Ruta Colombia recorrió Valle de Ubaté
Desde la nave central de la Catedral de Sal de Zipaquirá, justo en las entrañas de la mina, partieron los cerca de 2.500 ciclistas que tomaron parte en la cuarta versión de la Ruta Colombia, evento deportivo liderado por el campeón Santiago Botero.
Pedalistas de todos los rincones del país, y deportistas extranjeros, procedentes de Estados Unidos, Ecuador, Panamá, Brasil, Chile, Puerto Rico y España, iniciaron esta prueba de gran fondo en Zipaquirá para luego alcanzar otros municipios cundinamarqueses como Tausa, Sutatausa, Ubaté y Fúquene (Capellanía).
Equipos de mínimo seis integrantes sin límite de edad y con al menos una mujer en sus filas, compitieron en tres categorías definidas según la distancia a recorrer y los premios de montaña que debieron superar: Gran Fondo, sobre 150 kilómetros; Medio Fondo, de 100 kilómetros; y Sportive, de 60 kilómetros.
El Alto del Águila, ubicado en zona rural de la vía que de Zipaquirá conduce a Pacho, fue uno de los puntos más exigentes de la competencia, al constituir un premio de montaña de tercera categoría.
Algunos de los participantes hablaron de sus expectativas en el momento de la partida:
“Decidí participar en este evento porque yo ya sé que voy a ser una gran ciclista”. Karen León Romero, participante infantil del municipio de Cajicá.
“Me gusta mucho el ciclismo y participo también por iniciativa de mi papá. Sé que empezamos dentro de la mina de sal, a 200 metros, y se qué haremos 8 kilómetros de subida y de vuelta hasta terminar en un parque. Espero que me vaya muy bien, tener mucha confianza en mí mismo, no quedarme del grupo y estar muy concentrado”. Samuel Flórez, participante infantil de Bogotá.
“Tengo muchas expectativas. El hecho de salir de la Catedral de Sal me parece algo divino, súper novedoso, a 200 metros bajo tierra. Me inscribí en los 100 kilómetros y vamos a ver cómo me va. Salimos desde Zipaquirá, vamos hasta Ubaté y volvemos. Hice este recorrido hace una semana, es durísimo. Los ascensos no tienen descansos entonces, es de muchos retos, pero el paisaje es muy bonito”. Claudia Beltrán, de Bogotá.
“Quiero pasarla bien, divertirme y probarme porque eso es lo interesante de estas pruebas, saber cómo estoy de físico y ver si ya puedo subir a un nivel mayor. Voy a hacer 100 kilómetros para ver si el próximo año puedo hacer 150. Además, estoy conociendo este tipo de competencias que son nuevas en Colombia. Hace 15 días realicé el recorrido y es bastante interesante. La subida a Tierranegra es difícil pero el paisaje que vamos a recorrer por la Sabana es muy bonito. Será una experiencia inigualable salir de la Catedral de Sal”. Diego Martínez, de Bogotá.
“Esperamos que no nos llueva mucho. Estamos muy contentos porque la organización ha sido muy buena. La gente está muy animada y hay compañerismo y fraternidad. Será un recorrido muy bonito, con unos paisajes muy agradables. Yo lo conozco pero no lo he montado, y me parece que los premios de montaña están de acuerdo con las expectativas de los participantes. Si llueve, el frio nos puede afectar mucho, sobre todo en los ascensos porque ya vamos a una velocidad menor. Las pruebas de montaña, al final de la competencia, serán los más complejas porque ya estaremos sin energía tratando de llegar a la meta” Gustavo Orozco, de Medellín.
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