La nueva cara de la Universidad Minuto de Dios en Soacha

Lo que antes era un muro blanco, lleno de rayones y contaminado visualmente, es ahora un espectacular mural que renueva el aspecto externo de esta institución y motiva no sólo al aprendizaje, sino también a la convivencia entre los jóvenes, el servicio a la comunidad, y sobre todo al reconocimiento de la identidad como soachunos.



Esta obra de arte fue realizada por la Fundación The Lions Familiy, una organización que aunque lleva cinco años trabajando por lo social y la creación de conciencia entre la comunidad, se constituyó de manera oficial desde hace aproximadamente un año. A lo largo de su trayectoria The Lions Family ha trabajado en procesos con la Alcaldía de Sibaté, talleres independientes de fotografía y otras actividades culturales como la que se realizó en Uniminuto:

“El proceso le apuntó a que hubieran varios actores sociales, entre los cuales estuvo la Universidad Minuto de Dios, la comunidad y algunos estudiantes de la misma universidad, pudiendo crear un espacio para los jóvenes y para todas las nuevas tendencias urbanas que se vienen fortaleciendo en nuestro país. La idea de esto es cambiar la percepción que hay o que había sobre el grafiti, porque de cierta manera se veía como un acto de vandalismo. Sin embargo, a través de esto la gente se puede dar cuenta de que sí se necesitan espacios y herramientas para poder hacer buenas producciones como esta, y muchas otras cosas como diseño de interiores y otros ámbitos más donde entran estas tendencias. De hecho actualmente existen muchas personas que se ganan la vida en este oficio, entonces hay que ver que este arte ya se está profesionalizando y que además es una entrada a la cultura, el amor y la conciencia”, explicó Andrés Felipe Mayorga, Director de la Fundación The Lions Family.

Para Mayorga, lo más significativo del mural fue su componente de identidad, pues según manifestó, lo que se quiso fue recuperar la identidad del territorio de Soacha a través de los dibujos de unos pictogramas que representan la cultura muisca que habitó hace muchos años el municipio. Por otra parte, el mural se constituye como un proceso artístico y de conocimiento, aunque también de participación. En las ilustraciones se encuentra en primer lugar la cascada del Salto del Tequendama, unos tótems, la imagen de un puma que habitó hace muchísimos años en Soacha, y en sí una mención a todas las cosas que habían antes.

Aparte hay una mujer indígena pintada en técnica de transparencia, con una retro excavadora que da a entender que todo eso que existía hace años, hoy con la minería y otros factores ha sido destruido. Igualmente se hizo un homenaje al Padre Rafael García Herreros, y se representó la multiculturalidad que hay en Soacha.

Vale la pena decir que la realización del mural es el resultado de un proceso que comenzó el pasado mes de mayo en el marco de Semana de la Identidad realizada por la Universidad Minuto de Dios. Allí se realizó en principio un foro acerca del grafiti como profesión, y se realizaron talleres dirigidos a los jóvenes de la universidad, en las áreas de Ilustración, Plantillas y Aerosol. La universidad financió todo el proceso en cuanto al aporte con materiales, pago de talleristas y el espacio físico de sus instalaciones. Adicionalmente, se contó con el apoyo de la empresa privada.

“Yo llegué al proceso de forma voluntaria cuando conocí a Felipe, fue algo muy casual. Él me comentó de su fundación y empezamos a dialogar, me llamó mucho la atención el tema y desde entonces le colaboro con el manejo de la página, subiendo fotos a las redes sociales, etc. Mi participación en la realización del mural se vio reflejada en el acompañamiento para el registro fotográfico durante los cinco días de trabajo. La universidad nos apoyó en lo económico, y por supuesto dándonos el espacio físico, fue algo muy bueno porque los muchachos pudieron venir acá a dejar sus cosas, es decir que hubo confianza hacia la fundación y hacia nosotros”, expresó Jenny Paola Tequia, estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Minuto de Dios.

“En este mural quisimos mostrar que puede haber mucha libertad de mente, espíritu y alma, también que el grafiti es un estilo de vida, y no lo que la sociedad veía antes, es decir vandalismo. Es por eso que con este espacio queremos que la gente vea que los grafiteros tienen una forma de expresarse, porque esta es una opción de vida y una alternativa de profesión”, concluyó Fabio Echeverry, integrante de la Fundación The Lions Family.

El objetivo que tiene ahora la fundación, es poder crear su propia escuela de formación cultural, con el fin de poder llegar a muchas más comunidades.

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