Normas que se infringen con el visto bueno de las autoridades
“Atravesarse” a recoger y dejar pasajeros en la alameda de la calle 13, interferir el tránsito peatonal y hasta poner en peligro la vida de los ciudadanos, son hechos cotidianos que parecen no importarles a las autoridades del municipio.
El elevado número de personas que transitan a diario por la calle 13 del centro de la ciudad, sumado a la cantidad de vehículos que ruedan constantemente por las carreras séptima y octava, son dos situaciones que chocan en igual número de puntos porque tanto conductores como peatones juegan al que primero pase sin respetar al otro.
Es claro que la calle 13 es una vía peatonal, pero también es claro que en su paso por las carreras séptima y octava es atravesada por estas importantes vías del centro de la ciudad, por lo tanto es evidente que deben existir normas claras para que se pueda pasar por estos dos puntos sin que se genere peligro para nadie.
Camilo Cortés es conductor de un vehículo Renault 9 que por su trabajo tiene que pasar alrededor de cinco veces diarias por estos dos puntos. “Cada vez que voy por la séptima e intento cruzar la calle 13 encuentro trancones originados por los carritos blancos; ellos justo paran sobre el adoquín, se atraviesan, se demoran hasta que se les antoje y no respetan a los demás. La verdad yo jamás he visto un policía ahí para que ponga orden a esta situación; ahora: lo que pasa también es que la misma gente los espera justo sobre la peatonal y quieren que al bajarse del carro los dejen justo en la alameda o si no se ponen bravos, me consta”, puntualizó.
Muchos testimonios y evidencias comprueban que efectivamente el transporte público urbano de Soacha es el principal protagonista del desorden y el caos en estos dos puntos. Pero también hay que mencionar que las autoridades son igual o más responsables aun, debido a que tienen la norma en la mano y no la aplican.
El 15 de abril pasado, en un oficio enviado por el director de Transporte del municipio William Ardila Infante al comandante del Distrito de Policía, coronel Alejandro Murillo, le recuerda que debido a múltiples quejas de la comunidad originadas por la invasión a la bahía ubicada sobre la carrera octava, entre calles 12 y 13 del centro de la ciudad por la misma institución policial, era necesario desocuparla para que el transporte público la utilice como paradero. El 21 del mismo mes el alto oficial hizo efectiva la medida y a partir de ese momento la zona en mención quedó a disposición de conductores y pasajeros; sin embargo fue por medio del decreto 158 del 2 de abril de 2002 que esta bahía tiene como destinación específica que los vehículos de servicio público de transporte de pasajeros puedan allí recoger y dejar pasajeros.
Hoy, ocho años después de expedido el decreto municipal, ni los conductores, ni los transeúntes, ni mucho menos las autoridades cumplen con lo estipulado. La bahía no se utiliza para el fin asignado, y todos prefieren parar sobre la alameda para causar trancotes y traumatismos al tránsito del centro de la ciudad.
William Ardila, Director de transporte del municipio, se refirió al tema y dijo que es deber exclusivo de la policía hacer efectiva la medida: “Hemos cumplido con toda la normatividad, hay un decreto, pero la aplicación de la norma le corresponde a los agentes de tránsito y vamos a insistir en ese tema por cuanto se cumplió durante los primeros 10 o 15 días, pero nuevamente se ha caído en la infracción de recoger pasajeros en cualquier parte, originando caos tanto en la séptima como en la octava”.
¿Qué dice la ciudadanía?
Periodismo Público indagó entre conductores y usuarios de transporte para conocer sus impresiones respecto a la norma y esto fue lo que encontró:
“Yo sé que existe una ley que prohíbe que recojamos personas en la alameda de la Cll 13, pero debería haber alguien que les diga a los pasajeros que no se ubiquen en este lugar para que nosotros no los recojamos aquí, pues si yo no los recojo ahí, no los puedo recoger más adelante y si no los recojo me voy solo y me toca pagar una cuota y el ACPM, pero nadie se fija en eso. Las mismas autoridades deberían orientar a las personas sobre el lugar correcto en el que deben esperar el bus”, afirmó Henry Pachón, transportador del municipio.
“Sí, yo conozco la norma, pero igual yo salgo a coger transporte a la Cll 13 en horas de la noche y a esa hora no sucede nada (referencia a la falta de control por parte de la Policía)”, agregó Víctor Rodríguez, usuario del transporte público.
Frente a las acciones que se van a implementar para retomar el control en la Cll 13 y específicamente en los dos puntos mencionados, tanto la policía como la dirección de transporte coincidieron en la adecuación de unos paraderos que generen buen ambiente y comodidad para las personas, esto con el propósito de lograr cumplir con dicha normatividad. Adicionalmente se implementará una campaña de ‘cultura ciudadana’ para contrarrestar ‘la indisciplina’, que no sólo es de los conductores, sino de los mismos usuarios que se resisten a entender que está prohibido recoger y dejar pasajeros en dicho lugar, “inclusive muchos arremeten contra las autoridades cuando se les indica el sitio correcto en el que deben esperar a ser recogidos”, indicó Ardila.
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