos se refleje significativamente en la disminución de la tasa de homicidios, riñas y especialmente el hurto en las calles y en el transporte”.
Para el 2018 alerta sobre el caos de la movilidad y señala que puede ser más dramático. “Sin embargo deben quedar adjudicadas grandes obras como el metro, TransMilenio por la 7.ª, las avenidas Alsacia-Tintal-Bosa; la Longitudinal de Occidente (ALO), etc.”.
Por eso considera que la clave es que “la movilidad puede mejorar, pero el tráfico no necesariamente”, y que para ello se requiere “un menor uso del vehículo particular y más medios alternativos”.
Recuerda que en el 2017 quedó aprobado el Acuerdo n.° 663 de su autoría, “que promueve el uso de medios de transporte sostenibles, con el fin de generar la racionalización a la protección del medioambiente y contribuir a una movilidad socialmente responsable con la ciudad”. Asimismo, el Plan de Ordenamiento Territorial debe proyectar la ciudad del futuro.
“Todos esperamos que la administración Peñalosa dé el nuevo paradigma de ciudad sostenible en América Latina”.
Hay que fortalecer la vida digna desde el arte
Don Popo Ayara, líder cultural y actual candidato al Senado.
Para Don Popo, líder y gestor cultural reconocido por su trabajo en zonas vulnerables de Bogotá, los creativos y colectivos artísticos han tenido un crecimiento alto en los últimos 20 años, en cuanto “a prácticas, emprendimientos culturales individualizados y autónomos en las periferias y barrios marginalizados”.
Esto, apunta, ha sido posible gracias al respaldo de las administraciones distritales.
“Pero la expectativa de generar un proyecto de vida digna desde el arte social, de fortalecer sus empresas, microempresas, emprendimientos, productos y obras creativas no se ha cumplido. No hay recursos significativos permanentes y continuos que sostengan o respalden del todo a este grupo poblacional”, advierte.
Sobre la actual administración, dice que “hay una gran insatisfacción de estos sectores de base, creativos y líderes de la transformación social. Insatisfacción con los recursos que invierte la Alcaldía”.
Frente a lo anterior, sostiene que por lo general los gestores que han trabajado desde su esquina de barrio han generado la conciencia y la necesidad de agruparse, unirse y sumarse como un solo movimiento, como “una misma plataforma y que no solo esté aportando a la ciudad desde su quehacer artístico y cultural sino que empiece a aspirar al poder político electoral. Esto para poder acceder a las instituciones públicas, a las instituciones del poder político y desde ahí empezar a garantizar que haya oportunidades y recursos, e inversiones para el fortalecimiento”.
“Necesitamos que la ciudad y el país se sigan desarrollando desde la población y los seres que lo habitan y sus expectativas, sus cosmovisiones, desde ahí empezar a construir la Bogotá que queremos”, finalizó el líder.
El reto, ampliar cobertura de educación superior para los más pobres
Cecilia María Vélez, rectora de la U. Jorge Tadeo Lozano.
Creo que el reto más grande de la ciudad es mejorar la movilidad. Para solucionarlo son necesarias inversiones de largo plazo como las de la infraestructura, pero en lo inmediato podríamos tener algún alivio si se implementa bien el proyecto de semáforos inteligentes, se arreglan los problemas básicos de las rutas del SITP, y se incrementan las acciones para mejorar el comportamiento ciudadano.
En mi campo, que es el de educación, la ciudad debe seguir centrada en mejorar la calidad en educación inicial y en básica, buscando mejorar los resultados especialmente de la oferta pública. En este campo tienen un reto muy importante: la expansión con calidad de la jornada única, ampliando la infraestructura y suministrando los recursos pedagógicos necesarios.
En educación superior el reto es la ampliación de la cobertura enfrentando las consecuencias que en educación superior está teniendo la crisis económica, especialmente para los más pobres.
De otro lado, hay que reforzar y apoyar la expansión de la economía naranja, y en este campo es especialmente importante el desarrollo del proyecto de la zona del ‘Bronx’, que ampliará la prestación de estos servicios.
Para mejorar la productividad de la ciudad es necesario continuar con la promoción de la investigación, la innovación y los desarrollos tecnológicos. Es especialmente importante consolidar los esfuerzos que se vienen haciendo en la articulación de las universidades con las empresas.
Dada la cobertura que se ha alcanzado en salud, es necesario continuar con la organización del servicio, reforzando la ampliación de la atención en el primer nivel.
Venezolanos, contenerización y parqueo en vía, temas claves
Ómar Oróstegui Restrepo, director de Bogotá Cómo Vamos.
Para Ómar Oróstegui Restrepo, director del programa Bogotá Como Vamos, la capital afrontará varios retos desde el punto de vista de diálogo y conciliación en temas claves.
Uno es en el tema del nuevo esquema de aseo y la ubicación de contenedores en diversos puntos de la ciudad, para lo cual se precisa llegar a acuerdos porque habrá gente que se opondrá a la ubicación de los mismos cerca de sus negocios u hogares. En ese mismo renglón se tendrá que aclarar cómo se integran los recicladores al esquema y qué resultados se van dando; además de qué soluciones se les ofrecerán a los trabajadores que pertenecían a Aguas de Bogotá y que quedan sin empleo, ante la entrega del servicio a los privados.
En lo referente a la entrada en funcionamiento del programa de parqueo en vía, el Distrito tendrá que asumir un trabajo serio de instrucción sobre cómo funcionará el servicio, teniendo en cuenta que hay cientos de informales que hoy trabajan en el espacio público y que debería haber un diálogo con ellos, lo mismo que incluir a personas con discapacidad en este trabajo.
Y un asunto que no se puede dejar de resolver es la llegada masiva de venezolanos, pues demandan atención en salud, educación y trabajo; esta inmigración ha generado tensiones sociales que deben manejarse de manera asertiva y oportuna.
Espero un debate ambiental sin apasionamientos
Brigitte Baptiste, Directora del instituto Humboldt.
El tercer año de una administración es el de comenzar a mostrar resultados de las apuestas de política que han construido en años previos. La ciudadanía tiende a reclamar resultados muy pronto, pero esto es difícil de lograr sin el debido tiempo, sobre todo cuando hay cambios importantes en la perspectiva de hacer las cosas.
Así que sería optimista, pensaría que en el 2018 se pondrán en evidencia muchos de los logros controvertidos de las administraciones y que tendremos más elementos para juzgar, sin apasionamientos, dónde han ido a parar las inversiones y cuáles son los frutos de debates tan álgidos que hay sobre diversos temas de la ciudad y la región.
En particular de Bogotá, uno esperaría que las decisiones del POT finalmente se consoliden.
Esperaría que el debate ambiental sobre la reserva Van der Hammen, de los cerros de Bogotá y de la descontaminación del río ayuden a entender a los ciudadanos la complejidad que implica construir ciudades para el siglo XXI y, ojalá, ciudades sostenibles.
Debate sobre reincidentes y hurto debe ser una prioridad nacional.
María Victoria Llorente, experta en seguridad
María Victoria Llorente, directora ejecutiva de la fundación Ideas para la Paz, comentó que la ciudad tiene un escenario favorable en términos de seguridad para este 2018, ya que el año pasado mantuvo una tendencia de decrecimiento en homicidios, pero sigue siendo preocupante el hurto a personas. Cree que se ha avanzado desde la generación de una institucionalidad para la gerencia de la seguridad y de la justicia para la ciudad, y que se cuenta con un plan de seguridad, lo cual consideró que es importante para establecer un norte y mejorar la seguridad.
Este plan será fundamental para el asunto de homicidios ya que se dispone de un orden y un grupo de trabajo fijo. Además, consideró que en esta Administración se ha trabajado para reducir la impunidad, en relación con casos de homicidios. Uno de los temas más complejos es el de los robos, que a pesar de tener acciones más efectivas como intervenciones focalizadas, es necesario pensar de fondo el manejo de los delincuentes reincidentes, que la gran mayoría están asociados a casos de hurtos. Es un asunto de interés nacional, debe ser una política de orden nacional. De igual forma, la desarticulación de organizaciones criminales, como en la intervención del ‘Bronx’, la cual tuvo un resultado considerable, plantea un reto en términos de examinar cómo se ha hecho la reconfiguración del microtráfico en la ciudad o en zonas problemáticas; y analizar la situación de los habitante de calle donde no han sido tan claras las políticas de ese intervención. Finalmente, Llorente consideró que la percepción de seguridad de los bogotanos será un indicador de valor en este año y que debe ser tenido en cuenta.
Estará en juego el futuro económico, urbano y político
Mario Noriega, experto urbanista.
Para el urbanista Mario Noriega, hay tres temas cruciales que marcarán el futuro de la ciudad en el 2018: la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), el endeudamiento de la ciudad con créditos y contratos por APP y la visión de ciudad de los próximos congresistas y el nuevo Presidente de la República.
En su concepto, las decisiones que se tomen en el 2018 y el rumbo que tomen las discusiones de las campañas políticas sobre la ciudad impactarán de manera definitiva a los ciudadanos y a los futuros gobernantes.
El primer tema: “En términos físicos, con la discusión del POT se va a determinar la orientación de la ciudad para los próximos años: si se continúa con una ciudad densa, congestionada, y vulnerable, o si se busca un modelo de siglo XXI, regional, ecológico, mucho más amigable con la ciudadanía”, dice.
El segundo tema: “es el económico, relacionado con el urbanismo. ¿Hasta dónde se puede y se debe endeudar la ciudad con impuestos, con deudas, con APP (que hay que pagarlas), con proyectos sobre los cuales no se sabe si realmente son prioritarios para la ciudad y si los necesita con urgencia? Por ejemplo el impacto de TransMilenio por la carrera séptima, o la idea de hacer el metro elevado, que son proyectos sobre los cuales no hay una garantía de que sean absolutamente necesarios para la ciudad”.
El tercer tema: “es el político. Es hasta dónde con la elección de Presidente y de congresistas se alineen los congresistas y el Presidente con cuál visión de ciudad. Si es la visión de un gobernante único o la visión de la ciudadanía. Hoy la manera como se está tratando esto es que la ciudadanía no tiene nada que decir, y que la ciudadanía siempre está equivocada, o que simplemente no vale la pena escucharla porque el único que sabe lo que hay que hacer es el gobernante. Eso es muy peligroso, y eso se va a confrontar en las elecciones, en todos los niveles. Hacia dónde van a tender más las coaliciones, el discurso político, hacia el discurso centrado en la ciudadanía o hacia el discurso centrado en el gobernante que cree que siempre tiene la razón en todo”.
Alta cultura en intercambios con dos países
Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor.
Para Ramiro Osorio, exministro de Cultura y actual director del Teatro Julio Mario Santo Domingo, habrá dos elementos claves de tipo binacional en el 2018, en lo referente a la alta cultura. Uno, el Foco Cultura España-Colombia, que permitirá apreciar gran cantidad de obras y espectáculos, en interacción entre los dos países y en diferentes espacios. Dos, el Año Dual México-Colombia, que también propiciará un intercambio con ese país y en el que la capital será eje.
Recordemos que el 2017 fue el Año Colombia-Francia, lo que significó un a gran conexión entre ambas naciones.
Será un año importante en materia cultural, dijo Osorio. “La oferta internacional del Festival Iberoamericano de Teatro es valiosa, y aún se espera por la programación nacional”.
La programación de música y otras bellas artes aún está en proceso de consolidación, por lo que es un tanto apresurado dar un diagnóstico más preciso al día de hoy, advirtió. Pero lo cierto es que de teatros como el Colón, Colsubsidio, Jorge Eliécer Gaitán y Cafam, por citar algunos, se esperan espectáculos y oferta amplia en renglones como el ballet, la danza contemporánea, ópera y músicas del mundo, así como contemporáneas, para llenar las expectativas del público capitalino.
Fuente: El Tiempo
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