Lo golpean y lo hieren por robarlo en Soacha

Desbordada está la inseguridad en Soacha y los ladrones son cada día más agresivos. Un joven de 25 años fue golpeado y herido por tres delincuentes, y eso que no opuso resistencia.

Los delincuentes roban celulares, billeteras, dinero, joyas, bicicletas y motos, y para las autoridades pareciera que en Soacha no pasa nada porque a pesar de tener identificados ciertos sitios donde los delincuentes actúan, no hay programas ni patrullajes para proteger a la población civil.

Un caso específico, de los tantos que suceden a diario en las calles de la ciudad, fue el ocurrido a un joven tecnólogo en sistemas de 25 años de edad. Él reside en Hogares Soacha y el pasado jueves se demoró más de lo normal porque se fue a la casa de un amigo en San Mateo y le cogió la noche; salió rumbo a su apartamento hacia las 10 p.m. y abordó un colectivo que lo acercara a su lugar de vivienda.

El joven cuenta que pensó bajarse en la avenida Indumil y ahí coger un bicitaxi que lo acercara unas 7 cuadras al fondo, hasta donde reside, pero vino el desenlace que ahora lamenta. “Efectivamente me bajé en la avenida, pero estaba solo, no había nadie, entonces decidí caminar y había avanzado como tres cuadras cuando me salieron dos tipos en bicicleta y una a pie, me encerraron y me dijeron que les diera el celular y la plata. Yo les dije que tranquilos, que se llevaran todo, pero que no me hicieran daño”, relató.

Según el testimonio de este joven víctima, los delincuentes tenían armas blancas y uno siempre lo amenazó con una navaja. “Yo les di el celular, me esculcaron, me sacaron la billetera y la plata, y luego uno de ellos me pegó una patada que me mandó el piso, y estando caído me pegó otra”, relató.

Aunque el robo no duró más de 20 segundos, fue suficiente para que el joven haya salido golpeado y herido porque al caer se pegó muy fuerte en la cabeza con el sardinel. “Con la patada que me dieron en el piso me afectaron una costilla, y cuando caí me rompí la cabeza, y aunque no fue profundo, me tocó llegar al apartamento a que una hermana me hiciera curaciones con agua oxigenada e Isodine”, replicó.

El hecho demuestra que los delincuentes están cada día más agresivos y que están dispuestos a hacer daño a las víctimas, mientras la Alcaldía Municipal y la Policía hacen oídos sordos al clamor ciudadano por la ola de inseguridad que se vive en la ciudad.

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