Irregularidades en el transporte contribuyen al incremento de la inseguridad en La Veredita
La falta de transporte público es un factor que ha incidido en el incremento de la inseguridad en este sector de la comuna dos, debido al poco flujo de colectivos y a la falta de rutas que desde hace más de ocho años obligan a los habitantes a caminar desde Quintas de la Laguna, única vía que tienen para llegar y salir del sector.
El acceso al transporte público en los barrios La Veredita, Primavera, San Isidro y El Mirador se ha convertido en un privilegio para unos pocos, pues según explican algunos habitantes del sector, tomar el transporte entre las 4 a.m. y las 7 a.m, y antes de las 6 p.m, es prácticamente imposible.
Según los habitantes de los barrios mencionados, las empresas transportadoras no cumplen con las rutas asignadas, ya que estas deciden hacia dónde y a qué horas prestar el servicio, sin importan la necesidad de los usuarios.
Antonio Meza, líder comunal del barrio la Primavera contó: “Hay dos empresas que entraron a prestar el servicio a cuatro barrios: San Isidro, Mirador, Veredita y Primavera, pero el servicio de transporte hacia la ciudad de Bogotá y viceversa es precario. Por ejemplo Carros del Sur cubría las rutas hacia el Centro, Palermo, Av. 68, Boyacá, Sao y Clínica San Rafael, pero la mayoría de las rutas se dejaron de prestar. Ahora únicamente salen en las horas de la mañana a Sao, Clínica San Rafael y Abastos, y en el transcurso del día es imposible conseguir transporte a esos lugares; las pocas rutas que prestan servicio sólo llegan al centro de la Veredita, a la Calle 2º con Carrera 13 y de ahí no pasan”.
Y como si fuera poco, el transporte interno de Soacha dejó de prestar el servicio aproximadamente desde hace dos meses; ahora sólo cubren una ruta que va de 5 p.m. a 9 p.m. Después de esa hora, los usuarios quedan a la deriva y la demanda incrementa cada día.
La Junta de Acción Comunal con el apoyo de la comunidad, hizo un derecho de petición que será entregado al personero de Soacha Henry Sosa Molina, pues están cansados de los atracos a los que se exponen frecuentemente las personas que salen o llegan de sus trabajos, incluyendo a la comunidad estudiantil debido a que es constante el robo de celulares, maletas y zapatos.
“Aquí hay una deficiencia completa en el tema de transporte, aquí sólo llega uno que otro colectivo y no más, estamos cansados de caminar porque no hay buen transporte; necesitamos colaboración para quienes vivimos en este sector”, agregó Juan de Dios, habitante del barrio Primavera.
La comunidad pide un servicio de transporte público digno y más atención de parte del Municipio. Además solicitan medidas de seguridad por parte de las autoridades para la vigilancia y control de los jóvenes que permanecen escondidos en las calles desoladas, y así evitar el incremento en los atracos.
Por otra parte, los habitantes del sector de la Veredita han venido denunciando el incremento de pandillas, que llegan a completar los 30 integrantes por grupo; el consumo de drogas y la venta de estupefacientes han puesto en alerta a la comunidad, llevándola a denunciar la falta de patrullaje y compromiso de la Policía Nacional.
“Este barrio era muy sano, pero últimamente hay mucho niño fumando, mucha delincuencia, pues desde las tres de la tarde ya están atracando, ya no hay seguridad de nada, no tenemos un CAI donde se pueda llamar a un Policía, y cuando uno los llama, llegan cuando ya ha pasado todo. Los grupos se ven en las mañanas tipo 11 a.m. hasta las 2 de la madrugada, esperando a quién hacerle el mal y dañar a la gente”, expresó Martha Garrido*, habitante del sector.
Para algunos habitantes, el hecho de que el sector colinde con una montaña es un factor que favorece a los delincuentes, debido a que muchos cometen sus fechorías y se esconden en los cerros.
“La topografía se presta para que los grupos o pandillas se organicen en este sector, especialmente en la noches, y cómo será la situación que entre pandillas se atacan con armas blancas, saliendo en varias ocasiones heridos; eso es lamentable y preocupante, y el riesgo es más evidente para las personas de bien por la falta de transporte en la mañana y en la noche”, concluyó Efraín Casas*, habitante del sector.
*Nombres cambiados por seguridad
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