Inseguridad no cesa en Bosques de Zapán

De manera sorprendente, los índices de inseguridad en Bosques de Zapán han venido aumentando sin que hasta el momento la comunidad pueda hacer algo al respecto. Hay propuestas, pero no hay unión entre vecinos para mitigar el problema.


Prevención y miedo son dos palabras que se han vuelto comunes en el vocabulario de Juan de Dios Casallas, y no precisamente porque desee utilizarlas, sino porque se ha visto en la necesidad de implementar medidas de protección para que no lo atraquen, tal y como ha sucedido con algunos de sus vecinos, que han sido víctimas de delincuentes que andan provistos de cuchillos e incluso de armas de fuego para amedrentar a los residentes de esta zona de la comuna dos.

Según lo manifestado por algunos habitantes, la falta de un estricto control por parte de las autoridades, incide en que esta sea una zona concurrida por drogadictos y amigos de lo ajeno que tienen en el Humedal Neuta un gran escondite después de cometer sus fechorías, ya que estos rompen las mallas que encierran el recinto ambiental e ingresan con su botín y proceden a celebrar su triunfo con una dosis de estupefacientes.

“Desde la autopista hasta el humedal todos los días se presentan robos a mano armada y raponazos, no se conforman con hurtar las pertenencias de las personas, sino que ya los están apuñaleando para que no puedan ir en la persecución. Hace 15 días una vecina salió del conjunto y fue abordada por tres individuos que la botaron al piso para quitarle el celular, la golpearon y salieron huyendo”, explicó Milena Fernández, residente de Bosques de Zapán 2.

“La policía no llega, uno llama a pedir la colaboración pero como es fin de semana, entonces nos sacan la excusa de que no hay pie de fuerza disponible, que están en la autopista o en alguna actividad de la Alcaldía, entre semana viene pero no pasa nada cuando requisan”, dijo Ramiro Wilches, vecino que transitaba por el sector.

En cuanto a las estrategias que contribuyan a facilitar la labor de la policía, los habitantes expresaron que se creó un frente de seguridad comunitario pero que no funcionó en primera instancia porque los malhechores son menores de edad en su mayoría y no se puede judicializarlos, y en segundo lugar porque el desánimo fue invadiendo la motivación y mucha gente desertó del grupo conformado.

“Manejamos sistema de alarmas comunitarias en todo el conjunto y eso nos sirve para ahuyentar a los ladrones, pero de todas formas esta no es una solución definitiva, porque en el humedal no hay control por parte de la CAR ni de la policía ambiental, de nadie, y pues quién se mete a perseguir a un pillo de estos hasta el humedal, ese territorio pareciera que les perteneciera a ellos”, indicó Ernesto González.

En síntesis, la solicitud que la comunidad hace a las instituciones encargadas de prestar seguridad en el sector es que se apersonen de la situación y adquieran más compromiso al momento de realizar las diligencias pertinentes con alguien que esté actuando por fuera de la ley, en este caso con drogadictos y delincuentes que no respetan la integridad de los habitantes de Bosques de Zapán 1, 2,3 y 4.

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