Hoy concluyó segundo periodo ordinario de sesiones

Solo dos de los siete proyectos presentados a debate en este periodo fueron aprobados por el concejo municipal. Se trata del No. 29 «Por el cual se modifica la estructura administrativa de la personería municipal de Soacha» y el 32 «por medio del cual se crea la orden de exaltación al mèrito empresarial del municipio de Soacha en los grados de gran sol, sol de oro y sol de plata».


Los otros cinco proyectos fueron devueltos por el concejo, pero sin duda el que más reacción generó fue el número 27 «Por el cual se modifica el artículo 22 del acuerdo No. 023 de 2005 o Estatuto Orgánico de presupuesto del municipio de Soacha, modificado por el artículo 1o. del acuerdo 029 de 2008». Este llevaba implícita la construcción de las dos ciudadelas educativas, pero con la devolución del mismo el futuro de los centros de educación es incierto.

Dentro del ejercicio de control político que por ley el concejo hace, fueron invitados y citados diferentes funcionarios de la administración pública con el fin de conocer la gestión que se está haciendo desde cada dependencia. Sobresale aquí las cuatro citaciones que omitió la jefe de la oficina asesora jurídica de la alcaldía Diana Jimena Ramírez.

Pasó por el recinto el personero municipal Luis Fernando Escobar, los Secretarios de Hacienda Orlando Varela, de Planeación Gabriel Machado y de Desarrollo Social Consuelo González. Lo hizo también el director de participación comunitaria Juan Pablo Piranquive, de salud pública Jesús Alexander Cotes y de la Casa de la Justicia Amadeo Varela.

También hubo invitados de afuera como el Director administrativo de la Secretaría de Tránsito y Transporte de Cundinamarca Juan Carlos Saldarriaga y el comandante de policía del departamento coronel Fabio Castañeda.

Iglesia-Bradamonte-Sibaté
Iglesia-Bradamonte-Sibaté

Terminada la sesión se realizó una rueda de prensa para hacer un balance de la gestión del concejo y mostrar resultados como, por ejemplo, la preservación y conservación del archivo público, a través de la digitalización, lo cual se contempla en la Ley 594 de 2000. Sin embargo las preguntas giraron alrededor del tema de las ciudadelas y nuevamente se dió lo que se vió muchas veces en las sesiones: dos posiciones encontradas representadas por quienes defienden al gobierno y por los que integran la oposición.

El presidente del Concejo nuevamente insistió en que el grupo de los diez en ningún momento se opuso a la construcción de las ciudadelas. Se ha insistido en que lo que se rechaza es la figura de «concesionarlas», es decir darles el manejo a un particular, sin que el que se gane la licitación haya aportado un solo peso.

Rico dijo que es inaceptable que mientras el municipio da el terreno, el Ministerio las construye y las dota, y el Estado garantiza la plata para que estudien los 2800 estudiantes por jornada, el que se gane la licitación no aporte un centavo.

En medio de la rueda de prensa la integrante de la mesa directiva Nelly Cubillos pidió que así como se había escuchado a la oposición, también se hiciera lo mismo con un integrante de quienes defienden al gobierno. Pasó entonces la concejala Evelia Escobar quien refutó algunas declaraciones del presidente César Rico. Defendió la construcción de las ciudadelas y dijo que era lamentable que la Comisión primera haya devuelto el proyecto.

Para ella «difícilmente Soacha volverá a tener una oportunidad de recibir recursos destinados a hacer obras de semejante envergadura. No podemos cerrarle las puertas a un recurso nacional ; para mí, ellos están equivocados», concluyó la concejala.

Finalmente el presidente César Rico dijo que el proyecto simplemente se devolvió porque tenía errores de fondo y forma, hacía alusión a acuerdos que no existen, y depende del alcalde si lo vuelve a presentar o no. Para Nohora Evelia Escobar el proyecto se hundió porque la Ministra de educación fue clara en afirmar que si el concejo no lo aprobaba antes del 31 de julio tal y como se había solicitado, los recursos se llevarían para otro municipio.

En conclusión, todo quedó como al comienzo. Los argumentos de las partes quedaron a interpretación del pueblo de Soacha; cada grupo tiene su explicación, pero si el común de la gente averigua un poquito los alcances de lo que se discutió alrededor del proyecto de acuerdo 27, seguramente la lectura cambiará y en ese orden el pueblo podrá premiar o castigar a quienes fueron elegidos popularmente por una masa que espera de sus representantes, la mejor decisión a la hora de discutir y aprobar los proyectos.

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