Los efectos del paro de transporte en Soacha

Aunque los dos temas básicos que arrojó la reunión entre autoridades y transportadores fueron el restablecimiento del pico y placa de un dígito para el transporte público y el compromiso de las autoridades para combatir la piratería, hay varios componentes que salieron a flote y que la comunidad desconoce hasta el momento.


Lo primero que hay que decir es que el problema del transporte en Soacha no es de ahora y no se reduce solamente al pésimo servicio que los usuarios afirman se presta diariamente por parte de las diferentes empresas que operan en el corredor Soacha Bogotá.

Hay que tener en cuenta que las mencionadas empresas le apuestan a conformar operadores fuertes para competir con los monstruos de Bogotá, aunque según versión de Rubén Darío Pineda, persona reconocida dentro del gremio, hay alrededor de 7 empresas que tienen intereses en torpedear la organización para evitar que los transportadores de Soacha entren al denominado Sistema Integrado de Transporte Público de Pasajeros, SITP.

Pineda también confirmó lo que algunos conductores aseguran frente a la ‘piratería’, no de los vehículos particulares, sino de los mismos colectivos que prestan un servicio ilegal, convirtiéndose en competencia desleal para quienes intentan ofrecer un servicio organizado y óptimo.

“El problema es que la misma policía no actúa honestamente y permite que esos vehículos rueden sin cancelar planilla ni despacho, fraccionan los recorridos y cobran sólo mil pesos por el transporte, situaciones que indudablemente se convierten en un problema para los que sí operamos legalmente”, manifestó un conductor que pidió no revelar su nombre.

El anterior testimonio confirma las palabras de Pineda, quien además aseguró que la Policía hace operativos en contra los vehículos legales, no contra los ilegales.

Sin embargo, una de las conclusiones fuertes de la reunión del pasado viernes en Unisur, fue justamente el compromiso de las autoridades para combatir la piratería. El mismo coronel Manuel Silva, comandante de la Policía de Tránsito de Cundinamarca, aseguró que pondría todo a disposición para evitar que los ‘ilegales’ sigan operando.

“En todos los puntos del corredor Soacha Bogotá ya no van a existir los ‘devueltos’, porque se ha coordinado con la Policía Cundinamarca y del Distrito para que a partir de este momento se realicen operativos rigurosos. Todos debemos prestar el servicio desde los despachos hasta sus respectivas puntas, idea y vuelta, y se va a unificar el baucher electrónico para todas las empresas”, aseguró Andrés Arroyave de TransUnisa SA.

Otros de los temas importantes y que aún no es claro, es el número real de vehículos que prestan el servicio en el corredor Soacha Bogotá. “Se va a hacer una investigación de los denominados vehículos ‘resucitados’ que están entrando a empresas como Cootranfebo, Tequendama y Velosiba, y se va a realizar el censo, pero basado en los antecedentes. Tengo el listado de los 2.116 vehículos que hacen parte del registro inicial y eso nos debe arrojar el censo exacto, en donde hay que cotejar los vehículos que han sido chatarrizados o han salido de circulación, y por ende debe haber una disminución del parque automotor, más no un aumento del mismo”, indicó Daniel Orlando Gutiérrez, representante del sindicato transportador.

La capacitación a los conductores también hace parte de los cambios que se están realizando, para lo cual algunas empresas hicieron convenio con el Sena con el fin de preparar el personal y contrarrestar el flagelo del maltrato al usuario, y prestar un servicio aseado y de calidad.

Todos los anteriores temas se han venido tratando en la Mesa de diálogo conformada desde hace seis meses y en la que participan el Ministerio, la gobernación, las alcaldías de Soacha y Bogotá, las organizaciones y los gremios del transporte.

“La Mesa está trabajando específicamente los temas de Soacha y Bogotá en lo que tiene que ver con la frontera, estamos reuniéndonos más o menos cada 15 días, y creo que sí podemos lograr solucionar todos estos vacíos en materia de transporte. De hecho un tema que se ha tocado es el de los taxis y en eso hemos venido avanzando, ya hay un borrador del convenio entre las dos alcaldías, lo que significa que hay la intención de poder corregir este problema”, indicó el secretario de movilidad de Cundinamarca, Andrés Ernesto Díaz.

Entre tanto, el Secretario Especial de la gobernación para asuntos de Soacha, Iván Moreno, dijo que el problema del transporte no es de hoy, “es producto del incumplimiento, los mismos transportadores hacen sus rutas, acortan los recorridos, no se ha implementado el despacho electrónico, en fin. Son muchas las condiciones donde juegan bastantes variables. Nosotros estamos participando en la discusión y técnicamente se están apropiando recursos del departamento para contribuir con un estudio con el fin de que tengamos un Sistema integrado de transporte público eficiente”.

Pero cada uno de los aspectos anteriores debe entenderse como un todo, pues el problema de movilidad hay que abordarse como un desafío de la ciudad-región, teniendo en cuenta que las consecuencias de una medida tomada en Bogotá afectará indudablemente a los municipios vecinos, y más a Soacha por ser la población que prácticamente está integrada con la capital.

No en vano un reciente artículo publicado por el periódico El Espectador hace alusión al denominado ‘Efecto Mariposa’, que no es más que “las consecuencias que los pequeños cambios en alguna parte de un sistema pueden causar en otro más complejo”, haciendo referencia al paro del pasado viernes en Soacha y a todos los problemas de movilidad que ha tenido que enfrentar el municipio.

En el texto se asegura que “No basta con la integración de los servicios de Transmilenio, buses y bicicletas en Bogotá. Cada vez se hace más evidente la necesidad de que esa red esté articulada con los municipios vecinos, pues sólo Soacha se acerca al millón de habitantes, la mayoría de los cuales estudian, trabajan o hacen negocios en la capital”.

Y concluye: “De alguna manera fue por esa misma razón que en Colombia se empezó a pensar en la necesidad en llevar Transmilenio hasta Soacha o en diseñar el tren regional, como propuso el ex gobernador de Cundinamarca, Andrés González. Pero llevar a la práctica iniciativas de esta naturaleza requiere dejar de lado los centralismos, aprender a trabajar en equipo, meterle planeación a los gobiernos y fortalecer los sistemas de auditoría y control de las obras, tareas complejas en un país acostumbrado a pensar en pequeño y a que mucha gente quiera meterle mano al erario. Mientras tanto, el aleteo de la mariposa sigue recordando que de no actuar pronto, las consecuencias serán peores para todos”.

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