En Sibaté producen papel ecológico extraído del embalse del Muña
Quien lo creyera. En medio de la contaminación del embalse del Muña, y del buchón y el junco que producen sus contaminadas aguas, hay una mujer que desde hace más de diez años utiliza esta “maleza” para transformarla en papel, agendas, esferos, y toda clase de artículos derivados del tallo y las hojas de estas especies.
El embalse del Muña despierta amores y desamores entre propios y visitantes. Existen días en que las aguas parecen tener vida propia e invaden con un fuerte olor todo a su paso. Y en otros, a lo lejos y tal vez muy cerca, es posible apreciar la quietud de sus aguas, que trasmiten esa paz y tranquilidad que hace juego con las montañas verdes y el frío constante en este punto del municipio de Sibaté.
Este imponente embalse alberga diferentes formas de vida a pesar de la pesadumbre que pueda despertar sus aguas. Entre esas especies, a orillas y circundando el Muña, hay material vegetal como el Junco y el Buchón, especies de flora que pueden ser invasoras, y que crecen de manera uniforme y hasta descontrolada. De ese maravilloso y antagónico lugar de esa providencia, llegó hace más de 10 años María del Carmen Romero Villalba, una mujer que vive en Sibaté y que fundó la empresa Molinos de Papel, dedicada a recoger ese material sobrante del embalse y transformarlo en papel, agendas, esferos, y toda clase de artículos derivados del tallo y las hojas de estas especies.
Muy temprano arranca la labor en esta pequeña empresa, pues en las primeras horas de la mañana se logra avanzar en ese proceso largo, dedicado y un tanto artesanal, que hace María del Carmen junto con 4 sibateños más.
Consciente del valor de su trabajo, María asegura: “Molino de Papel es un proyecto que vio la problemática del embalse con el exceso de buchón que aguardaba zancudos y contaminación, pues eran coladero también de las basuras que mal llegan allí, por eso decidimos recoger esa planta y hacer papel reciclado junto con productos ecológicos que no le hacen daño al medio ambiente”.
María separa con mucho cuidado raíz, tallo y hoja; la raíz tiene metales pesados y es lo que menos usan del buchón, pero deja secar el tallo y la hoja que pasan luego por una molienda y se deja secar para mezclarlo con papel reciclado de otras fuentes como las producidas en oficinas, casas y escuelas. Es una mezcla entre lo reciclado y lo artesanal, que al final permite que ella y su equipo, puedan comercializar este papel y usarlo en otros artículos de oficina, carpetas, cajas, tapas de libro, etc.
Hace 7 años son una empresa ya constituida, es pequeña y no pueden producir grandes volúmenes, pero por supuesto aprovechan la economía de la zona. De los locales. María es consiente que ese material también podría escasear, por eso se apoya en asesoría y permiso de la CAR para hacer una actividad responsable y señala:” En las colas de los embalses siempre dejamos un control a cargo de un ingeniero ambiental que nos dice cuando es adecuado retirar y guardar parte de ese buchón, así estamos asegurando nuestra materia prima, la cual en algún momento provocó problemas de salud pública aquí en Sibaté, pues en el buchón se criaba una cantidad excesiva de zancudos que afectaban a la población”.
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