El engaño hacia la oferta socialista en Colombia

Hoy por hoy es bien sabido que la principal arma que tiene el Centro Democrático, encabezado por su líder, el actual investigado por la Fiscalía Álvaro Uribe Vélez para llegar a aspirar a la presidencia del 2022, es la difamación.

La razón, porque como a todas luces hemos podido ver de acuerdo a los medios de comunicación, que estamos en uno de los peores gobiernos de la historia de Colombia y no puede trabajar para atraer por medio de sus virtudes.  Masacres que no son atendidas como deben ser, el caso de los falsos positivos que ha salido a ser desmentido por el propio Uribe y donde el gobierno de turno ha hecho lo propio al callar los hechos, niveles de desempleo que si bien pueden ser causados por la pandemia,  no deja de ser una situación preocupante, poner mayor atención al caso venezolano cuando acá en el país hay miles de cosas por atender, más impuestos a pesar de que las familias pasan por una de sus peores crisis económicas, más un largo etcétera de problemas.

Y es que al Uribismo no le queda otra que vender fantasmas; espejismos, los cuales pretendo desmantelar con el presente artículo.

¿Cuáles son estos fantasmas?, ¿cuál es el discurso con el que tratan de amedrentar a los electores de Gustavo Petro?, simple, que como Petro quiere implantar una forma de gobierno Socialista, nuestra economía y cultura podría volverse como la venezolana, y es que esta situación hay que abordarla desde varias órbitas.

Primero, todo gobierno que exista sobre la tierra, en teoría  tendría que ser un  gobierno socialista porque ‘debería’ estar diseñado para  el máximo beneficio de sus habitantes, pero como se evidencia en la realidad, muchos de los gobiernos implantados no son garantes de los derechos humanos, no son diseñados para ayudar a los más necesitados,  y no se presentan como un trampolín para que cualquier ciudadano pueda aspirar a tener una vida digna, en cambio de esto y poniendo como ejemplo el Gobierno colombiano, al que no es exitoso en la vida se le reprime, el que trata de criticar al gobierno actual se le reprime, el que piensa diferente es de ‘izquierda’, un ‘petrista’, un ‘cacas’; como vemos, es un gobierno que oprime y deprime.

Segundo, hay diferentes modelos socialistas, hay modelos exitosos y otros no tanto, pero ¿en qué radica que un país lo sea y otro no?, para poder ver esto más claramente me propongo presentar una somera comparación entre el caso venezolano y el caso ecuatoriano por hablar de nuestros vecinos.

El país venezolano fracasó por: concentrar su oferta comercial casi exclusivamente en el petróleo; cerrar su mercado al imponerle una guerra comercial a los Estados Unidos; al no tener un adecuado comercio, tanto de bienes como de conocimientos, su aparato productivo se quedó sin insumos y sin los conocimientos necesarios para fortalecer su industria.

El país ecuatoriano tuvo una de las mejores bonanzas en las últimas décadas durante los gobiernos de Rafael Correa, gracias a que el mercado de este país no se cerró completamente; puso primero sus compromisos internos sobre los compromisos externos, teniendo una adecuada prudencia; demostró que la principal fuente para el desarrollo económico de una país es invertir fuertemente en educación porque esto hace que las empresas sean más competentes y por lo tanto tengan una mayor ventaja al momento de ofertar productos y servicios de calidad en el mercado; aumentó el gasto público a niveles no vistos con anterioridad, lo que le ofreció una mejor calidad de vida a sus ciudadanos, y a su vez estos pudieron ayudar a desarrollar la economía ecuatoriana; aumentó la clase media; la pobreza disminuyó en 1.5 millones de personas,  etc, etc, etc.

Como vemos, un gobierno socialista sí puede ser implantado, pero si se hace con inteligencia, en esta línea si pudiera, me gustaría proponerle a Gustavo Petro que desarrolle un método de gobierno que sea más humanista, debe tener cautela al momento de trabajar con sus contradictores, no se puede instaurar una forma de gobierno cerrada y sesgada que cree roces contra los intereses de las otras partes, debe ser global y conciliador.

Para terminar, me gustaría inviar a los colombianos a leer e informarse un poco, a tomar responsabilidad sobre su capacidad política y a votar con inteligencia, claro que todo está abierto a debate, pero que lo que se haga sea para el beneficio de los colombianos, los cuales necesitamos desde hace muchos años un buen gobierno, gracias.

Por: Duvier Esgardo Sierra Calderón

Ing. Industrial de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Perfil: Ingeniero industrial egresado de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Animalista. Promotor de un progreso responsable de la industria con respeto hacia la naturaleza.

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