Nuevas pruebas en proceso de los «falsos positivos»

Un perito del CTI reveló fotografías e informes del hallazgo de dos cuerpos de presuntos guerrilleros abatidos en combate. Sin embargo la declaración tuvo que ser reprogramada puesto que la defensa de los militares solicitó que las pruebas digitales le fueran presentadas.


Ante una jueza especializada de Bogotá, un investigador criminalística del CTI aseguró que el Ejército Nacional fue el encargado de hacer el acordonamiento de la zona donde fueron hallados los cuerpos de dos jóvenes presuntamente abatidos en combate en la vereda El Salao, en zona rural de Ocaña, Norte de Santander.

En su intervención, el perito indicó que el 15 de enero de 2008 llegó al lugar en compañía de un grupo de investigadores después de que el sargento Sandro Mauricio Pérez le reportara sobre un combate en “el que se habían dado de baja a dos sujetos”.

“Cuando llegamos al lugar de los hechos un grupo de militares había acordonado interna y externamente la zona, trabajo que le corresponde al exclusivamente al CTI”, precisó el perito quien dio una detallada descripción sobre el lugar donde se encontraban los cuerpos.

Según el testigo, soldados adscritos al batallón No. 15 se encontraban en el lugar “blindando” la zona. “El anillo del personal militar no permitía que persona u animal dañara o alterara la escena del crimen o los elementos materiales probatorios”.
“Tomo notas de cómo estaban ubicados los cadáveres y de los elementos materiales que se encontraban en el lugar”, indicó el perito ante las preguntas de la fiscal de este caso.

Igualmente señaló que se tomaron las fotos y el registro de las evidencias halladas en el lugar. Además se solicitó el informe del primer respondiente con el fin de hacer un análisis y una comparación con los elementos hallados.

Fuente: Elespectador.com

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