Propuesta de Germán Vargas Lleras: anticonstitucional, opresora, clasista, deshumanizadora y empobrecedora

Colombia como Estado social de derecho se fundamenta en el respeto a la dignidad humana (art. 1, Const., 1991) cuyo fin es “servir a la comunidad, promover la prosperidad general (…)” (art. 2, Const., 1991), estos principios constitucionales no se pueden negociar bajo ninguna circunstancia ni adversidad puesto que son la esencia de la identidad y democracia de nuestro país. Si con la excusa de la pandemia se trata siquiera de cambiarlos, pasaríamos a una dictadura solapada y opresora que atenta directamente contra la dignidad de los colombianos, el servicio a la comunidad y la prosperidad de un pueblo que sufre por la inequidad de personas clasistas, opresoras, deshumanizadoras que buscan empobrecer a los más necesitados.

Por lo anterior, amparado por el art. 20 de la Constitución Nacional, como colombiano, por mi convicción de fe como Teólogo de la Liberación llamado a denunciar el abuso hacia los más necesitados, como educador que forma pensamiento crítico, amor patrio y servicio a la sociedad a través de la solidaridad, me permito responder  a lo que oculta detrás de esa falsa preocupación por el país la propuesta del ex vicepresidente Germán Vargas Lleras realizada en la columna de opinión “llegó la quincena” publicada en periódico El Tiempo el 3 de mayo de 2020[1]. Y por si acaso, mi filiación política no es de la extrema izquierda y tampoco me mueve una ideología política para responder a una propuesta que a mi modo de ver, no es solo irrespetuosa sino abusiva, opresora, nociva para los derechos de los trabajadores de Colombia que por décadas han obtenido reconocimientos incluso a causa de millares de vidas.

Para comenzar, hay que hablar de frente, detrás de su palabrería se oculta una reforma laboral que busca quitarle lo poco que ha obtenido el empleado colombiano y se escuda en el COVID-19 para no decir que es la oportunidad que ustedes en su gobierno (Santos) buscaron al ingresar a nuestro país a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico – OCDE. Aclaro que las primas, las vacaciones, las cesantías y sus intereses no son un favor, ni un regalo, es un derecho de equidad por el tiempo de servicio en las empresas; hoy bajo la figura de teletrabajo o trabajo en casa, puesto que el colombiano está produciendo en horas laborales y no laborales sin remuneración de horas extras. Aquí no existe la figura de auxilio, porque se está trabajando.

Ahora bien, para los colombianos que han perdido sus empleos es necesario dar ese auxilio económico, pues los recaudos de las Nación, sus reservas internacionales en fondos y demás garantizan esta inversión social para el pueblo. Lo que les duele a muchos es que no tendrán dinero para seguir saqueando el heraldo público, llenar sus arcas corruptas y enriqueciéndose a costillas del pueblo colombiano, muchas de ellas camufladas con estrategias populistas como regalo de casas ¿Cuántas casas regaló usted señor Vargas de su dinero? Porque las entregadas fue del dinero de todos los colombianos.  

Asimismo es abusiva la propuesta de pagar el salario mínimo por horas ¿qué considera vida digna y promoción integral del colombiano? ¿O es que quedaron convencidos que con $160.000 las familias colombianas  pueden vivir? No pueden escudarse en decir que es una propuesta de medidas transitorias porque históricamente se ha comprobado que todo lo transitorio se convierte en permanente, por ejemplo, el cuatro por mil.

De igual forma, el no pago de primas, cesantías e intereses a las cesantías no es la solución porque también es cierto que el Gobierno ha utilizado muchas estrategias de reducción de impuestos para incentivar el empleo, préstamos flexibles y auxilios, y muchos empresarios abusaron de eso, obtuvieron los beneficios y dejaron al empleado en malas condiciones. Si bien no es momento de confrontación entre empleadores y empleados, tampoco es tiempo de abusar de los menos favorecidos. De irrespetar a las personas que no tienen voz y de demostrar un poder económico que en tiempos de pandemia evidenció que todos somos iguales sin importar clase social, género, ideología política, credo y demás. 

Finalmente, estoy de acuerdo con su afirmación “en tiempos de pandemia todos debemos aportar” y estoy seguro que millones de colombianos lo estamos haciendo en secreto, sin protagonismos, ni deseos de figurar, mucho menos de irrespetar los derechos que durante décadas han luchado los empleados colombianos y que usted pretende acabar escudándose en el COVID-19, cuando hay un virus mortal que ha atacado a nuestro país llamado corrupción que ha cobrado más víctimas que la misma pandemia.

Germán Darío Cardozo Galeano

Magister en dificultades del aprendizaje

Teólogo Licenciado en Teología


[1] https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/german-vargas-lleras/llego-la-quincena-columna-de-german-vargas-lleras-491034

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