Reminiscencias XIX (Parte dos, segunda entrega)

El 5 de mayo se publicó la primera parte de este escrito que se refiera básicamente a los malos manejos que ha tenido el deporte en Soacha, especialmente el fútbol. Para dar continuidad a este tema, vea aquí la segunda parte de este importante análisis.


Ver primera entrega: 4086

…por las consecuencias que traería.

De otra parte, por qué el Instituto se obstinaba en afirmar, en peticiones que le formulé, que no aparece constancia de otras sumas de dinero entregadas a Unión Soacha F. C, si del contenido del Acta de la Asamblea General Ordinaria de enero 8 de 2001 de ese Club así se deduce .También del Acta de la Junta Directiva del Instituto efectuada el 14 de abril de 2.000. Lo mismo que de lo informado por la Contraloría Municipal. Entonces, qué se encubría? A quién? Por qué? Para qué?.

Todo lo expuesto aquí es el resultado de la investigación que realicé en oficinas públicas de mi tierra a pesar de los obstáculos que se me presentaron y de las mentiras que se dijeron para esconder la verdad y para los que pueden pensar que, caprichosamente, me oponía a la ayuda para el fútbol, deben saber que están totalmente equivocados, pues tal ayuda, cuando es posible, tiene que hacerse con arreglo a las normas legales existentes y, en ningún caso, para mejorar la condición económica de nadie. Además, mi servicio al fútbol durante más de cuarenta años, son prueba evidente de mi amor a él y al deporte en general, como le consta al 90% de los soachunos y a los jóvenes que los privaron de su deporte favorito.

Qué bien dijo, aquel que dijo, que el mundo comedia es

Efectivamente quienes pretendieron defender lo indefensable han querido convertir en comedia lo que vengo contando con la más absoluta seriedad y con información obtenida en la fuente, mucha de ella firmada por el Director del Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte de Soacha, cuyas actuaciones denuncié ante las autoridades de control, y algunos alegaron que buscaba un beneficio político para un tercero, pero se equivocaron cuando encontraron mi absoluta pulcritud en lo que hacía, pues lo informado lo confirmaron con documentos que correspondían a información de funcionarios que desempeñaban los cargos correspondientes en los entes a quienes me he referido.

De otra parte, quienes han compartido conmigo la dirigencia deportiva no solo en mi tierra sino a nivel departamental y nacional, saben perfectamente que he sido enemigo permanente de mezclarle política al deporte y así lo he expresado a nivel privado y público. Y sin ir tan lejos, en homenaje que se hizo por Coldeportes Cundinamarca en la Gobernación del Departamento, a mediados de diciembre de 1997, a los dirigentes con más de 20 y 30 años al servicio en esta noble causa, así lo expresé al agradecer tal homenaje a la mesa que presidía este acto, encabezada por el director Nacional de Coldeportes, a quien denuncié el hecho cierto que en algunos Municipios de Cundinamarca se venía entorpeciendo la labor de reconocimiento de Clubes deportivos, cuando sus socios no pertenecían al grupo político del Director del Instituto o a los no simpatizantes de su designación, motivo por el cual, los así discriminados, se veían precisados a interponer tutelas para que les reconocieran sus derechos.

Y en igual forma asumí la defensa de los derechos de la Liga de Fútbol del Norte de Santander, en la ciudad de Cúcuta, para desligarla de la politiquería, cuando en 1979 pretendían tomársela un grupillo preparado al efecto y yo cumplía la función de delegado de Difútbol en esa asamblea memorable en la que los derrotados fueron, no precisamente, quienes siempre habían denigrado de esa alianza, imponiéndose así la verdadera dirigencia deportiva de ese Departamento.

Se equivocaron, entonces, quienes pretendían hacer creer a las gentes sanas de mi tierra, que el interés al pretender investigar hechos que lindaban con el Código Penal y sucedidos en el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte de Soacha, tenían finalidades meramente políticas, porque no era cierta su afirmación, debido a que solo encerraban una mala fe redomada.

Porque, apreciados lectores, será acaso interés político en beneficio de alguien el decir que se debía investigar por los Organismos del Estado si había existido un correcto manejo de los dineros recibidos por el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte de Soacha durante los años 1997 a mayo de 2.001, y qué otros funcionarios o particulares habían participado en esta actividad dolosa, si existía, y cuáles los responsables por error u omisión?.

Si existían disposiciones legales que establecen un régimen de inhabilidades e incompatibilidad porqué don Julián Rico Vidal tramitó, consiguió y giró dineros del Instituto del que era Director General para beneficiar a un Club de Fútbol del cual era “socio con derecho a voz y voto” y lógicamente se beneficiaría de ello?. Qué pasó con los artículos 12 y 16 del Decreto 110/96 proferido por la Alcaldía de Soacha?.

Por qué el señor Rico Vidal, siendo socio de ese Club y Director General del Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte no se declaró impedido para conseguir los auxilios que obtuvo para aquel, si ellos eran viables, y profirió Resoluciones de reconocimiento y renovación para el mismo ente deportivo?.

Sería una actitud meramente política la del autor de esta columna el preguntar, una vez hecha la investigación y con los documentos correspondientes, cuántas veces se entregaron dineros al Club Unión y porqué el Instituto niega tal hecho cuando, de las pruebas en mi poder se deduce todo lo contrario, entre otras, una comunicación de la Contraloría Municipal que así lo señala?.

Será hacer política a favor de alguien preguntar a la Contraloría Municipal de Soacha, si teniendo el control fiscal del Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte como lo establece el Acuerdo 19 del 11 de diciembre de 1995, en su artículo 12 y el Decreto Municipal 0110 del 1 de marzo de 1996, en el artículo 23, por qué se permitió el giro de dineros por más de $80.000.000.oo a favor del Club Unión Soacha F.C. cuando la ley taxativamente señala que no se puede hacer en la forma que lo hizo el Director General del Instituto?. Será que se glosaron esas sumas en cabeza de quién o quiénes, y nunca lo dijo?. Era la autoridad moral que me dieron más de 40 años al servicio del deporte en mi tierra y en Colombia. Además, al respaldo que nos dieron quienes también, por muchísimos años, se dedicaron a servir a través del deporte, a la juventud de Soacha, y lo lograron con creces, hasta cuando apareció el señor Rico Vidal. Y hoy pueden vivir orgullosos mostrando los resultados que existieron por su brillante gestión y tenían suficiente autoridad y derecho para averiguar qué se hizo con los dineros del deporte soachuno, en aquella época de ingrata recordación.

O será, acaso, que como simple ciudadano, con los derechos que depara la Constitución Nacional, no podía averiguar por qué el señor Rico Vidal me dijo en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quezada de Bogotá, el día que allí se informaba sobre el beneficio de la creación de la Zona Metropolitana de Bogotá con Municipios de la Sabana, que la ficha para que pudiera participar en el torneo de ascenso de la Dimayor el Club Unión Soacha, se la había comprado a Corpereira en $300.000.000.oo. Que había cancelado $200.000.000.oo y el saldo de Cien millones sería pagado mediante un plazo concedido al Municipio que era quien había aportado el dinero, para posteriormente negar tal hecho arguyendo, que el Municipio no podía hacerlo. Creerá alguien tales contradicciones?.

Y, entonces, aquí cabe hacer una nueva pegunta: Por qué la Contraloría Municipal en comunicación que reposa en mi poder, dijo que “De acuerdo con las visitas fiscales realizadas, se ha identificado que el Club Unión Soacha F. C. realizó convenio deportivo con el Corpereira en el cual este último, cede el derecho de participación en la categoría primera “B” de la Dimayor, obtenido al coronarse campeón de la primera “C” de la Difútbol a Unión Soacha Fútbol Club, quien se compromete a cancelar al Corpereira la suma de $60.000.000.oo por este concepto.” Por qué la Contraloría, en otra comunicación, me dijo que el Municipio no había comprado ficha alguna para el Club que vengo mencionando?.

En qué quedamos, apreciado lector? Cuánto costó realmente la ficha vendida por Corpereira y negociada por Rico Vidal? Quién compró realmente la ficha para que Unión Soacha pudiera participar en el Torneo de Ascenso de la Dimayor? Fue el Municipio o con dineros de él? Fue un particular? Y en este evento por qué la Contraloría Municipal de Soacha tenía que efectuar “visitas fiscales” a ese particular? Por qué tanto misterio y porqué se contradicen? Se pagaron por el Municipio los sesenta millones a Corpereira? Cuándo? Se vendió a otra persona y en ese caso a quién y en cuánto? En este último evento cuándo ingresó el dinero al Municipio?.

He aquí, apreciados lectores, el afán de terminar con el fútbol de Soacha y, en general, con todos los deportes en que el municipio fue una verdadera potencia y sumado a eso la incapacidad demostrada por Rico Vidal para dirigirlo, en la forma prevista por la ley, desde el Instituto y a los errores que se han cometido desde la Administración con los nombramientos efectuados recaídos en personas que han carecido de conocimientos, pues no es suficiente haber cargado muchos elementos para llevarlos a los campos deportivos, sino tener capacidad suficiente para poder hacerlo y ser un verdadero profesional de esta noble actividad, como es Luis Chía González que pasó por allí, pero no se sabe por qué no le gustó al Alcalde de turno que, para los nombramientos, debe asesorarse lo suficiente para no caer en verdaderas aberraciones que la juventud de Soacha no se merece.

Mil gracias para los lectores de esta columna, que hoy termina. Fue para mí muy grato y de un inmenso significado la aceptación mayoritaria que me demostraron.

Mil gracias, igualmente, a www.periodismopublico.com por su espacio en estos meses en que recordé a las gentes de mi tierra, sus tradiciones y leyendas, y dio lugar a que las conocieran los jóvenes y nuevos habitantes de mi Soacha. Si ellos me lo permiten, colaboraré desde otros puntos de vista, comentando las cosas buenas, regulares y malas que se observan en mi tierra desde España.

JOSE IGNACIO G ALARZA M.

joseignaciogalarza@yahoo.es

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