Hacia un reconocimiento del territorio

Desde hace varios años en nuestra Suacha se ha venido difundiendo la idea entre diferentes colectivos y sectores de la comunidad en generar procesos que propendan el reconocimiento del territorio, y esto es fundamental para entender cuáles son las dinámicas en términos sociales, históricos y ambientales que se han venido dando en el municipio desde tiempos remotos.


Suacha posee unas características importantes que la distinguen de otras poblaciones, por ejemplo; compartimos 2 sistemas geomorfológicos, el de sabana y el de montaña, en los cuales existen importantes formas de vida que difícilmente se puede encontrar en municipios que son sólo de sábana o sólo de montaña.

El municipio cuenta con importantes ecosistemas asociados a páramo, bosque de niebla, humedales, bosque montano bajo, bosque montano alto y otra diversidad de lugares con un alto componente de biodiversidad, que claramente posicionan al municipio con una alta complejidad en términos ambientales. No obstante, esto poco se ha tenido en cuenta para potencializar dichos sitios como zonas de reservorio ambiental, y permitir que la comunidad que habita este inmenso territorio conozca todo ello para generar procesos educativos y de apropiación.

En términos históricos Suacha cuenta con un elemento trascendental cuya relevancia radica en lo prehispánico, y es que nuestro territorio fue cuna de los primeros grupos humanos que habitó la región del altiplano, es decir, que estamos haciendo referencia a un periodo de tiempo que oscila entre 10mil y 12mil años antes del presente. La huella de estos primeros grupos poblacionales se asocia con un alto número de lugares con rocas inscritas con pictografía indígena, sitios que se extienden a lo largo y ancho del municipio, y que según estudios realizados por los vigías del patrimonio se estarían contando con alrededor de 98 rocas con arte rupestre sólo en Suacha, teniendo la probabilidad que algunas falten por ser incluidas en ese registro que se ha elaborado. Según lo anterior, la historia indígena de nuestro territorio puede sobrepasar ampliamente la de muchas otras poblaciones de la sabana, siendo pretenciosos a la de la misma Facatativá que cuenta con un parque arqueológico famoso a nivel nacional, todo esto hace que me cuestione sobre ¿Cuántos parques arqueológicos deberían existir en Suacha teniendo en cuenta la amplia impronta indígena adyacente en nuestra población?.

También habría que destacar que la época colonial dejó una serie de haciendas que dicen mucho de nuestro pasado en lo que respecta a ese periodo de tiempo, y que también sería muy válido para analizar. Por todo lo anterior, se podría argumentar que el territorio Suachuno ha sido susceptible a todos los cambios en lo que respecta a los procesos históricos y sociales que se han dado en Colombia, proponiendo al territorio de igual manera como un ente que ha estado en un cambio constante y dinámico, como seguramente se ha dado en otras poblaciones de la región y del país, es así que desde aquí se pueden dar muchas lecturas e investigaciones.

Volviendo a lo ambiental, Suacha ha sufrido cambios que se han dado por fenómenos naturales o que son el producto del influjo humano, en ese sentido esa historia ambiental también se puede analizar desde aquí. Según lo anterior este gran territorio contiene varios aspectos que no han sido del todo estudiados, o se han investigado de forma parcial. Así que una última reflexión sería seguir fortaleciendo los procesos de reconocimiento del territorio que existen, para ilustrar al resto de la comunidad que habita nuestra Suacha sobre el enorme potencial que aquí prevalece, y también sobre los problemas que actualmente afectan al territorio, fenómenos que seguramente se deben a un crecimiento desproporcionado que se ha agudizado en nuestra población desde hace tres décadas.

Sin embargo, de una u otra manera esa complejidad que está teniendo lugar en la actualidad puede ser una oportunidad que permita la transformación del territorio, pues ya es hora de generar un cambio en lo social y político, pero ese tema ya abarcará las líneas de otro texto. Por lo pronto, el 2016 puede ser el año donde se cristalicen las expectativas y se aúnen más causas que sigan generando un cambio de visión sobre Suacha a partir del reconocimiento del territorio, por lo menos en lo que a nosotros respecta ese será el ideal que seguiremos impulsando y construyendo.

Julio César Guasca
Suacha, Memoria, Identidad y Territorio.

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