Obras inconclusas en Soacha que dejó el gobierno de Saldarriaga ¿Elefantes blancos?

No solo el alcalde Julián Sánchez Perico ha denunciado las obras inconclusas en Soacha que dejó el gobierno de Saldarriaga. La comunidad también lo ha hecho.

Recientemente, el alcalde Julián Sánchez Perico se refirió a dos obras que, según el cronograma del anterior alcalde, ya debieron entregarse. Sin embargo, al revisarlas se dieron cuenta que están inconclusas y que le dijeron mentiras a la comunidad.

Una es el Centro de Protección y Bienestar Animal, ubicado en la vereda Panamá. “Es preocupante y me voy con el corazón roto. No es posible que nos quieran entregar un elefante blanco de esta magnitud. Todas las personas aquí presentes teníamos las expectativas de poder recibir hoy una obra que a todas luces no es más que una fachada pintada. Los estándares técnicos no se cumplen, lo ejecutado por el contratista tampoco y no se pueden derrochar los recursos públicos de esta forma en una obra que es una necesidad para la ciudad”, destacó el mandatario ese día.

Otra obra que tiene retrasos es la Unidad Recreativa Los Locos, la cual estaba prevista para ser entregada el 15 de febrero. Sin embargo, al verificar y hablar con el contratista, este dijo que se terminaría a mediados de abril.

Pero las quejas sobre las obras de la administración anterior no son solo del alcalde Julián Sánchez Perico. Esta semana, varios ciudadanos de Ciudad Verde denunciaron el abandono del parque Tierra Negra, ubicado cerca de los conjuntos Pomarrosa, Palmeto y Clavel uno.

“La obra se comenzó en la alcaldía de Saldarriaga, pero lleva más de seis meses abandonada y es la hora que no se retoman trabajos, situación que perjudica enormemente a los niños y las familias”, dijo un residente de Pomarrosa.

Lo delicado, según los habitantes de Ciudad Verde, es que los niños utilizan las zonas verdes para jugar, haciendo canchas improvisadas, lo que sin duda deteriora el pasto en áreas no aptas para jugar.

“Los parques de la ciudadela se han vuelto en parqueaderos de motos y canchas improvisadas por las escuelas de fútbol, que no cuidan los espacios verdes. Los parques ya no tienen pasto, sino zonas deterioradas convertidas en arena y piedra por el descuido”, replicó otro residente.

Lo cierto es que las obras deben retomarse y acelerar su culminación para evitar que se conviertan en elefantes blancos y perjudiquen a la comunidad.

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