Iniciativa privada permite construir vivienda a familias pobres de Soacha

En Altos de Cazucá, sector de la comuna cuatro de Soacha, viven tres familias que esperan con ansia mejorar su calidad de vida, a través del acceso a vivienda digna. Aunque gozan de trabajo remunerado y sus necesidades primordiales están cubiertas, viven con la ilusión de tener un lugar para habitar, totalmente terminado y acondicionado.


Pero además de buscar un techo digno, estas familias le apuestan a vivir en un lugar donde exista un menor riesgo de derrumbes o accidentes estructurales que atenten contra su vida y el bienestar de su hogar.

Por este motivo, y con el objetivo de responder a la necesidad básica de una vivienda por parte de diferentes familias del país, desde la iniciativa privada, Yugen Build y Boehringer Ingelheim se unen a TECHO con el fin de construir hogares de transición para tres familias que enfrentan dificultades de obtener una casa en condiciones adecuadas. Los protagonistas de esta historia son:

Clara Inés Chibata (43) es madre de dos niños, Felipe (4) y Laura (10). Ella, mujer cabeza de hogar, trabaja en la limpieza de apartamentos en la ciudad de Bogotá, mientras sus hijos van al colegio en el día. Desde hace cuatro años viven en el barrio Mirador de Corinto, un lugar que recibe diariamente un importante grupo de personas desplazadas por la guerra, y cuyas condiciones del suelo no son las adecuadas para la construcción.

A pesar de que Clara Inés lleva una vida aparentemente normal, las condiciones del espacio que actualmente habita, no son las adecuadas. Su casa cuenta con innumerables problemas de estabilidad y la infraestructura se encuentra en gran riesgo de derrumbarse, debido a la lluvia constante y los fuertes vientos, situación que pone a su familia en peligro.

Con la casa de TECHO, Clara desea garantizar que sus hijos estén a salvo y lograr que este nuevo espacio se convierta en el cuarto de sus pequeños temporalmente, mientras construye su habitación, el baño y la cocina de su vivienda actual.

Pero el caso de Clara, no es el único. La familia Bonilla, conformada por Aníbal (42), padre de familia que trabaja como panadero y vive junto con su esposa Angie (23), con la que tiene una hija, Daniela (2), sufre de un mal parecido. El lugar en el que viven no está terminado. Por este motivo, la casa de transición construida será un espacio provisional, que les permitirá ahorrar dinero para poder continuar con la construcción de su vivienda y hacer sus actividades favoritas en familia, como: llevar a Daniela al parque y visitar algún lugar con piscina.

Por otro lado, el panorama de la familia Moreno, tampoco es muy distinto. Diana (32) y William (32), trabajan limpiando apartamentos en Bogotá y en construcción. Su trabajo es demandante y es poco el tiempo que tienen para compartir con sus hijos Andrés (13), Johny (11) y Edwin (9), pero es un sacrificio que hacen para poder pagar sus estudios. Actualmente, ellos incurren en gastos de arriendo, por lo cual la casa que se les otorgará, les sería de gran ayuda para ahorrar el dinero de la renta, y así, poder construir su propia casa y disfrutar más tiempo con sus hijos.

Estas tres familias tienen algo en común, cumplir el sueño de tener casa propia. Con esta iniciativa, no solo se da la posibilidad de tener un techo seguro transitorio, sino la oportunidad de trabajar en paralelo en la construcción de su hogar.

Con esta actividad se busca más personas se sumen, aportando a la construcción de un mejor país para todos. Desde Boehringer Ingelheim seguiremos trabajando para cambiar vidas.

Tomado de: http://hsbnoticias.com

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