“Hay más espectáculo que justicia”: Abogados penalistas de Colombia

En desarrollo de su primer congreso nacional, los abogados penalistas de Colombia hicieron un detallado examen al sistema judicial del país y centraron su mirada en el papel que está cumpliendo la Fiscalía General de la Nación.

Y aunque defienden y respetan la labor que desarrolla este ente acusador en su lucha contra el delito, también formularon una serie de reparos constructivos en busca de un mejor, justo y democrático servicio, en lo cual se cometen muchos errores, exageraciones y hasta arbitrariedades.

El presidente de este recién creado gremio, capítulo Antioquia, el abogado Santiago Trespalacios Carrasquilla, cuestionó entre esos errores el hecho que haya más espectáculo que justicia, toda vez que la Fiscalía se mueve a la velocidad de los titulares de prensa.

Abogado Trespalacios, ya realizaron ustedes los penalistas su primer congreso del recién creado colegio. ¿Cómo les fue y qué surgió de ese encuentro?

Así es, este fue el primero de muchos encuentros del naciente Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, todos sus miembros no tenemos puntos de vista similares, pero coincidimos en un llamado por el respeto a la profesión, la materialización de la igualdad de armas y la salvaguarda de las garantías fundamentales como pilar de la prestación del servicio de justicia.

Tras la creación del sistema acusatorio en Colombia con la Carta del 91, ¿qué balance arroja la labor de la Fiscalía?

Tristemente cada día tenemos casos más mediáticos y menos jurídicos, la Fiscalía se mueve a la velocidad de los titulares de prensa.

Esto se debe a que la Fiscalía no ha realizado una efectiva gestión de sus casos y ha permitido que los medios marquen su agenda, que no siempre, es más, casi nunca, responde a intereses socialmente relevantes sino a la justicia espectáculo.

¿Qué quiere decir con eso de justicia espectáculo?

Tiene todo de espectáculo y nada de justicia. Consiste en considerar que los resultados de la Fiscalía deben medirse de acuerdo con la satisfacción que genere en cuestión de popularidad sin verificar que se cumpla o no con los fines de la institución.

¿Cuál es la consecuencia de esta clase de espectáculo?

Por donde lo miremos es negativa, veamos: la Fiscalía acude a la prisión preventiva que no es otra cosa que una pena anticipada, los procesos se desarrollan presumiendo la responsabilidad del privado de la libertad, las cárceles se llenan de presuntos inocentes tratados como verdaderos culpables, el sistema penitenciario no puede con su carga para la reclusión y el transporte.

Las personas se ven obligadas inclusive a aceptar delitos no cometidos por el pánico que les genera enfrentar un proceso en prisión.

Y las demandas por privaciones ilícitas de la libertad colman los juzgados administrativos, las sentencias de esa naturaleza afectan la estabilidad fiscal del Estado.

El legislador sale a fortalecer las penas y disminuir las garantías, poco a poco aumenta el caldo de cultivo de una verdadera catástrofe.

¿Cuáles son los errores más frecuentes de la Fiscalía?

Suelen inflarse las imputaciones para que las conductas parezcan más graves, se atribuyen delitos que no deberían coexistir por cuestiones técnicas, se abandonan las nociones teóricas de lo jurídicamente relevante.

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¿Pero por qué la opinión pública señala tanto a los defensores?

Cuando se está en la comodidad de una silla, detrás de un computador y disfrutando de nuestras familias, solemos ser implacables con los demás, y querer que se atropelle a los que supuestamente cometen errores.

Los defensores no nos guiamos por esas reglas, nosotros estamos convencidos de que todo ser humano, el que sea, y haya hecho lo que haya hecho, merece la mejor defensa posible, pues ojalá cuando se nos acuse de algo, contemos al menos con esa garantía.

Lo que hacemos es ciertamente controversial, pues en tiempos donde la regla general es señalar a los demás y exigir linchamientos, debe ser incómodo que alguien se levante para pedir garantías, aclarar acontecimientos e insistir en que nuestra Constitución debe estar materialmente vigente para todos.

¿Me quiere decir que es muy complejo realizar el papel de defensor frente al poder de la Fiscalía?

La igualdad de armas sólo existe en el papel, la Fiscalía es una institución gigante, con alto presupuesto y goza desde su naturaleza con bastante cercanía a los jueces.

La defensa, en cambio, es la parte más débil del sistema, lo que hacemos cuando defendemos es tildado de maniobra fraudulenta o dilatoria.

Si un mismo acto es realizado por Fiscalía y defensa la reacción suele ser diferente en ambos casos.

¿Qué quiere decir con el concepto igualdad de armas?

Es un principio de un sistema acusatorio según el cual Fiscalía y Defensa deben contar con las mismas herramientas, oportunidades y gozar del mismo trato por parte de los jueces y magistrados.

Fuente: https://www.elmundo.com/

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