La Caléndula, la Valeriana, el Eucalipto, la Stevia y el Guaraná se deben importar en Colombia

En un país de remedios caseros, donde todo el mundo toma agua aromática, 8 de cada 10 plantas medicinales, se deben comprar en el exterior, pagando 4.6 mil millones de pesos al extranjero, dinero que debería llegar a nuestros campesinos e indígenas, conservar la medicina tradicional y podríamos participar en un mercado mundial de más de 14 mil billones de dólares.


Colombia tiene 2,404 son nativas con uso medicinal y exclusivas de nuestro país, de las cuales 214 son exclusivas y 1442 son del Neotrópico, todas cultivables pero por ausencia de coordinación administrativa entre el Ministerio de Salud, INVIMA, Secretarias territoriales de salud, Ministerio de Agricultura se debe importar un alto porcentaje. Sólo 159 plantas se encuentran aprobadas oficialmente.

En un país de tradición naturista, es ilógico que plantas medicinales como la valeriana, la caléndula, la ortiga, el propóleo, el eucalipto, totumo, té verde, alcachofa, flores de caléndula, el guaraná, la maca, el noni, la estevia, entre otras, deban ser importadas, dejando fuera de la cadena de valor a los cultivadores campesinos e indígenas más aun cuando esta población Colombia requiere una estrategia para la sustitución de cultivos ilícitos, los cuales podrían transformarse en cultivos legales de plantas medicinales.

Sin embargo, según Yahel Bibiana Bueno Pineda, directora ejecutiva de FENAT, la falta de políticas públicas incluyentes en salud y agropecuarias que incluyan a la industria nacional naturista y a los cultivadores primarios ocasiona impactos negativos en ingresos económicos para el país, generación de empleo, sustituciones de cultivos ilícitos, competitividad y tener producto colombiano tipo exportación.

Colombia podría participar en un mercado mundial de 14 mil billones de dólares y exportar sus productos contrarios a seguir permitiendo que las transnacionales desplacen la industria nacional “LA COMPETITIVIDAD Y LA IGUALDAD DE CONDICIONES DA ESPACIO PARA EL NACIONAL Y PARA LAS MULTINACIONALES”.

“Es ilógico que mientras se tengan acuerdos de competitividad, no hayamos comenzado la tareas necesarias como la de implementar las buenas prácticas de CULTIVO DE PLANTAS MEDICINALES BPCPM, quitándole una gran posibilidad a nuestros campesinos e indígenas de participar en una cadena productiva sostenible, en nuestro campo de acción”. Además de tener todos los pisos térmicos necesarios para una producción de plantas medicinales a escalas mayores. Agrega la directora.

Manifiesta también que Colombia, un país con Biodiversidad y toda la posibilidad de desarrollar el Biocomercio, no está trabajando rumbo a un Sistema agropecuario Sostenible, frente a las plantas medicinales. Contamos con innumerables estudios científicos y académicos, pero que lamentablemente no pasan a la ejecución y se quedan en el papel.

Dice la Dra. Bueno “Nos estamos perdiendo de beneficios como: la utilización razonable de la tierra lícitamente, creación de nuevas fuentes de trabajo y oportunidades a nuestros agricultores, la obtención de productos para el Biocomercio, desarrollo de cadenas productivas y de valor de plantas medicinales y todos los productos derivados a base de dichas plantas medicinales como cosméticos, de aseo, entre otros”.

La solución que propone el sector

El gremio naturista plantea al Gobierno Nacional poner en marcha el Acuerdo Nacional de Competitividad 2015-2025, Desarrollar Guía y normas técnicas específicas al agro y al sector salud naturista, incluir los productos a base de plantas medicinales en el programa de transformación productiva del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, implementar con los entes territoriales, las regiones planes pilotos de cultivo de plantas medicinales. En estos acuerdos y Documentos se específica el facilitar la incorporación de esta actividad económica como una alternativa agroindustrial para los productores agrícolas, proveedores de insumos, laboratorios, universidades, empresas comercializadoras, transformadoras, prestadoras de servicios, de tal manera que se atienda a las demandas crecientes de productos derivados de la biodiversidad colombiana. El Gremio Naturista nacional quiere trabajar con el gobierno, “Es un engranaje que ayudaría a una gran cadena económica y agroindustrial en donde todos seamos los beneficiados, y que el gran resultado lo tenga el país”.

Por: Mabel Rocio Castillo Pineda

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