La inasistencia predominó en reunión informativa sobre proyecto Nueva Esperanza
Como antesala de lo que será la audiencia pública sobre la construcción de una subestación eléctrica en el municipio de Soacha, EPM explicó a la comunidad la manera como abordará el proyecto energético Nueva Esperanza y el tratamiento de los efectos negativos que se generen por su construcción.
Durante aproximadamente tres horas y media, en una reunión organizada en la Casa de la Cultura por la ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales), ingenieros de EPM (Empresas Públicas de Medellín) en compañía de representantes de otras entidades como UPME (Unidad de Planeación Bioenergética), INGETEC (Ingenieros Constructores) y el ICAHN (Instituto Colombiano de Antropología), dieron algunos pormenores de lo que será la línea de transmisión de energía Nueva Esperanza, proyecto que incluye la construcción de una subestación de energía en Soacha, con el objetivo de transportarla hacia algunas regiones del país.
Referente al proyecto, serán un total de 380 torres construidas a lo largo del departamento de Cundinamarca, conectadas entre sí y que tendrán como destino final Soacha. Ésta recibirá la energía de la subestación Guavio, ubicada en el municipio de Ubalá y en ella se realizará su transformación de 500.000 a 230.000 voltios. Hay que destacar que en Soacha se instalarán cerca de 34 torres en la zona rural del municipio y se utilizarán 31 predios en una longitud de 12 km.
“El objetivo básicamente es aumentar la capacidad de transporte de energía para abastecer el centro oriente del país, esta se caracteriza porque importa la mayor parte de energía de la región central. Los departamentos beneficiado serían Meta, Cundinamarca, parte del Guaviare y una pequeña porción de Tolima”, explicó el ingeniero de EPM, Jorge Rivera.
Efectos ambientales y culturales
Diego Amaya, ingeniero de INGETEC, firma encargada de ejecutar las obras en terreno, habló sobre las implicaciones ambientales y culturales a las que se ven expuestos los municipios que serán intervenidos para realizar estas obras. Destacó que se tomarán las medidas preventivas y correctivas necesarias en cada aspecto, como es el caso del patrimonio arqueológico y los efectos ambientales con los puntos más importantes en el estudio realizado, claro está, sin dejar de lado la parte social.
Según Amaya, se implementarán programas dinámicos para la generación de empleo, también se harán las indemnizaciones económicas correspondientes para quienes vean afectados sus predios; además de estos resarcimientos, se hará un acompañamiento social y se efectuarán programas de arqueología preventiva en el municipio.
“Encontramos que el mayor significado es el de la alteración al paisaje, para ello se han formulado programas de restauración y de coberturas vegetales de bosque en algunos sectores donde se va a hacer afectación de cobertura ambiental”, explicó Amaya, al tiempo que mencionó que un problema detectado es la afectación del corredor de vuelo de las aves, ya que estas pueden estrellarse con los cables de alta tensión, para este propósito se prevé instalar señalizadores o desviadores sobre los campos de guarda.
Así mismo, señaló que el hallazgo arqueológico que se descubra durante la obra será un beneficio para Soacha, ya que se enriquecerá el patrimonio cultural: “Si se encuentra algún material arqueológico, se podrá rescatar de forma apropiada, se trabaja responsablemente en este sentido”, manifestó. Sin embargo el antropólogo y arqueólogo del ICAHN, Alexander Martínez, consideró necesario el acompañamiento que esta institución debe hacer en este tipo de obras.
El experto dijo que para un mejor aprovechamiento del patrimonio arqueológico, puede construirse un museo, con el ánimo de que las muestras encontradas no se las lleven de su sitio de origen, al igual que preponderó el compromiso del ICAHN para impedir que el patrimonio se vea afectado.
La comunidad
Las sillas vacías imperaron en esta reunión informativa. Sin embargo, algunos líderes comunales, el Personero Henry Sosa y sus delegados, asistieron y estuvieron al tanto de la información suministrada por los ingenieros y demás participantes. Para algunos de ellos, faltó un poco más de claridad en el tema cultural.
“Se debería solicitar un lugar para conservar la riqueza arqueológica, es injusto que se encuentre algo y se lo lleven para Bogotá o para cualquier otro lado en un museo, que ellos nos compensen con un sitio donde guardar esta riqueza”, indicó Alfredo Zapata, asistente a la reunión.
“Como comité ambiental vamos a preparar una ponencia para hacerla llegar a Choachí, mi labor acá es recoger la información. Vamos a recoger el documento para estudiarlo y con el apoyo de la Personería tomar alguna decisión, además de contactar a personas que sepan más del tema para que nos aporten”, expresó Blanca Mateus, líder de la comuna uno y miembro de la Mesa Ambiental y Territorial de Soacha.
Por último hay que recordar que esta reunión únicamente fue de carácter informativo, porque el próximo 5 de septiembre a las 9:00 a.m. se realizará una audiencia pública en Choachí (Cund), donde se hablará y debatirá a fondo las bondades y vacíos de este proyecto, y su posible aprobación o denegación por parte de la ANLA.
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