El viacrucis de venezolanos que quieren salir de Soacha y Cundinamarca para regresar a su país
Debido a la crisis económica generada por la pandemia de Covid-19 muchas personas se han quedado sin trabajo, principalmente la población migrante venezolana que trabajaba en condiciones de informalidad, subempleo, a diario y otras modalidades. Una parte de migrantes han decidido retornar a su país, salir de él fue un sacrificio humano y afectivo muy grande, pero volver a él también lo ha sido.
El pasado 4 de abril 20 buses llegaron a la ciudad de Cúcuta en más de 20 buses con venezolanos que desean regresar a su país, El primero de ellos, compuesto por 50 personas, entre ellos 6 menores de edad, quienes llegaron provenían de Soacha.
Dada la intención de los extranjeros de abandonar el territorio nacional, Migración Colombia habilitó un corredor humanitario sobre el Puente Internacional Simón Bolívar, con el fin de que estas personas, muchos de ellos menores de edad, no pusieran en riesgo sus vidas al intentar cruzar por pasos no autorizados. Los cerca de 600 ciudadanos venezolanos, a quienes se les había revisado su estado de salud por parte de la Secretaría de Salud de Cúcuta, fueron recibidos en la mitad del Puente Internacional Simón Bolívar por personal del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería – Saime, de Venezuela.
Sin embargo, las cosas se han complicado. Migración Colombia había advertido del traslado de varios buses – desde Cúcuta hacia Bogotá – que ofrecen el traslado a los venezolanos, a quienes les cobran cerca de 300 mil pesos por puesto, viajes que no cuentan con los permisos exigidos o son engaños, e incluso se han denunciado casos en donde cobran el pasaje y después no recogen el pasajero. Incluso hace algunos días fueron ubicados ocho buses de servicio especial que presentaron ante la Policía un permiso, con sello de la Cancillería que era falso.
Así le sucedió a 200 ciudadanos venezolanos que desde el jueves salieron de Soacha y otros lugares de Cundinamarca ahora se encuentran en el peaje Andes, en la salida norte de Bogotá. Los extranjeros pretendían llegar a Cúcuta en Norte de Santander, en seis buses de servicio especial que no contaban con los permisos completos para realizar el viaje.
“No somos ni uno, ni dos, ni tres, somos más de 300 personas que nada más por la aglomeración nos podemos ver afectados. Hay personas de la tercera edad, hay niños pequeños y eso nos afecta a todos”, indica uno de los afectados.Los migrantes venezolanos advierten que no solicitan comida, ni subsidios, ni siquiera transporte. Exigen que se les permita el paso a través de un corredor humanitario que les permita llegar a Norte de Santander y de allí a su país.
«En los puestos de control, que estamos realizando en las salidas de la ciudad fueron ubicados estos buses, cada uno, con cerca de 40 ciudadanos venezolanos, al verificar los permisos para el viaje se detectó que no cumplían con los requerimientos por lo que fueron detenidos», dijo el coronel Archila.
El oficial señaló que los buses se encuentran a los lados de la vía, por lo que el paso por la carretera se puede realizar. Señaló que Migración Colombia está al frente de la situación, y que por razones humanitarias se están gestionando ante las autoridades competentes los permisos para que puedan reiniciar el viaje. Por su parte, la Sociedad Accesos a Bogotá, encargada del manejo del peaje Los Andes, a través de un comunicado, expresó su molestia por la situación, al advertir que no fueron informados sobre la decisión de la Policía de Carreteras de frenar el paso de los buses.
«Preocupados por la gravedad de la condición sanitaria y social que las medidas adoptadas por la Policía de Carreteras puedan ocasionar, ACCENORTE, reitera la disposición de colaborar con las autoridades en atención a esta población, una vez se impartan instrucciones por quienes adoptaron estas mismas medidas», señala la comunicación.
Sin embargo, tan pronto se reinicie el viaje, no todo terminará ahí , este es solo el inicio, pues los extranjeros están hacinados en Cúcuta y poblaciones fronterizas, pues la frontera con Venezuela está cerrada y por los puentes internacionales solo se permite la entrada de migrantes que certifiquen una causa de fuerza mayor. El verdadero problema está en las trochas, los pasos ilegales, tan difíciles de controlar porque existen 139. Sin embargo, la Policía y el Ejército extremaron su presencia en la zona, precisamente para prevenir tanto casos de coronavirus, como problemas de seguridad por los grupos al margen de la ley.
Apoyo informativo: Eltiempo.com, RCN y Migración Colombia
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