Percepción de inseguridad disminuyó en Soacha
Dos encuestas realizadas recientemente arrojan como resultado una disminución en la percepción de inseguridad entre los habitantes del municipio de Soacha. El Dane asegura que la ciudad pasó del 66% en 2013 al 52% en 2014, mientras que la Cámara de Comercio afirma que el año pasado dicha percepción fue del 66%, cuatro puntos por debajo frente a la última medición.
La encuesta DANE midió aspectos como victimización, hurto a residencias, personas y vehículos, y la parte de intolerancia reflejada en riñas y pelas. Los resultados de los últimos tres años son:
Por su parte la Cámara de Comercio muestra los resultados de 2013, en donde se asegura que el 66% de los encuestados percibe que la inseguridad en Soacha ha aumentado respecto al año anterior, un 27% considera que se mantiene igual y un 7% que se redujo.
Respecto a la última medición, la percepción de inseguridad en el municipio se redujo, pasó de 70% en 2011 a 66% en 2013.
El secretario de gobierno, Óscar Giovanny Ramírez, habló del tema y resaltó las cifras, aunque reconoció que aún falta mucho camino por recorrer.
Dr. Giovanny, ¿qué percepción le genera a usted los resultados de esta encuesta?
Lo que nos sigue reflejando la encuesta es que pese a la caída porcentual en la percepción de inseguridad, el tema sigue siendo muy alto. La sensación de inseguridad todavía tiene cifras del 52%, claro que nosotros arrancamos con 74% y a pesar de que bajamos más de 20 puntos, todavía es inmanejable. Las cifras ideales en materia de percepción de inseguridad son como las de San Andrés, que son del 8%. Entonces lo que consideramos es que esto obedece un poco al seguimiento a las inversiones púbicas que se han hecho, y si bien es importante eso no nos pone contentos; es cierto que hay un trabajo pero no es que digamos que el municipio cambió o que tenemos la ciudad más segura del país.
Mirando ciudades con más presupuesto, vemos que la percepción es más alta que la de Soacha. ¿Eso es un buen punto de partida?
Claro, y tengamos en cuenta que si uno revisa por ejemplo ciudades como Bogotá o Pasto que tienen cifras más altas que las nuestras, pero con la diferencia que en Soacha hay inversiones de seguridad de 2 mil millones de pesos frente a las de Bogotá que son 100 veces ese presupuesto. Entonces cuando uno ve esa relación presupuesto-percepción de seguridad, lo que se encuentra es que la relación es acorde con lo que queremos hacer. Sin embargo nos sigue preocupando y no descansaremos hasta que las cifras estén en un solo dígito. Lo que pasa es que son caminos de largo plazo.
¿Usted cree que las cifras concuerdan con lo que uno percibe a diario en la calle?
Nosotros medimos la seguridad de dos formas. Una son las estadísticas, cuánta gente denuncia un hurto, cuántos homicidios tenemos. Otra es con la percepción de la gente. Nosotros acabamos de salir del ejercicio del alcalde en su barrio y uno de los temas más sentidos es la inseguridad. Ahora, tengamos en cuenta que el alcalde ya había salido a los barrios al comienzo del gobierno y cuando montamos el Plan de desarrollo, pero en ese tiempo no había ningún reconocimiento, ni al acalde ni a la labor hecha por las autoridades. En cambio esta vez vemos que la gente reconoce cosas importantes; por ejemplo agradecen que se les haya instalado su cámara, su alarma, que la Policía se ve, aunque critican que se demora mucho; todos esos pequeños pasos que comenzamos a dar son importantes.
¿Qué tanto han funcionado estos mecanismos que se han implementado para mejorar la seguridad en Soacha?
Han funcionado para lo que sirven. El martes de la semana pasada nos reunimos con el alcalde y todo el equipo de gobierno para analizar el tema de seguridad en lo que nos queda de gobierno, y hacíamos una reflexión. El análisis es que el incremento del pie de fuerza, el aumento de cámaras, alarmas, vehículos, no lo es todo. El mejor ejemplo es un dique, uno logra contener el agua, pero no erradica el problema; cuando un joven consume droga de nada sirven más policías, más cámaras y alarmas, entonces la reflexión es cómo generar una estrategia en el año que nos queda que nos permita atacar las causas del delito y el efecto de esas causas. Cuando uno ve un joven atracando en la calle, porque el índice más alto no son las grandes bandas organizadas, el efecto es de unas causas que generan pobreza, desempleo y necesidades sociales, entonces se tomó la decisión de presentar un proyecto al concejo para fortalecer unos ítems que tienen que ver con las causas. Se van a reforzar temas como la alimentación escolar ya que muchos jóvenes terminan en la drogodependencia porque llegan a estudiar sin desayuno, y eso no se soluciona con más policías o más cámaras, eso se soluciona es con comida. Entonces se le va a asignar más presupuesto a la prevención.
La encuesta muestra que los delitos que más han aumentado en Soacha son el hurto y la intolerancia de las personas. ¿Hacia allá se van a enfocar parte de los esfuerzos?
Nosotros ya tenemos caminos trazados y es llegar a 200 alarmas, a 223 cámaras y a 85 cuadrantes. Una de las cosas que hay que atacar ahora es el tema de cultura ciudadana frente a la intolerancia. La mitad de los homicidios se cometen asociados a intolerancia, generalmente entre personas que se conocen, incluso muchas veces de la misma familia. Entonces hacia allá vamos a hacer esfuerzos importantes, lo mismo que a la ocupación del tiempo libre de los jóvenes. Por eso el año entrante va más inversión para el IMRDS y la idea también es hacer mayor inversión en el programa PISEMOS y el tema del refuerzo. Además logramos algo importante y es que cada colegio tenga su orientadora porque hay muchos colegios públicos que no la tienen, y uno no puede generar políticas porque no tiene cómo enlazarlas.
¿Pero las inversiones físicas continúan, o el gobierno se va a dedicar sólo a la parte de prevención?
Las dos cosas, porque tenemos que seguir fortaleciendo la ciudadanía con elementos, más radios, cámaras, alarmas, y fortalecer la fuerza pública con los elementos que nos faltan para llegar a 85 cuadrantes, más CAI móviles, en menos de 15 días entregaremos 30 motos más, se van a crear dos cuadrantes rurales dotados con dos cuatrimotos que vamos a comprar, pero también la apuesta grande es la de atacar las causas del delito, porque aunque no es de gran escala, el aumento del hurto que se genera por condiciones de la misma ciudadanía, se debe contrarrestar.
Volviendo al comienzo, ¿no es muy ambicioso decir que se va a bajar la cifra del 52% a un solo dígito?
Es un plan a largo plazo. Chicago se demoró 30 años en hacerlo, pero algún día teníamos que comenzar. Si uno revisa esta misma encuesta en los años 2005 y 2006, con elementos como la ley de justicia y paz, el tema del desplazamiento y la llegada masiva de gente a Soacha, la cifra venía en una escalada vertiginosa. Recordemos que en 2004 en las encuestas ni siquiera aparecía el tema de la droga, y aun así las cifras llegaron al 74% en su pico más alto, lo que nos convirtió en la primera ciudad del país en percepción de inseguridad, y ahora ver que comienza a bajar, eso es importante. Sin embargo tenemos que avanzar a pasos agigantados porque el municipio crece a velocidades nunca antes vistas.
¿Pero cuándo se lograría cifras inferiores al 10%?
Si uno mira la cifra de un año a otro lo que hemos logrado es saltar de a diez puntos en promedio, o sea que para llegar a un dígito necesitaríamos 6 ó 7 años, pero aquí lo importante es que ya comenzamos y que hay un camino trazado, este gobierno formuló un Plan Integral de seguridad y eso garantiza que hay una política pública planeada a 10 años para que los gobiernos posteriores tengan un derrotero y estén sobre la base de algo sólido.
Cuando usted camina por las calles de Soacha, ¿percibe que hay más seguridad?
Hay lugares en los que me siento más seguro, hay zonas en las que me siento con muchísima confianza, por ejemplo cuando llego a mi trabajo me siento más seguro. En Cazuca me siento más tranquilo que cuando llegamos porque ahora veo policías, incluso en las horas de la noche; claro que hay otros que tienen unas lógicas muy complejas, como en comuna uno, por eso hay que fortalecerla muy duro. Así mismo en lugares donde las obras del gobierno han logrado materializarse se refleja más seguridad porque el hecho de que el entorno mejore, también mejora la percepción de seguridad.
Quienes no creen en las encuestas, quienes perciben que hoy la ciudad está más insegura que antes, ¿qué les dice?
Que desde esta secretaría enviamos mensajes de esperanza y de trabajo mancomunado, que nos hemos trazado una ruta y que trabajamos en función de ella. Además siempre abrimos el debate, las cifras no las ocultamos, nos piden cifras sobre hurto, homicidio, las ponemos sobre el tapete porque es bueno debatirlas. Recordemos que cuando se oculta la información no se logra nada, a veces las personas deciden creer o no, es un tema de percepción, pero lo que la gente no puede negar es que hemos trabajado más por la seguridad que nunca, y que las cifras y las encuestas nos acompañan, aunque también debemos decir que nosotros no trabajamos para las encuestas, trabajamos para la gente, es decir, en los barrios lo que queremos es que algún día sus habitantes y líderes nos digan, gracias porque mi barrio está más seguro, gracias a la política pública que implementamos, porque finalmente nuestro encuestador final, es el ciudadano.
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