Integración y unión social hacen la diferencia en barrios de Soacha
En Soacha como a lo
largo del país existen líderes comunales que hacen posible la integración de la
comunidad a través de iniciativas,
propuestas y sentido de pertenencia por los barrios. En este caso se habla de sectores
fundados hace más de 30 años que están
ubicados en la comuna 2 del municipio de Soacha.
La comunidad se une
al ver las necesidades primordiales, primeramente para obtener servicios
básicos de luz, agua y alcantarillado; la alianza se consolidaba con el fin de tener una calidad de vida más estable y legal,
pero para hacer estas gestiones los residentes
no encaminan sus esfuerzos con una cantidad grande de personas, sino que
lo hacen con una representación en cabeza de las juntas comunales.
En el caso del
barrio Tabacal de la comuna dos, el
primer presidente de junta fue Luis Eduardo Moreno, seguido de Pedro Mora y Abel Piñeros, entre otros, y el
ahora representante del barrio Alfredo Díaz, quienes han sido la cara principal de las comunidades
y son los que luchan por resolver las necesidades del sector.
“Se tiene en cuenta
a toda la población vulnerable porque como se sabe en todo Soacha, tenemos
diversas problemáticas como inseguridad, microtráfico, drogadicción, basuras,
transporte, entre otros. Los barrios de este sector han trabajado unidos desde
hace más de 3 décadas; los primeros en existir en el terreno del centro de
Soacha fueron Tabacal, Danubio y el Rosal, pero con el paso del tiempo se
fueron integrando más sectores como El
Prado las Vegas y La Veredita”, explicó un líder comunal del Danubio.
El primer barrio que colinda con el cementerio de
Soacha y el tradicional Puente Micos es Tabacal, en donde se comenzó con la red de alcantarillado; allí se consiguió una motobomba, luego los
servicios básicos legalizados y posteriormente el salón comunal, que lleva una antigüedad de
aproximadamente 15 años.
La historia que conlleva el salón comunal de
Tabacal, que se diseñó entre la comunidad y los presidentes de su época,
quienes levantaron la obra en su respectiva zona de sesión, sirvió en principio
para hacer reuniones sociales. “Como se
necesitaba un escenario propio, se empezó con el salón comunal, que al comienzo
fue de una planta, pero luego con aportes de la comunidad se
logró construir todo”, dijo Jonathan Canchón, vicepresidente de la JAC de
Tabacal.
Durante la
transición y cambio de presidentes de juntas se vio la necesidad de que el
salón tuviera un autosostenimiento, pero al mismo tiempo que no se le quitara el espacio a la comunidad, puesto que se
ejecutaban procesos de recreación, actividades que en ocasiones envía la Alcaldía, Compensar y el Sena.
Aunque la segunda
planta del salón comunal de Tabacal no está del todo terminada, los líderes
comunales expresan que es un ejercicio mancomunado que se trabaja por medio de
bazares, rifas, alquiler y arriendo, y “esas cosas crean sentido de pertenencia
porque ellos también ponen su granito de arena y cuidan el lugar”, mencionó una habitante del sector.
En esta junta de
acción comunal se apoyan eventos para niños, jóvenes y adultos, con programas
de capacitación técnica, emprendimiento y celebraciones de días especiales,
bien sea de la mujer, niño, padre, y demás festejos, es decirle a la comunidad
qué tan importante es su apoyo y cómo se vinculan a las ofertas para sí mismos
y su integración personal.