Luz Marina Bernal es la candidata de Soacha y de las víctimas al Senado de la República
Luz Marina viaja en Transmilenio y en buseta, no por populismo sino porque esa es su cotidianidad. A pesar de haber perdido un hijo a causa de la violencia, ha ganado muchos más que la acompañan voluntariamente en su campaña al Senado en donde quiere representar a las víctimas de una absurda guerra que ha cobrado la vida de muchos colombianos.
Luz Marina es una de las valientes mujeres de Soacha que sacó a la luz pública el crimen de estado denominado Falsos Positivos, incluso se ha enfrentado a Álvaro Uribe logrando que este se retracte de afirmaciones falsas que ha hecho sobre su hijo asesinado. Ha denunciado en varios países y escenarios la práctica sistemática de ejecuciones extrajudiciales de colombianos. Hace un par de años participó en la mesa de negociación de los acuerdos de la Habana, también fue denominada a candidata por el premio Nobel de Paz y ha hecho un trabajo importante por las víctimas del país.
Periodismopublico.com: La votación del Senado no permitió la creación de las 16 circunscripciones especiales de paz, en donde estarían representadas las víctimas. ¿Por qué Luz Marina ahora quiere representarlas?
Luz Marina Bernal :
En el Senado negaron los derechos de las víctimas al no votar a favor de las 16 circunscripciones, de paso negaron la participación de los representantes de las regiones más golpeadas por la violencia. Su presencia ayudaría a que los acuerdos se cumplan, varios de estos líderes se quedaron con sus propuestas en las mano, así vemos que el presidente Santos dejó una puerta abierta para que los acuerdos sean manoseados y reestructurados, de lo que se ganó en cinco años es muy poco lo que queda. Por eso al lado de otros líderes de la comunidad y de las víctimas queremos luchar y rescatar lo que ha quedado, por eso estamos tomando otras posibilidades de apoyar esos acuerdos.
¿Cuál ha sido su trabajo por la paz y la reparación de víctimas?
Mi trabajo se ha convertido en el diálogo y compromiso con las víctimas regionales; me hablan, me invitan, me piden que haga propuestas y lleve su voz ante el gobierno. Lo que me queda de vida será para aportarle al país y sus víctimas, independientemente del lugar en donde esté.
Nunca me imaginé estar dentro de los diálogos estructuradores del Acuerdo de Paz con las FARC. Ignoro cómo fue la escogencia de las 60 personas para llevar propuestas de todo un país, pero la esencia de esos diálogos fuimos las víctimas que enfrentamos y sufrimos la problemática de la guerra interna de Colombia. Los que estuvimos allá tuvimos la posibilidad de llevar ideas, porque en un país con más de ocho millones de víctimas, escucharlas es importante. En ese caso de La Habana, representé a las víctimas de crímenes de estado.
¿Cómo pasó de luchar por un caso en Soacha para convertirse en la voz de varias víctimas del país?
El caso Soacha fue emblemático, se conoce incluso internacionalmente. Da tristeza ver que no hay garantías, ni justicia frente a los hechos ocurridos, solamente tres casos han sido condenados, los otros están en etapa preliminar, sufriendo dilaciones por los abogados de los mismos militares, quienes de manera constante cancelan audiencias. Con la JEP, ellos no se quieren desgastar en la justicia ordinaria y quieren pedir más beneficios de los que han tenido.
Estos casos de Soacha no fueron accidentes del conflicto, fueron causados por militares que a partir de las políticas de ‘seguridad democrática’ del gobierno de Uribe Vélez ganaban prebendas por asesinar guerrilleros, cartas de felicitaciones, ascensos y medallas, y esto incitó a presentar resultados de bajas en combate, todo patrocinado por el gobierno.
Fueron hechos ocurridos a sangre fría, en donde también afros, indígenas, palenqueros, hijos de mujeres cabeza de hogar fueron asesinados de la misma forma. Hasta ahora no vemos verdad ni justicia por ninguna parte. Hay ya un caso de falso positivo reconocido como crimen de lesa humanidad, hay que hacer la tarea para que los más de 6000 casos se reconozcan como tal.
Haciendo esta denuncia y contando mi historia he conocido a muchas personas que han vivido la misma situación, pero por miedo no se atreven a contarla. Las víctimas que frecuento me piden que lleve su historia, que denuncie, ellas mismas me han motivado para representarlas y me dan sus ideas y propuestas.
¿Cómo decide postularse como candidata al Senado?
Si hay la posibilidad de llegar realmente al congreso, no es sólo por mi caso, lo mío es insignificante frente a lo que ha sucedido en el país, es un momento coyuntural, por eso busco que la juventud, víctimas y las regiones se apropien de lo que es suyo, se dignifiquen y exijan. Quiero ser el instrumento para llevarlas ante los debates nacionales.
Realmente la invitación para ser candidata me la hicieron en el mes de noviembre, al inicio me negué porque es una responsabilidad grande y no estaba decidida. Esto hay que tomarlo con cabeza fría. Esto no se hace por un interés económico, poder u otra cosa, sino porque realmente es la responsabilidad de llevar la voz de muchas personas que tienen miedo.
Me tomé un tiempo para pensarlo y el 9 de diciembre tuve la oportunidad de hablar con Patricia Ariza y otras personas, acepté inscribirme, porque yo sí hice la promesa consciente y de corazón de apoyar a las víctimas, a mi país y en memoria de mi hijo a la juventud colombiana porque ellos pueden aportar a un verdadero cambio para sus propias generaciones.
Para los jóvenes me uno a la búsqueda de educación gratuita y empleo digno, pues muchos han estudiado y se han preparado, pero tampoco han podido ejercer. Junto a ellos podemos luchar por un mejor medio ambiente, mejor salud y oportunidades.
El aporte que yo puedo hacer es escuchar las propuestas de estos jóvenes y ponerlas sobre la mesa para que ellos ayuden a decidir cómo va a ser la transformación del país.
Cómo ve a Soacha en su proyecto político
Soacha es un municipio receptor de víctimas, pero no tenemos nada que ofrecerles, ni siquiera un lugar digno para vivir, por eso toca realmente trabajar por él para que el gobierno reconozca esta realidad y dé las condiciones para atenderlas dignamente.
Otra situación importante para tener en cuenta es la condición ambiental, la minería, la explotación, las aguas residuales que vienen desde Bogotá y municipios aledaños, que son algunos de los problemas que están generando contaminación, por eso es hora de actuar por la recuperación del medio ambiente del municipio y así ofrecer a las nuevas generaciones un escenario más limpio y saludable.
Muchos líderes que han llevado denuncias han sido asesinados, incluso usted ha sido amenazada. ¿No le da miedo visibilizar ahora más conflictos e historias de víctimas? ¿Su familia la apoya en esta labor política?
Cuando asesinaron a mi hijo, también mataron a mi familia, la desintegraron. Hay amenazas, por eso, por seguridad y por evitar persecución, mis otros hijos ya no están conmigo, esto me duele mucho ya que también me ha costado la separación con mi esposo. Desapareció Fair Leonardo y desaparecieron los sueños familiares, ahora mi vida es una lucha de tiempo completo donde me acompañan muchos jóvenes que me dan esperanza de cambio y de paz.
Hay más muertos, ni siquiera Juan Manuel Santos se ha pronunciado para decir qué está pasando con líderes sociales en donde van 280 líderes asesinados por apostarle al cambio del país, pienso que por esta razón es mejor que mi familia no me acompañe. Cuento con organizaciones, colectivos y muchas personas que trabajan a diario por defender los derechos humanos.
¿Tiene algún esquema de seguridad y protección?¿Cómo se moviliza para cuidar su vida?
Mi guardaespaldas es Dios, voy con él de la mano. Andamos en buseta, Transmilenio, no se necesitan carros particulares ni blindados, eso pone más a la gente en peligro. No veo como una ‘alpargatuda’ como yo pierda su esencia de compartir y hablar con la gente, poder ir tranquila en un bus y conversar con la persona de al lado, tomarse un tinto en una panadería. Pienso que la dignidad y la humildad es lo primero que cuenta.
A propósito de la humildad que menciona como parte de su forma de ser ¿Cómo ha financiado su campaña?
No hay dinero, nos ha tocado una campaña humilde con el aporte de personas que nos rodean, los volantes y los afiches son donados. Con gran dificultad nos toca rebuscarnos lo de los pasajes. La campaña se ha hecho con jóvenes y personas voluntarias que no se ganan ni un peso, al contrario, nos ayudan con recursos y trabajo.
Aquí en la lista de la Decencia estamos los que no somos de corbata, sino personas de bajos recursos que queremos ver un territorio con dignidad y una Colombia Humana que traiga cambios al país.
Fotos: Facebook
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