Gaza: Apartheid siglo XXI

La Franja de Gaza es una porción de tierra ubicada en oriente próximo, tiene 51 kilómetros limítrofes con Israel, 11 con Egipto y 40 kilómetros de costa del mar Mediterráneo, actualmente hace parte de los denominados territorios palestinos que en 2005 tomó la administración la Autoridad Nacional Palestina.


Por estos días ese territorio está en la mira del mundo, nuevamente y con tristeza, debido a la confrontación histórica entre judíos y árabes que se legitimó en 1947 cuando la ONU aceptó dividir el estado palestino en un doble estado, uno judío y otro árabe, con capital Jerusalem y está bajo mandato internacional, pero Israel 2 años después sería reconocido como estado miembro del organismo internacional.

La realidad es que Jerusalem siempre ha sido gobernada por el estado de Israel y así empezó el viacrucis de los palestinos como refugiados en la tierra prometida, los árabes desde entonces son explotados, desplazados y oprimidos en sus territorios y en el año de 1967 Israel con apoyo de los Estados Unidos se toma los territorios árabes de Altos de Golan, Cisjordania y la Franja de Gaza.

Ya la ONU ha expedido más de 24 resoluciones donde le exige a Israel que cese la violación de derechos humanos hacia el pueblo palestino, incluso se configuro en algún momento de esa absurda violencia el concepto racista y discriminatorio de sionismo, que no era más que otra de las tantas palabras o adjetivos con que acostumbramos a encasillar a quien tiene costumbres y hábitos diferentes, sin embargo la presión de los Estados Unidos hizo que proliferara el sionismo que ya era una corriente política entre los judíos.

A pesar de los abusos de los israelitas que tuvieron asentamientos en territorios palestinos desde 1967, de las evidentes violaciones de derechos humanos por parte de Israel, y de la viviente ley del Talión que profesan estas dos culturas, la ONU tampoco reconoce a Palestina como estado independiente y así vemos superficialmente en los grandes medios las escandalosas y amarillistas imágenes de un conflicto que no es ajeno a nuestra realidad.

Pero fríamente debemos hablar de las recientes incursiones militares por parte de Israel, allanamientos a más de 1000 casas privadas. Otro ejemplo se observó el 2 de julio de este año, colonos ilegales israelíes secuestraron un joven de 16 años del barrio Shuafat en el área de Jerusalén oriental, echaron gasolina en su boca y lo quemaron vivo, En Gaza durante las últimas semanas Israel ha realizado más de 100 ataques aéreos que han dejado cientos de heridos y 52 muertos, incluyendo 9 niños, tal vez siendo nosotros espectadores mediáticos del genocidio y la absurda violencia del siglo XXI auspiciada económicamente por los Estados Unidos que le da más de 8 millones de dólares a Israel en Apoyo militar, tal cual, plan Colombia.

Debido a esa violencia absurda que se legitimó años atrás, nació Hamás, una organización declarada como terroristas por Israel, EE.UU y la Unión Europea, que declara la resistencia a la ocupación israelí y que desde 2007 administra la Franja de Gaza, así Israel decidió bloquear la franja con el argumento de mecanismo de defensa debido a los cohetes que dispara Hamás a Israel desde Gaza, sin embargo ese bloqueo se denomina en DIH (Derecho Internacional Humanitario) como ocupación, por que Israel no ataca específicamente a los grupos terroristas, sino que su ocupación está afectando a la población civil, grupos vulnerables y al pueblo Gaziti.

Pero la ocupación es más grave porque una población en medio del conflicto solo puede ser más propensa a la pobreza, estar expuesta a condiciones de hambre aterradoras, en ciudades destruidas los acueductos y alcantarillados hacen un ambiente proclive a la contaminación de los recursos, la situación de salud de los heridos se vuelve insoportable y los ataques a esta zona son una constante, 1956, 1967, 1973, 1987, 1993, 2006, 2008, 2009, 2012 y 2014 de modo que ese territorio será difícil que prospere.

La misma sombra de la muerte que vigila estas tierras, donde se cobijan para enfrentarse las instituciones y el terrorismo y los señores de la guerra son los que ponen las armas y financian los conflictos, esa misma sombra que se dice que aquí busca los recursos de las aguas y minerales de las fértiles tierras de los Andes y que allí no importa más que el canal de Suez y el petróleo, de modo que rechazo categóricamente la ocupación, el desplazamiento, esa otra cara del apartheid, los ataques y bombardeos del estado de Israel.

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